El epígrafe, es uno más de los tropecientos diálogos ingeniosos, audaces, valientes, frescos, etc, de esta historia valiente, fresca como un día respirando el oxígeno de la montaña.

De una sencillez argumental sarcástica, se atreve a hablar de variados temas cotidianos, con un personaje del que te enamoras irremediable, de manera utópica y que te hubiera gustado conocer.
Al menos a mí, a alguien así.

Filmada en su mayoría con cámara al hombro, un montaje efectivo y que va a la esencia de lo que pretende contar.
Es una película satírica, despiadadamente fresca, un hondo soplo de ideas, que se han contado muchas veces y aquí lo hace de manera concreta, sencilla, descarnada y entre creíble e idealista, más lo segundo.

El concepto de familia y pareja, el aborto, la necesidad de vivir afín a tus creencias, la dictadura del sistema capitalista, estos temas y algún otro son la propuesta vivaz que nos sugiere reflexión en clave de humor irónico.

Con un humor sardónico, cruel, realista, sagaz en su demoledor credo de lo establecido, nos invita a pasar un rato hilarante y mucho más a proponernos temas, ideas que están ahí, día tras día.

Una aguda reflexión que va más allá de la condición femenina o masculina, la condición humana.

Dreyer, trabajó primero como periodista y empezó en el cine como escritor de intertítulos para películas mudas, en 1912.
Un año después pasó a supervisor de guiones y en 1919 dirigió su primer filme, "El presidente".
Tuvo una de las carreras más accidentadas y plagada de dificultades del cine.

Innovador, revolucionario visualmente, siempre buscando formas nuevas con que mejorar su cine.

Desde "Dos personas" 1945. Filmada en Suecia, filmó siete cortometrajes , hasta que en 1955, pudo rodar "Ordet", la palabra. Va una década.
Nada más podría filmar una película más después, de "la palabra".
Fue en 1964, "Gertud", casi otra década. Fue su testamento cinematográfico.

El cortometraje que nos ocupa, rodado en 1948. Contiene hallazgos visuales y un montaje fabuloso.
Una historia sencilla, narrada con entusiasmo, con una agilidad narrativa digna de los más grandes y ese halo que portaba Dreyer, el fatalismo existencial.
Una gozada de poco más de 10 minutos que se disfruta como una comilona moderada.

Te atrapará con esa atmósfera insana y un ritmo prodigioso.
El argumento es decididamente siniesto, busca, encuentra y destruye.
Indaga en una ciudad como Seúl, macrourbe del cenizo progreso, llamado civilización.
¿Civilización de qué? Civilizados en crear caos, confusión, monstruos.
De todo esto y mucho más, nos habla esta trepidante historia de acción y thriller urbano.

Muy importante verla en coreano, aunque está bien doblada al castellano, se pierde la situación, el lugar donde ocurren los hechos, al verla doblada se frivoliza la acción y el suceso.
Está tan notablemente filmada que un segundo visionado se puede ver en VO, sin subtítulos, pues se siguen perfectamente los acontecimientos.

Una muestra de cine de acción con sustrato perverso y un giro aciago que te hará pensar.

Me ha parecido aguda en su planteamiento y me ha sorprendido.
Ánimo a verla, pues creo que es una historia emotiva, con una carga existencial potente y magníficamente filmada.
Los primeros planos me evocaron sin ningún género de confusión, la sobresaliente "noche en la tierra", la atmósfera e iluminación es casi igual y el componente azaroso también. Homenaje tal vez.
Los dos protagonistas están soberbios, sobre todo la taxista.
Una historia llena de vida, sorpresa, emoción, frescura y maravilloso azar.
La frescura existencial del azar de vivir.

La guerra en Chechenia dejó más de 150.000 muertes, la friolera de 1/5 por 100 % de la población.
La gran pregunta ¿en qué se ha convertido la gente que lo habita?
No hay rastro, las torres de Grozny lo han borrado todo. Asfalto nuevo, torres de cristal y culto a la personalidad.
Putin aparece por todas las paredes, él que orquestó la segunda guerra, lo conmemoran en todas partes junto al presidente títere a sus órdenes Ramzan Kadyrov, que ha instaurado la shauria.
La religión está en todas partes.
"Tenemos más miedo ahora que durante la guerra" dice una superviviente.
El clima de terror creado por Putin y Kadyrov, es espeluznante.
Muestra un discurso del muñeco de presidente que tienen, va con una camiseta de putin con corona, parece tan estrámbotico que no puede ser real, pero lo es.
El lavado de cerebro que hacen a los jóvenes es pavoroso.
Habría que conceder el premio nobel de la paz a Putin y Kadyrov y aún sería poco.
¿Qué hace que el pueblo glorifique a sus verdugos?
El 40% de la población está en paro.
Las madres que han perdido hijos, maridos, son las que no olvidan pero el dolor es un consuelo pobre y la religión no da para más, no les devolverá a sus hijos.
Imprescindible documental sobre lo que generan las guerras y muy oportuno revisar porque Ucrania es la que está al filo de la navaja ahora.
Vaya mafia lúgubre, funesta ha caído sobre Chechenia, las leyes, constitución, código penal no significan nada, si Ramzan dice mátalos a todos, entonces los matarán. Sus palabras son la ley.
Han creado un nuevo estalinismo.
Y os creéis que la ONU y toda la pléyade de funcionarios bien pagados no saben nada.
Es como tener una pequeña Corea del Norte dentro de la federación Rusa.
Conforme avanzas en el visionado, los pelos son ya escarpias y te dices vaya farsa son los gobiernos occidentales, la ONU y demás organismos políticos.
Todo el régimen tiene el mismo objetivo, estar en el poder el mayor tiempo posible.
Nos es tan familiar esta forma de funcionar, verdad. En occidente es igual pero con métodos suaves.
Un documental para ver y comprobar como nos engañan dominándo medios de comunicación y creándo pensamiento único en la gente, todo es blanco o negro según ellos, la dicotomía del poder.