Una historia tan convencional como bien estructurada... Collin Farrell se entrega a un papel desarrollado con tal maestría que en algún momento llegas a olviar que es solo una película. Creible y magnífico trabajo del resto de actores, bajo una dirección sensible y por instantes estremecedora...

Heredera de un cine de finales de los años 70, principios de los 80. Donde los protagonistas eran delincuentes callejeros que contaban su historia con planteamientos coherentes a una realidad arquetípica. Barrio continua esa trayectoria configurada por robos, vidas desgajadas y colegueo, que estructuran la totalidad de film. Buen guión, cercano y con diálogos a la medida de unos personajes con los que te haces ya desde los primeros minutos. Excelentes secundarios bien definidos y perfecta comparsa de una historia que se deja ver con tranquilidad alejada de dramas superfluos.

Nos encontramos ante una película manipuladora, bastante incongruente y absolutamente sobre valorada.... No entiendo a quienes la han ponderado, situándola a nivel de otras obras maestras. Confusa y poco definida en sus personajes que forman parte de estereotipos poco creíbles.

El talento de Spielberg ya se evidenciaba con esta su primera obra. Un film rodado con pocos medios, y gran inteligencia, sobre un guión sencillo pero efectista.

Cuando la vi por primera vez me pareció estar ante el retrato más auténtico del momento, reflejado en una película... Es descarnada y dura, difícil como los tiempos que se vivían. Hay mucha verdad al reflejar los miedos y las dudas, hay mucha sinceridad en lo que se contaba y también mucha miseria oculta, que a través de ella salía a la luz por primera vez, en el final de aquellos convulsos años setenta.