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España España · valencia
Críticas de elsherpa
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Críticas 36
Críticas ordenadas por utilidad
4
11 de abril de 2024
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La directora madrileña Carlota Pereda afronta sin ningún pudor una historia del cine fantástico, envuelta en lo ancestral de la cultura vasca, en la que se entremezcla con el dramatismo personal y la agonía de la pérdida entre madres e hijas.

Un diseño de producción preciso, y sobre todo, comprometido con el género que a pesar de no garantiza el carisma. Es una historia con poco espíritu aventurero, y todo eso a pesar de poner sobre la mesa, un grupo de personajes excéntricos. Este drama familiar por partida doble navega sobre lo íntimo y lo lúgubre sin llegar a ningún puerto, perdiendo vista punzante y originalidad en su respiración, aunque en un buen ritmo. Al fin y al cabo, el viaje que ha querido llevar a cabo la realizadora, no es un logro sencillo; por lo que es fácil perderse en el camino entre el slasher teenager y el thriller familiar. Es un metraje que si bien empieza con una propuesta interesante, según va sumando pasos, se va apagando como una vela a la que le falta oxígeno, perdiendo frescura ante faltarle un cierto desarrollo que te atrape a la butaca.

Ni siquiera una correcta Belén Rueda, que aun así parece no tragarse su papel de descreída ante la posibilidad de la existencia de magia, consigue levantar algo de la historia.  La trama gira en torno a Emma, una niña interpretada magistralmente por la joven actriz Maia Zaitegi, quien busca desesperadamente conectar con el espíritu de una niña atrapada hace siglos en la ermita de su pueblo. 
Aunque técnicamente  los monstruos tienen un diseño único e increíble, y sus efectos visuales son tan poderosos que logra acercar al espectador a lo fantástico, en escenas como la de los médicos de la peste, dejando caer gusanos en el hombro de la niña protagonista.

No obstante, el filme termina yéndose, apostando más por las escenas lacrimógenas que llevan el relato, por una senda más original, más cercana a ese universo de mitos y leyendas, con toques de novela gótica, que plantea al inicio. Es más, se desperdicia el convertir la mirada de la pequeña en un narrador poco fiable, en la que se pueda aprovechar mejor el aura de misticismo en su magnífica puesta de escena del norte de España, ante un cuento que tiene su origen en Edimburgo.
elsherpa
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4
9 de enero de 2024
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Está precuela tiene un atributo que han sabido sacar provecho a la perfección, y es que todo el mundo es conocedor de La Casa de Papel y su método de exprimir.el guión. El éxito mundial del proyecto fue tal que ha cambiado los mecanismos del género. Así que en Berlín no es necesario ir poco a poco. La serie arranca a todo trapo y no frena en un solo instante hasta que su episodio final termina, por lo qué denota su afan, en intenta no dar opción al aburrimiento.
Todo lo que antes podía resultar tedioso queda fuera. Si La Casa de Papel dilataba hasta la extenuación sus momentos de tensión, aquí optan por acumularlos. Siempre pasan cosas y la sensación es de que todo puede estallar por los aires de un instante a otro. Incluso hay persecuciones y escenas.
Su montaje se centra ante que no decaiga el ritmo, y que se devorarán la serie a la velocidad de la luz. Es verdad que hay agujeros de guion y muchas casualidades y deus ex machina bastante vagos. No obstante su afán de girar tanto su trama entre policías y ladrones estirando la historia, que por momentos raya en la simpleza y la estupidez sin pudor alguno. Tanta subtrama hacia el romance y el sentimentalismo ha sido una decisión audaz, pero muy discutible. El personaje principal se ve arrastrado por un amor obsesivo, perdiendo el foco del atraco. Esta elección en el guion, lleva a críticas por decisiones incoherentes y tramas forzadas.
El frenesí en el que se convierte Berlín es altamente adictivo y, sobre todo, muy ligero. La estructura es mucho menos compleja. Un fast food de esos tan agradecidos que solucionan una noche hambrienta. Los personajes no necesitan mucha introducción, y los deja en ir descubriendo de ellos por el camino. No necesitamos tantas escenas de acción con metralletas y explosiones. El montaje vuelve a ir rapidísimo mientras la historia pasa como un juego de ilusionismo. Hay guiños y referencias a la original. Y el protagonista, otra vez, irradia un carisma desbordante. La serie se vuelve un cóctel molotov.
Los guionistas, Álex Pina y Esther Martínez Lobato, buscan crear un “universo y ADN nuevo” con esta serie. A pesar de su intento de romper moldes, la mezcla de comedia romántica y thriller no convence del todo, en esta nueva banda llena de enamorados ladrones y jóvenes promesas. La serie enfrenta el desafío de mantener el equilibrio entre el romance y la acción, pero esa dualidad le hace perder potencial y por momento la hace chirriar, en que personajes tan fríos y metódicos caigan en el error, arrastrados por las emociones.
elsherpa
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6
26 de noviembre de 2023
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El cine de terror y de género en general han tomado mucho auge en este último periodo. En la última década hemos presenciado la aparición de frescos autores con nuevas propuestas encuadradas en lo que podemos llamar Art House Horror, un terror estético, alejado de la tendencia más característica del cine de los ochenta, del gore, y el sadismo psíquico, planteando en cambio un terror “adulto”. 
El neoyorquino Jordan Haworth Peele es uno de los nombres más destacados de este nuevo ciclo de directores, quien logró crear una fuerte expectativa comercial y creativa con esta creación contemporánea.
La Película de Peele, no es de terror en el fondo de ella, aunque lo pueda parer, pues gran parte del tiempo solo utiliza los códigos del género para hacer más denso el suspense. Tampoco es una crítica social o un argumento engañoso. En realidad, la tercera película del director es una aterradora visión de la codicia, el miedo y la percepción de lo extraordinario desde sus lugares más oscuros, temibles y angustiosos.
Una premisa semejante es complicada de hacerla funcionar, y su director se toma una considerable cantidad de tiempo en desarrollarla. Al principio avanza hacia la idea de mostrar la vida al borde de lo cotidiano. El sur de California con su aridez es una mirada a lo remoto, con sus montañas enormes y su cielo interminable. El director establece de inmediato que el misterio está a la distancia, en lo que se difumina en el horizonte y el paisaje engañosamente apacible. Pero más que eso, profundiza en la tensión de lo desconocido que está a simple vista. Por lo que para el Peele el guión, lo inquietante no está del todo escondido. O mejor dicho, está en la periferia, latente y amenazante en medio de la condición de lo desconocido.
 La dirección de su terror apunta a la crítica social, a la visibilización de la comunidad negra, el racismo y el cuestionamiento de los estandartes de la cultura norteamericana. Con ello va un paso más allá y presenta una largometraje altamente ambiciosa por sus múltiples referencias a la historia del cine y la televisión, por su complejidad dramática imbricada con la comicidad y su ridiculización de la cultura pop, rayando el espectáculo esperpéntico del far west.
A parte de sus múltiples musas creativas, Peele está obsesionado en contar la historia de ‘los otros’, los desposeídos, los vulnerados, los fracasado. De cómo el consumo hace que explotemos la realidad de ‘los otros’ y cómo revolucionar la perspectiva de la narración cuando el enfoque deja de ser el conquistador y la mirada se posa en los ojos del conquistado. Es como un intento de vuelta de tuerca a la narrativa histórica al poder, y poner el ojo en el débil y no en el fuerte. 
En su subtrama expone una sitcom de los 90 en la que un chimpancé prácticamente mata a todo el elenco, ingresa en el filme no solo para regalarnos algunas de las escenas más memorables y más propias del terror, sino para hacer referencia a la rabiosa maquinaria de la televisión y el amarillismo. Finalmente, en el centro de la propuesta de su director guionista, se asienta en el sensacionalismo de los medios de comunicación. Si bien la hermana de O.J. logra tomar una foto con una rudimentaria atracción de un parque de diversiones, llega tarde con la primicia en un mundo en el que todos quieren ser protagonistas y testigos.
El guion es una absoluta maravilla; ·El reparto está extraordinariamente acertado con: Steven Yeun, Daniel Kaluuya y Keke Palmer, pues convencen ante lo que pide la película; Técnicamente irreprochable ante los espacios abiertos que se enfoca en su puesta de escena y en el impecable diseño de sonido.
No obstante por desgracia, la película tiene un grave problema de ritmo y de tono en algunos tramos, con el caer en demasia en lo extravagante en su simbolismo. Como por su sobredosis de ideas que hace ser duspersa.Pero esa dispersión, que también afecta a la narrativa, encuentra brillantes resonancias cuando las imágenes nos dicen a dónde mirar. Es, quizás, en una mirada sostenida, que no sabremos si es de reconocimiento o de despedida, la de un niño y un chimpancé con el morro ensangrentado, donde reside la clave del filme: hay que aprender a mirar (y a filmar) a la altura de los ojos.
elsherpa
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7
23 de noviembre de 2023
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Biografia bien llevada e hilvanada en cuatro trasfondos con sus subtramas, una fallida vida privada y su relación con las mujeres; una buena historia como científico teórico ante los trabajos del Proyecto Manhattan en Los Alamos, una zona desértica de Nuevo Méjico, centrandose en la creación de la primera bomba atómica, en agónica competencia con la Alemania nazi; un magnífico dilema moral social ante los reparos de conciencia de Oppenheimer tras Hiroshima y Nagasaki, su oposición a la investigación sobre la bomba termonuclear; un clásico thriller usa de acoso, en plena era macartista, utilizando su pasado izquierdista muy próximo al Partido Comunista estadounidense en los años 20 y 30, ante deshonrarlo y apartarlo de la Comisión de Energía Atómica de los EEUU por su oposición a los intereses de la carrera nuclear.  
La estructura narrativa fragmentada característica del Nolan en la que se nota su mano en la construcción de un guión en el que hasta el menor diálogo es tratado con la épica de mil batallas (apoyado por la música  zimmerian de Ludwig Göransson) y en el que la ambigüedad argumental y ética sirve para mantener la tensión durante las 3 horas de metraje. Sin embargo, su firma también está presente en el rol casi insignificante al que relega a los personajes femeninos de Emily Blunt y Florence Pugh, que cumplen por encima de lo que se les pide. Sin embargo, la mejor actuación como secundario es la de Robert Downey Jr., quien se despoja de su armadura de superhéroe, para convertirse en el vengativo (Lewis Strauss), el para nada humilde vendedor de zapatos que terminó liderando la Comisión de Energía Atómica de los Estados Unidos y que aquí es retratado como todo un Judas contar Oppenheimer. 
La puesta en escena es soberbia y su presentación técnica impecable. Perfecta para quien espere algo cercano al blockbuster, en lugar de una película que sigue a rajatabla la línea doctoral norteamericana para triunfar, puede que en la noche de los Oscar tal vez quedé un tanto decepcionado el filme. En realidad la película, aunque tiene explosiones, trata de gente hablando, de gente con sus pequeñas miserias humanas, su vida en pareja, sus amistades, sus traiciones, enemistades, infidelidades, sus envidias, sus egos y sus dudas, por lo que puede empatizar con facilidad, con el espectador de calle sin más revisionismo critico.
elsherpa
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5
10 de mayo de 2024
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una perspectiva particular y novedosa en la banalidad del holocausto nazi, encuadrado en la vida cotidiana y familiar del comandante jefe del campo de Auschwitz Rudolf Höss ahorcado por genocida (Christian Friedel), y su esposa Hedwig (Sandra Huller) en la barbarie humana y la normalización social entremezclada en su historia, buscando el contraste.

Su puesta en escena nos sitúa ante el horror del exterminio humano sin un drama, si no con grandes directivos uniformados y cartera que gestionan como si una multinacional se tratase, ambicionando conseguir la meta de sus cifras de su plan estratégico empresarial, que les ofrece vivir muy cómodamente. Un filme complejo que muestra múltiples caminos y tropos. Es inquietante para el espectador, pues propone una extraña y horrorosa calma que refuerza con un inesperado final en el que el espacio ha sido resignificado desde una nueva pulcritud indiferente.

La narración nunca llega a explotar porque los espacios en los que nos sitúa, son los del poder y la tranquilidad. Nunca nos hace cruzar el otro lado, solo vemos el resplandor y el hollín que se volatiza de las chimeneas crematorias, cómo las lujosas prendas expropiadas a las prisioneras judías, como son sometidos y siendo relatado sonoramente con incesantes y cruentos gritos que contaminan sonoramente la paz de esta familia perfecta aburguesada al régimen de pícnics familiares, y casa con piscina.

Empieza muy lenta, sin diálogos dejando la literalidad para encontrar la esencialidad y el simbolismo con el sonido y la imagen. Por lo que la película más que contarnos sea como contarlo, y en la que comercialmente no termine gustando por resultar un trabajo de cine autor.
elsherpa
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