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España España · SEVILLA
Críticas de montipito
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Críticas 225
Críticas ordenadas por utilidad
9
2 de julio de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde la revolución de 1848 empieza a moverse en los siete estados compartimentados que hay en Italia la idea de la unificación. Aunque Mazzini propone unificar bajo república, otros prefieren al Papa, o mejor que guíe el proceso la monarquía de Piamonte. La unificación real, sin embargo, requería que, además del apoyo de Piamonte, habría que eliminar a los Borbones de Sicilia, los Austriacos de Venecia y al papa en los Estados Pontificios. En 1860 una flotilla de aventureros, a cuyo mando está Garibaldi, invadió Palermo y logró la expulsión del rey de Sicilia. Un referéndum celebrado en octubre-60 acordará la adhesión de la isla a la corona de Piamonte. La acción de la película se desarrolla entre conquista de los camisas rojas de Garibaldi y su derrota en 1862 con el consiguiente reconocimiento de la monarquía de Piamonte. La cinta, además de los acontecimientos políticos, se centra en las transformaciones sociales que van a conducir a la emergencia de la clase media y la progresiva marginación de la aristocracia, personalizada en el príncipe de Salinas, pese a que sigan conservando su prestigio social.

Visconti, dentro de su estilo barroquizante, se esmera en la fotografía, los vestuarios y en la reconstrucción del ambiente de los primeros años del Resurgimiento. El guión está fundamentado en la novela homónima de Lampedusa. Estupenda la interpretación del príncipe de Salinas, del alcalde Calógero, el organista Luigi y el capellán de la familia. Buenísimos diálogos a través de los cuales el espectador percibe que el problema es que todo tiene que cambiar para que no se note que nada ha cambiado. Visconti, según tiene por uso y costumbre, se excede en el metraje y debería haber recortado pequeñas anécdotas de las relaciones de Alfonso con la hija del alcalde, el baile de principio de temporada veraniega, las transacciones matrimoniales. Pero la escena del referendum es memorable. No hay que tener prisa al ver la película. Es una gozada.
montipito
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2
19 de junio de 2012
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1945 las potencias vencedoras de Hitler dividieron el territorio alemán y su capital en cuatro sectores que quedaron a cargo de: USA, URSS, Inglaterra y Francia. Desde los primeros días los aliados occidentales no se fiaron de los rusos debido a su régimen comunista, razón por la cual decidieron montar bajo el suelo de Berlín una red de túneles para espiar las comunicaciones telefónicas. Con este propósito un ingeniero de comunicaciones es enviado al sector USA, a las órdenes del coronel Bob, para que ponga en funcionamiento la red. El ingeniero, más allá de pelar cuatro cables, se dedicó embobado a una preciosa alemana que le absorbe el seso y cuyo marido trata de chantajear al ingeniero para que le dé dinero e información sobre el túnel. Los amantes terminan matando al chantajista y paseando el cuerpo descuartizado en dos maletas sacadas del túnel sin destino fijo. El coronel del proyecto termina mandado al bobo del ingeniero a Inglaterra a escape antes de la policía lo enchirone y le acuse de la muerte del marido de la alemana. Ésta, que le ha prometido fugarse con él, se queda en tierra con el coronel Bob que parece mejor partido para sobrevivir en el Berlín de posguerra lleno de carencias.
Mala dirección de actores, mal guión, mal reparto de los tiempos. El director dedica mucha cinta a seguir al bobalicón en sus aventuras con la alemana y en acarrear las maletas con el cuerpo descuartizado por medio Berlín. Nadie sabe para qué ha venido este idiota, salvo los rusos que conocen todas las idas y venidas al olor de la falda de la alemana y terminan conociendo el entramado. De una película de espía, la cinta acaba en un romance ¿con una espía rusa?
montipito
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4
2 de noviembre de 2012
9 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
César [Eduardo Noriega] es un guapera rico y despreocupado que en la fiesta de su cumpleaños se enamora de Sofía [Penélope Cruz], la acompañante de su amigo Pelayo [Fele Martínez]. Pero no logra despegarse de la mujer fatal de Nuria [Najwa Nimri], un antiguo ligue que le provoca un accidente de tráfico, donde ella muere y él queda desfigurado. Pese a la intervención de los cirujanos plásticos, Cesar cae en un complejo de fealdad, una especie de narcisismo a la inversa, que no consigue remontar con una careta. Una caída mortal en la calle permite que se le apliquen técnicas de criogenización sin mucho éxito estético, a las que tendrá que recurrir cuando la compañía funeraria le propone el cambio de estética para siempre cuando la técnica lo permita a condición de dejar esta vida. Todo ello en contra del psiquiatra del hospital penitenciario donde ha sido recluido por asesinato.

Guión absurdo, actuación deficiente de los actores, salvo Najwa, y dirección inadecuada. No se da pistas de lo sucedido con lo cual durante media película el espectador está a verlas venir y cuando se entera que la cuestión que plantea el director es la de conseguir la belleza de la eterna juventud con un procedimiento de criogenización, entonces es cuando uno manda al director a freír espárragos. Noriega es un cretino narcisista, la Penélope Cruz está alelada y uno espera algo más de un director con futuro como Amenábar.
montipito
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5
30 de junio de 2012
8 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La cinta muestra la vida del sacerdote bostoniano Fermoyl desde su ordenación a su ascenso a cardenal. Comprende un periodo desde 1917-38, lo que permite al director exponer, un poco de pasada los principales problemas que afectarán a la Iglesia Católica en la entreguerras. El P. Fermoyl tendrá que orientar sobre las relaciones extramatrimoniales, separación matrimonial, aborto [caso de su hermana] vivido en sus carnes. La asistencia al cónclave le permite contactar con la sibilina política vaticana. Antes de aceptar el episcopado, pasa dos años en Viena como profesor y medio se enamora de una alumna judía. El director también quiere tocar los problemas raciales, lo que le lleva a USA y recibe una buena paliza del cucuxclan pero se hace muy conocido. Es ordenado obispo y en 1938, cuando Hitler [1933-45] está en todo su fulgor, es enviado a Viena para advertir oficialmente al cardenal de la ciudad que no debe apoyar en manera alguna las teorías nazi por ser contrarias al dogma católico. A su vuelta es designado cardenal.

El guionista tuvo a la vista el libro homónimo referido a la vida del cardenal Spelman, que fue revisado por el actual papa Benedicto XVI cuando trabajaba de asesor en el Vaticano. La película es demasiado larga y el director se dispersa mucho en asuntos poco importantes. Mejor hubiera sido mantener una tesis sólida sobre las relaciones internacionales de la Iglesia con las nuevas potencias emergentes: la dictadura de Mussolini, la guerra de España, el ascenso de Hitler al poder y la antesala de la II Guerra. Me parece que Preminger pierde el tiempo en esta película que en algún momento es una clase de catecismo. Menos sermones y más análisis de la diplomacia vaticana en los años de entreguerras.
montipito
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7
2 de diciembre de 2012
7 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El capitán Stanley White [Mickey Rourke] de la policía neoyorkina, ex combatiente de Vietnam y hombre propenso a la ira, es trasladado a la comisaría de Manhattan Sur para hacer frente a las triadas chinas que dominan la distribución de estupefacientes en ese barrio neoyorkino. Debe luchar contra un ambiente trufado de policías corruptos, asesinos a sueldo, jefes pasotas. Frente al policía incorruptible se alza la figura del jefe de la triada John Lone [ Joey Tie], que recuerda las malas acciones de los pstoleros en los años 30, de cuando la mafia campaba en el entorno de la ley seca. Entre los dos personajes se crea un clima antagónico de un enfrentamiento a vida o muerte, como en las viejas historias del western

Guión excelente de Michael Cimino y Oliver Stone que mantiene la tensión a lo largo de toda la película. Buena fotografía a cargo de Alex Thomson. Control de las secuencias masivas en comisaría, en las calles del barrio chino o en Tailandia donde va el mafioso a concertar suministro de drogas y a ajustar cuentas con rivales. Relato de gran veracidad en las escenas violentas. La peli es una especie de ejemplo de cómo reaccionaría un patriota cabreado, de aquellos que lucharon en Vietnam y perdieron, por la invasión del comercio fraudulentos de drogas por parte de los orientales en USA. La cinta no deja de ser demasiado tremendista. Pero es lo que le va a Cimino sin que el trabajo desmerezca una pizca.
montipito
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