Así es como me he quedado al ver esta película que no tenía el menor interés en ver. Pensaba encontrarme con Los siete samurais llena de efectos especiales y con esa actitud de "mira lo que soy capaz de hacer con mi maquinita nueva" que tanto se ve con los efectos especiales. Nada más lejos de la realidad. La película crece según avanza y descubre una serie de capas en el guión que la alejan de lo convencional y previsible aunque quizás no del todo para los aficionados a la novela fantástica, también descubre una serie de referencias cinematográficas variadas que en nada restan valor a la obra.
Es una película larga pero casi milagrosamente no le sobra nada, cuando lo habitual es que a prácticamente todas las películas actuales les sobre de veinte minutos a dos horas enteras.
El universo creado es prodigioso, el contraste entre ambas "civilizaciones" casi no hay ni que mencionarlo ante la estética que se expresa sola. Eso sí, los malos son rematadamente malos en la línea de esos malignos que no hay manera de exterminar y que te dan ganas de acuchillarlos tú personalmente.
Puro espectáculo pero de calidad, dudo mucho que esta sea una de esas miles de peliculas que después de un éxito fulminante caen en el olvido.

Lamentable que el derroche de técnica se quede en eso pura y dura técnica, sin alma ni contenido. Un papá superhombre que lleva a su familia no sabe donde escapando de un fin del mundo bastante estúpido por otra parte.
Cine de catástrofe de la peor clase, de esa en que sabemos el final por que los personajes se enfrentan a algo contra lo que no pueden luchar, o evitar.
Egocentrismo norteamericano que toma sus iconos como referentes y supone que todo el mundo conoce tal o cual edificio.
En fin que le sobran tres cuartos de hora, le falta guión, la idea lastra la trama desde el primer momento y en suma no aporta nada a los fanáticos como yo de este tipo de cine.
Lamentable

Qué lástima que con esa idea primaria, con esos pedazos de actores tan entregados a sus papeles algo falle.
Javier y Lola como siempre: magníficos. Quizás Javier un pelín excesivo pero es el personaje.
Tejero, haciendo de portero de Aquí no hay quien viva, como siempre, pero encajando en el conjunto por el propio personaje y su desarrollo.
Falla el guión dejándose llevar por un no sé qué de comedieta barata televisiva con rebufos yanquis que lastra la película de algún modo. Luis Varela en su obsceno personaje está como él sabe y nuestra Chus magnífica como siempre, nadie falla pero algo no funciona. Quizás sea que se quiera forzar una comedia en una historia donde sólo hay un trozo de vida, con sus risas y sus malos ratos. Una cosa a recordar a todos los directores y guionistas: hay vida más allá de la comedia, de la guerra civil y de la miseria temas en los que parecen revolcarse como cochinos en un charco nuestros cineastas.

Ahora parece muy vieja pero... entonces había esperanzas en el concilio y en el progreso de la historia que ya sabemos que se vieron defraudadas. Como película quizás sea mala pero deja un poso de ternura e ingenuidad tanto por la indudablemente naif trama como hacia la sociedad que consumía y amaba a ese personaje. En fin que revisándola ahora resulta cálida precisamente por su carga social -no de denuncia sino de reflejo suavizado- y por su esperanza.

No, no voy a contar detalles del argumento. Es imposible. No tiene. Es una sucesión de tópico tras tópico en la que nada tiene sentido y, al mismo tiempo, es previsible hata la nausea. A los diez minutos ya estás aburrido y a la media hora arrepentido de haberte gastado una pasta en verla.
¿Que es eso? ¿una pelí? ¿una promoción turística?, ¿un mal día de Mr Allen? (muchos malos días), No: es una estupidez de gran calibre que hace parecer La gran familia o El abuelo tiene un plan obras maestras del cine.
Ni Scarlett, ni Bardem, ni Pe pueden salvar esos papeles sin chicha, esa sucesión de escenas sabidas sobre fondos de postal setentera.
En fin, lamentable que gente con talento indiscutible caiga o se preste a cosas como este ladrillo. Espero que por lo menos apreciaran la escudella y la fabada por que a otra cosa no vinieron, desde luego, no a hacer buen cine.