Para empezar, solo puedo decir Wow. No es que sea pedante en exceso pero es lo único que puedo comentar en relación a la gran majadería que ha hecho el director. De verdad que lo siento, ya que me encanta Chris Pine, a pesar de las películas tan malas que ha hecho, Reese Witherspoon y Tom Hardy. Pero el único atractivo que le encuentro a este largometraje reside en la iluminación, que consigue que el espectador se quede embobado con los ojos claros de los protagonistas, y en las escenas subidas de tono. No están mal si encuentras físicamente atractivos a Pine y Hardy. En mi opinión, el director no puede pretender mezclar sentimientos complejos, acción y humor, de la manera en que lo ha hecho, y esperar que el espectador no se vaya del cine con la sensación de haber tirado 5 euros a la basura.

En resumen, si lo que te apetece es desconectar viendo una película de acción con la atención de una ameba, es tu cine.

Debo admitir que al entrar en la sala de cine no sabía con certeza lo que me iba a deparar la gran pantalla. Sin embargo, no tuve que esperar mucho para lanzar mi juicio y es que la aparición de Simon Pegg saca de dudas hasta al más pintado acerca del género del film. En este caso, las ovaciones son todas para el muñecajo cabezón llamado Paul cuyos diálogos, aunque grotescos, hacen soltar sonoras carcajadas. Está claro que esta película no saltará a la historia por ser un punto de inflexión en el género de la comedia pero cumple su función de divertir.

Midnight in Paris es un ejemplo de esas ocasiones en las que vale la pena guardar la entrada del cine para la posteridad. Lejos de ser una película con diálogos intelectuales y difíciles de seguir, este film resulta una consecución de sugerentes secuencias en las que solo con observar los escenarios ya te quedas maravillado. Pero no por ello olvido el guión el cual está lleno de golpes de humor acompañados por una historia que hace al espectador partícipe de la trama hasta el punto de llegar a sentir la emoción de la película. Debo decir que en un primer momento la inclusión de Owen Wilson y Rachel McAdams me llenó de escepticismo pero qué no puede lograr Woody Allen acompañado de una ciudad como París.