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Críticas de 3Torralbo3
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Críticas 28
Críticas ordenadas por utilidad
4
16 de julio de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La gente sonríe cuando ve la película, en la oscuridad miro sus caras que no paran de reírse, se divierten, las carcajadas son continuas y parece que les gusta lo que ven. Uno sale del cine con una sensación sobrecogedora, la gente sin embargo está contenta, disfrutan, comentan la película y recuerdan los chistes de Tony Stark. Esto es Marvel.

Comienza el filme con un increíble plano secuencia digital; los enemigos vuelan, los superhéroes pegan y Hulk grita, todo parece ir bien. Como si de mantequilla se tratarse, nuestros Vengadores van destrozando soldados enemigos con una facilidad pasmosa, entre dosis de humor. Pero por supuesto, aparece el malo de turno y qué causalidad ¡tiene acento ruso!

Este aspirante a destructor de la tierra no es nada comparado con el mega tirano: Ultron. Una máquina, salida del enorme cabezón de Robert Downey Jr. que estaba pensada para proteger a la humanidad pero parece que el chico le ha salido felón. Ultrón se nos presenta como un robot nietzscheano con aires de grandeza y dos secuaces: La pequeña de las Olsen y el tío que corre rápido.

Hasta aquí la propuesta inicial, como vemos los guionistas de Marvel no se han complicado mucho, misma idea: una amenaza que los Vengadores deberán solucionar para salvar el mundo. La estructura es repetitiva, una pelea con los malos, los Vengadores se reúnen para hacerlo mejor para después pelearse entre ellos y así sucesivamente hasta que definitivamente se vence al tirano de turno. Esta vez se introducen líneas interesantes, se ahonda en la personalidad de los personajes: La Viuda Negra, Capitán América y Ojo de Halcón salen muy reforzados en lo que a profundidad se refiere. En cambio Stark no nos ofrece nada nuevo, sus chistes de siempre y su ademán de héroe que debe salvarlos a todos. Thor está desaparecido durante buena parte del filme, excepto un gag divertido, el príncipe asgardiano pasa totalmente desapercibido. Esperemos que Chris Hemsworth pueda desarrollar su trama en Thor 3. Luego nos queda Hulk, todos sabemos que Mark Ruffalo es un buen actor, seguramente el mejor Hulk que hemos tenido, pero esa idea del monstruo atormentado por ser un peligro público está muy vista.

Joss Whendon, que es un excelente director, no consigue darle cohesión a una película desordenada. La multitud de estrellas de la cinta imponen a la audiencia pero ninguno de ellos engancha del todo. Este amasijo de héroes monótonos no consigue seducir al espectador. No hay un equilibrio entre ellos. Aunque ahondar en sus personalidades es una buena manera de atraer el interés del público, no resulta efectivo si se hace entre hiperbólicas batallas que se basan únicamente en destruirlo todo.

Seguramente lo más llamativo de la película sean los nuevos Vengadores, de ellos se ha visto poco, salvo la presentación de sus interesantes poderes. Podemos albergar esperanzas de que nos divertirán a base de épicas batallas como sus predecesores ya hicieron en la primera entrega.

En esta segunda película todo es mucho mas predecible y sencillo, Ultrón apenas pone en peligro a los héroes y sus secuaces son derrotados sin ningún esfuerzo. Con predecesores como los chitauris, esas estremecedoras criaturas, una mezcla entre Alien y un uruk-hai, los ultrones se quedan en nada.

Esta orgía de explosiones gustará a los más “marvélicos”, la franquicia ha creado un producto atractivo, que se sabe vender y que encuentra en sus seguidores a fanáticos que compran merchandaising en todos los Fnacs de España. Aunque creo que este filme es muy inferior a su antecesor, la película sigue siendo una descarada ofensa de grandilocuencia técnica. Un derrame de explosiones sin precedentes, pero a mi juicio carente de fondo alguno. Y es que cuando uno ve una película de Marvel no puede esperar una reflexión kafkiana sobre la sociedad estadounidense del s. XXI ni que se cite a Pruost entre contrapicados imposibles. Uno se sienta en la butaca y se deja llevar por el impresionante, aunque tedioso, universo Marvel.
3Torralbo3
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5
29 de abril de 2016
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
En la guerra y en el amor todo vale, y Marvel lo sabe. Sin un bichejo verde de por medio pero con una araña milenier la guerra de los superhéroes ha comenzado. Como en todas las guerras contemporáneas la opinión pública tiene una importancia capital, ya era hora. Después de destruir edificios que ni Goku en sus tiempos mozos, al gobierno de EEUU se le ocurre encausar a los vengadores en una suerte de legislación protectora internacional. El monopolio de la violencia solo puede ser usado por hombres razonables y, aunque esto no lo dijera Webber, preferiblemente sin capa.

Con los bandos bien diferenciados la guerra comienza, sin escaramuza previa, a saco y en un aeropuerto que da más juego. Vuela el uno, dispara el otro y todos hacen chistes. La tensión de la batalla se rebaja entre gags de hormigas con halcones, hasta hay una pantera que salta. Pero no luchan por luchar como hacen los murciélagos, razonan sus hostias, el capitán yanqui se erige en una sensibilidad de Antiguo Régimen, un Ricardo corazón de León con escudo y mallas ajustadas. La cruzada contra el Montesquieu de acero es por la supremacía de la violencia, tema serio. Las posturas son explicadas razonablemente, los golpes se justifican.

En esta selva de capas y escudos el humor gobierna, no importan los equipos, los directores consiguen esgrimir un producto que entretendrá a los menos "marvélicos" y hará extasiar a los más forofos. Los superhéroes han vuelto para luchar entre ellos, aunque el villano cumple y sin maquillaje ni greñas, lo cual se agradece. Todos se vengan de todos en esta guerra selvática, las víctimas han sido numerosas, los héroes no pueden volver a salir a jugar con cocodrilos espaciales nunca más, será el gobierno el que los autorice a ello, todos más tranquilos.

Pese a la confusión de la batalla, cada héroe tienen su momento, hay equilibrio entre las capas y las arañas. Arañas que refrescan un panorama heroico que estallará como una burbuja en pocos años. Sin ser cenizo, el panorama Marvel es capaz de darnos blockbuster entretenidos y bien construidos, que otros aprendan de sus errores, Marvel ya lo ha hecho.
3Torralbo3
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7
5 de abril de 2016
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine español tiene un profundo trauma con la sexualidad y a priori una comedia que se llama así misma "erótica" podía ahondar aún más en ese pozo negro de estereotipos mal usados que el cine patrio arrastra desde tiempos inmemorables. Con el cuidado y la diligencia suficientes, el trabajo de Paco León se presentaba en un principio juguetón e inofensivo. La cinta va desarmando al espectador a medida que avanzan las provocaciones que harían ruborizarse a la mismísima madre del director, la cual ya conocemos. El gozo es el pegamento que mantiene unido a las diferentes historias, articulando un círculo vicioso de sexo, parafilias, y perversiones muy estimulante a los ojos y demás sentidos existentes. Con un ambiente dinámico y fuera de complejos, la naturalidad de la cinta brilla en la pantalla sin ningún rubor que pudiera ensuciar el olor a fresco que desprende cada fotograma.

Las actrices y actores que encarnan a los "enfermos" se codean entre los planos acertados y las secuencias juguetonas para crear un universo desenfadado. No hay moraleja ni moralidad que pueda "sanar" a estos dolientes del placer que hubieran encontrando la serenidad tras dosis de terapias buenrrollistas. No es el caso en "Kiki". Aquí nadie se esconde de sus filias, las exaltan y las promueven de una manera catártica.

La cinta es una nueva versión de The Little Death, película australiana dirigida por Josh Lawson. La versión latina del director sevillano es otra muestra más de este curioso género que podríamos denominar costumbrismo surrealista. Una mezcla que estalla ante los ojos del espectador que lo único que puede hacer es reírse a carcajadas durante la más de hora y media que dura el gozo. Siendo una mezcla entre Jodorowsky y Almodóvar se constituye un ambiente de surrealismo de verbena que deja atrás las pretensiones de comedias más elaboradas pero menos divertidas.

Paco León dejó de ser el pánfilo del pueblo, después se convirtió en el patriarca de los leones para finalmente afianzarse como un creador original, sin prejuicios, fresco y valiente. Gozar con Paco es un verdadero placer.
3Torralbo3
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