Es el último de los cuatro documentales que me han encargado ver en clase para el examen de la semana que viene. Lo he dejado para el final por suponer que trata el tema de la burbuja inmobiliaria y además dura más de dos horas.
Primera media hora. Es la construcción de un nuevo bloque de viviendas en "el Chino" de Barcelona, hoy en día conocido como el Raval. No hay entrevistas, ni imágenes de archivo, ni voz en off, nada.
Una hora de visionado y sólo veo imágenes del barrio en construcción y las personas que viven y trabajan en él, nada. Me llaman por teléfono y lo cojo a toda prisa como un salvavidas en medio del océano. Termino la llamada, continúo la película.
A medida que la obra avanza lo hace mi conocimiento sobre los personajes. Son gotas de experiencia que despiertan mis recuerdos. Los cimientos van por dentro, no se ven. Sólo al tirar los edificios asoman entre las grietas del tiempo que agoniza. Situaciones complicadas con brillo en los ojos.
Fuegos artificiales, la espera merece la pena.

Lo primero señalar que el documental viene incluido en uno de los dos discos (al menos en la versión en DVD) de la versión en 4K de Terminator 2 recientemente lanzada. En la misma se incluye además la película con todas las escenas eliminadas y final alternativo.

Se trata de un genial documental en el que participan los principales implicados en el casting y la producción de la película. Un trabajo en el que la combinación de efectos digitales y tomas reales (auténticas locuras de Cameron) logran un resultado posiblemente irrepetible.

El tiempo vuela mientras ves las dificultades y el enorme trabajo de cada uno de los equipos involucrados en la película. Una labor de producción titánica, que dio lugar a una de las mejores películas de acción que ha dado el cine. No envejece, mantiene la frescura 25 años después. ¿He dicho que es de mis películas favoritas?

Si eres fan de la película o del cine de acción estás tardando en hacerte con él.

La invasión de la naturaleza marca el conflicto con los hombres rojos. Sus costumbres, su cultura y sus creencias se secan como las raíces de la selva que una vez fue su hogar. Pero mientras hay vida hay esperanza y el jefe indio tiene un plan.

Por suerte o por desgracia, el veneno de la "civilización" hace tiempo que ha calado en el seno del clan, y ha alcanzado la raíz, cada rama y cada fruto de un árbol forzosamente enfermo. Esta es la fuerza de la película y de ella se sirve para mostrar su frescura y espontaneidad.

Todo visto desde los ojos de un aprendiz de chamán que se resiste a ser un árbol más. Mención especial a la última secuencia que explico en el spoiler para aquel o aquella que no se decida a dar una oportunidad a esta interesante película.

Japón 1988. Unas extrañas critauras voladoras aparecen al tiempo que varias personas pierden la vida en extrañas circunstancias. ¿De dónde vienen y cuál es su propósito? Estas dos OVAS ofrecen escenas explícitas y una trama que como mínimo entretiene hasta la conclusión.
Sobre todo para fans del anime japonés a falta de visionar alguna rareza suelta como ésta.

La última película de Sam Mendes no cuenta con un reparto espectacular como el de "Revolutionary Road", tampoco ha tenido una gran promoción (al menos en España), y la historia que relata no te atrapará como problablemente lo hizo "Camino a la perdición".
En esta ocasión, la cinta se limita a retratar a una pareja a punto de tener un bebé (genial la primera escena para meterte en situación). Mendes recurre a sitiaciones surrealistas, humor ácido y sobre todo a la química entre los protagonistas para mantener la atención del espectador. Al más puro estilo de Zach Braff en "Garden State", lo cotidiano y vulgar se mezcla un aspecto más profundo y etéreo, que en este caso es el amor entre los dos protagonistas. Y es que a veces no hacen falta grandes alardes para conseguir aquello que algunos llaman "la magia del cine".