Estamos ante un film notable en varios aspectos pero fallido por exceso de altura de miras.Lo primero que me llama la atención es que a mí personalmente me interesa mucho más la película que Von Trotta "no ha rodado". Un film sobre la captura y puesta a disposición del pueblo israelí del asesino Eichman sería sin duda más vistosa, entretenida y emocionante; pero ella se ha decantado por un personaje que despierta poca o nula empatía por muy filósofa que sea. Su idea sobre la "banalidad del mal" es más que discutible y todo el desarrollo del film está lastrado por la suficiencia y altanería del personaje principal.
En cualquier caso se agradece sin duda la llegada a nuestras pantallas de este tipo de films que ofrecen una alternativa al pensamiento alienado y que obligan al espectador a razonar y sopesar sus argumentos.

Película eminentemente de festival, apreciable en su honesta exposición pero aburrida y gris como lo que cuenta que es... nada. ¿Por qué estrenan esta clase de películas tan deprimentes en plena canícula?. Hace falta un sobreesfuerzo para acudir a una sala en medio de un calor infernal y encontrarse una historia así. Será uno de los "tapados" más interersantes de la temporada pero.... dentro de unos meses nadie la recordará.

Partamos de la base de que le tengo una ojeriza sin igual al cine español (no, perdón, a los tipos que ahora hacen las peliculas españolas) pero eso no es óbice para decir que ¡bien por la campaña publicitaria para hacer que la gente vaya a ver esta peli!, porque más allá de eso, del "boom" a bombo y platillo de lanzarlo como algo a la altura de lo que se hace Hollyhwood (que de ninguna manera) el film es una apuesta absolutamente comercial, sin más amplitud de miras, carente de armazón dramático y un cóctel con la mayor parte de tópicos posibles: El "poli" honrado desvelado por su trabajo, el "poli" corrupto, el jefe cabroncete, la compañera infatigable. Eso en el campo de los "buenos" pero todo ello construído en cuatro trazos mal contados. Y luego dicen que se trabajan los guiones. En el campo de los "malos" que no falte "el inglés" blanco de los deseos de la policía y luego claro está tiene que haber alguna mafia albano-kosovar (que esos si que son malos), amores a ambos lados del Estrecho que producen sonrojo y actores (por decir algo) a los que una vez más resulta imposible entender porque algo tan elemental como vocalizar no parece estar a su alcance. Después de ver este producto coyuntural y que dará un dineral, revisen "The french connection" para saber algo sobre el tráfico de drogas y sobre todo sobre cómo se monta una película.

He revisado este nuevo "montaje" de EL PADRINO, PARTE III y debo decir que ni aporta, ni mejora en absoluto el original de hace 30 años. Todo se reduce a un par de breves cambios. La secuencia con el arzobispo que en el original se produce a los 35m. de film, es ahora la que lo abre, y ello no significa nada en especial. Se han suprimido algunos momentos de esa ceremonia inicial (por ejemplo el breve flashback del asesinato de Freddo) que aligeran el film en algunos minutos. La secuencia final "sin la muerte física" de Michael Corleone (aunque incluso lo haya añadido al título), tampoco mejora ese plano general de Michael sentado en una silla mientras muere y cae. También se añade un rótulo final que no significa absolutamente nada.
En una palabra, Coppola con más de 80 años y sin proyectos, sigue dando vueltas a sus obras maestras. Por cierto este PADRINO III bastante denostado en su tiempo, sería otra rotunda obra maestra...si no existieran EL PADRINO y EL PADRINO PARTE II.

En la enésima travesia del desierto estival, y en los albores de una temporada que no nos permite albergar demasiadas esperanzas, se cuela en la cartelera "The Congress". Una película petulante, fascinante, exhuberante. No voy a decir si es buena o es mala porque amén de subjetivo sería estúoido (el decirlo y yo). Pero pasen y arriesguen ante un producto insólito que se "ahoga" en un exceso de reflexiones sobre el cine, la vida, la existencia, la vejez, la doble personalidad, el éxito. Tiene sus riesgos aspirar a todo eso y ¡por Dios que no lo consigue!, pero hay que tener mucho valor y tomar muchos riesgos para que una serie de personas metan su dinero en una película como esta. Si además está Robin Wright para alegrarnos el día pues miel sobre hojuelas. No verán muchas como esta durante el año... ni en los próximo años.