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Críticas de Sabino (Diari Menorca)
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Críticas 38
Críticas ordenadas por utilidad
8
15 de marzo de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
‘El Atlas de las Nubes’ (‘Cloud Atlas’, Andy y Lana Wachowski, Tom Tykwer, 2013). Otro colosal proyecto fílmico de los creadores de ‘Matrix’ (aliados con el director de ‘El Perfume’) a la hora de adaptar el archiconocido libro homónimo de David Mitchell y que da otra nueva vuelta de tuerca al eterno debate sobre ciertas incompatibilidades literario-cinematográficas…Su lujosísimo reparto, encabezado por Tom Hanks y Halle Berry, se multiplica en un sinfín de variopintos personajes para esta mastodóntica y ambiciosa película, una desmesura de casi tres horas que merece mucho la pena…
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A quienes les gusten los suntuosos viajes fílmicos
(+) Su divertido y desparramado festival actoral de disfraces
(-) Su entrelineado filosófico puede no gustar y, por tanto, agotar…
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En la novela ‘El Atlas de las Nubes’, su autor David Mitchell se lanza a la complicada empresa de contar seis relatos diferentes ambientados en distintos momentos de la historia: dos en el pasado, en el siglo XIX y a principios del XX; dos contemporáneos, en los 70 y en la actualidad; y dos en un futuro en el que ha desaparecido la tecnología y la humanidad vuelve a sus raíces más primitivas… Los relatos están estructurados como si se hubiera colocado un espejo en sus respectivas mitades, reflejando en cada episodio una forma de expresividad distinta (un diario, una serie de cartas, una novela de misterio, una película, una confesión y una narración frente a una hoguera) que se relaciona con el anterior y con el siguiente, enarbolando una preciosa relación a tres bandas entre el lenguaje, la imaginación y la forma de ser transmitidos …
Cada segmento de esta particular arquitectura narrativa habla de cómo ejerce su fuerza el poder, de cómo funciona su influjo y de cómo una persona, una tribu, una compañía depredadora o un estado se sobreponen a los individuos… Su mensaje, en principio descorazonador, se aboca irremediablemente a una sobredimensión de esperanza, a una salida de estos tiempos extraños que nos toca vivir, bajo la forma de un substrato impermeable e inviolable que sobrevive a las apocalípticas evoluciones de nuestro mundo excesivamente materialista: el amor… Su ambición cinematográfica resulta innegable, mucho más allá de su montaje narrativo, necesariamente excesivo y abigarrado… Transmitir esta filosófica estructura de transmigración de las almas a través de una puesta en escena tan poliédrica y confusa le confiere, intrínsecamente, un previsible carácter de artefacto fílmico, dada su dificultosa matriz fantástica y su múltiple espiritualidad inter-temporal…
El discurso interior que propone Mitchell y la agresividad megalómana que incita su juego narrativo no son obstáculo para que los Wachowski Brothers, con la inestimable ayuda de Tom Tykwer, logren algo más que su simple posibilidad cinematográfica: ‘El Atlas de las Nubes’ se aleja rápidamente de su presunta inadaptabilidad fílmica y, desde su prometedor arranque, logra hilvanar semejante imposibilidad con confianza y descaro… Sus principales aliados son un selecto grupo de conocidísimos intérpretes (Hanks, Berry, Jim Broadbent, Hugo Weaving, Jim Sturguess, Susan Sarandon, Hugh Grant, etc…) que, en un agradecido ejercicio actoral, se meten en la piel de seis personajes distintos, uno por cada historia y época…
Su halo místico puede tomarse más en serio o menos, of course… Yo, personalmente, le tengo alergia a cualquier tipo de conectividad ‘new age’, pero cualquier apología a las alteraciones de lo establecido siempre es bienvenida…
Sabino (Diari Menorca)
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3
25 de noviembre de 2014
5 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
(+) La (inocua pero emocionante) presencia de ese Phillip Seymour Hoffman casi fantasmal.
(-) El (hipotético) veneno antitotalitarista del inicio se ha diluido en un (todavía más) absurdo sirope mesiánico-juvenil.
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Primero fueron los hermanos Wachowski, quienes desdoblaron la secuela de ‘Matrix’ en un engorroso y confuso panfleto de revolución ‘new age’ a cámara lenta… Luego vinieron las sagas juveniles de ‘Harry Potter’ y ‘Crepúsculo’, incapaces tanto de abandonar la teta del dólar literario como de aventurarse a nuevos terrenos exclusivamente cinematográficos, y que acabaron dividiendo sus respectivos capítulos finales por la simple regla de tres de doblar beneficios… El colmo eterno será siempre para Peter Jackson, con tres películas de no poco metraje precisamente, para “sintetizar” las trescientas páginas de ‘El Hobbit’ y así hurgar con triple fruición en el bolsillo del pobre fan tolkieniano…El sacrificio absoluto de la narrativa cinematográfica en pos de un doble efecto monetario en taquilla llega también a la saga de ‘Los Juegos del Hambre’… Lo peor no es comprobar cómo los ejecutivos de las grandes productoras hollywoodienses tienen la medida tomada a la imbecilidad del público actual… Lo realmente insano es asistir a ello desde una saga cómplice con la actualidad y que, supuestamente, dinamita la globalización del entertainment y pretende ofrecer un metafórico prisma ‘orwelliano’ a las nuevas generaciones… Al final, esa chavala con trenzas que, a base de flechas y argucias amatorias, debía acabar con la sordidez del show business despiadado a escala mundial, el Gran Hermano del siglo XXI, también prefiere el suculento euro multiplicado por dos…
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Lo mejor de la saga literaria ‘Los Juegos del Hambre’ de Suzanne Collins es su pragmatismo espiritual, su seca y contundente advertencia sobre el absolutismo del poder, la enajenación de la voluntad individual y la clara sublevación contra la principal arma de la que dispone el régimen económico actual: la feroz competitividad del mindundi cualquiera por hacerse un hueco en la viralidad circense de Internet, en el nuevo capitalismo cultural, en el reality show más gigantesco, en el entertainment globalizado que nos rodea… Su posterior adaptación cinematográfica siempre ha jugado peligrosamente con un arma de doble filo; su propio ensamblaje interior genera, maquiavélicamente, un elaborado juego de espejos en su sistema argumental, diseñado como otro gigantesco plató en el que los personajes anónimos deben ser protagonistas absolutos o morir en el intento…Llevada al cine, la áspera caligrafía de Collins sufre una sobreexposición mediática paralela, pues se inocula en la masa pública merced al Gran Blockbuster, formato accesible, prefijado, fácilmente digerible, con jóvenes estrellas emergentes, secundarios contrastados y realizadores asépticos, sin apenas inquietud ni voz cinematográfica propia…
A pesar de ello, las dos primeras partes cinematográficas resistieron bastante bien la arriesgada puesta en escena a la que hacían frente y la embestida conceptual que conllevaba, con fuerte contraste entre la podredumbre de los doce distritos, herencia fotográfica del New Deal en la Norteamérica de los años 30, y ese estrambótico Capitolio de brillantina y tupés imposibles; los distintos escenarios naturales donde se desarrollaban las distintas fases eliminatorias entre los adolescentes elegidos para la gloria también estuvieron, gracias a un notable uso de la tecnología digital, a la altura del imaginario literario…Tanto Gary Ross en la primera ‘Los Juegos del Hambre’ (‘The Hunger Games’, 2012) como Francis Lawrence en la siguiente ‘Los Juegos del Hambre: En Llamas’ (‘The Hunger Games: Catching Fire’, 2013) aportaron pragmatismo al asunto, con una dirección consensual y banal que integraba con simpleza la ficción editorial a su dibujo cinematográfico, mucho más descafeinado y facilón que la embrutecida y cruda distopia futurista que quiso plasmar Collins en sus libros, eso sí, pero con eficacia suficiente… El mismo Lawrence se hace cargo de las dos terceras partes de ‘Los Juegos del Hambre: Sinsajo’, por lo que este cuento de nunca acabar parece abonarse a su soso y biempensante continuismo…
De hecho, ‘Los Juegos del Hambre: Sinsajo. Parte 1’ (‘The Hunger Games: Mochingjay-Part 1’, 2014) no es más que una retahíla de situaciones muy reconocibles en sagas de este tipo, tópicos más que resobados en mil y una secuelas, y caricaturas más o menos humillantes de lo que fueron los personajes protagonistas en sus inicios… ¿Podría ser peor? Pues sí…Al multiplicarse el minutaje para llevar a cabo una tercera entrega más rentable, la acción se ralentiza hasta la náusea, la narración se detiene constantemente, aparecen escenas de la nada, ridículas e inútiles (creadas para alargar el metraje, of course, como chicle mascado hasta el sinsabor) y el efecto dramático no es otro que el del aburrimiento y la desesperación… La supuesta revolución que protagoniza Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence), a la que el actor Donald Sutherland, el presidente Snow, llega a comparar con Juana de Arco e, incluso, Jesucristo, acaba en un endiosamiento falaz, encharcado en la ciénaga de su propia autocomplacencia y los suculentos dividendos bancarios, que aún tienen pendiente estreno el año que viene… ¿Temíais una masa adolescente entregada al silbido del pajarillo, manifestada contra la mansedumbre y la opresión, con la mano levantada y los dedos índice y corazón en alto? Tranquilos, si los chavales abren la boca, será para bostezar…
Sabino (Diari Menorca)
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5
18 de marzo de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
(+) El aguerrido carisma sexual de Eva Green y algunas set pieces para enmarcar…
(-) Todo se parece, pero nada es igual…
El día de San Valentín del año 2007 las flechas de Cupido fueron sustituídas por otras menos románticas en pleno Festival de Berlín…Zack Snyder presentó al mundo la película ‘300’ y ya nada volvió a ser lo mismo…La extraordinaria utilización de la cámara lenta en las escenas de acción, la estética en las escenas de combate, el exquisito uso de la violencia como vehículo cinematográfico y, sobre todo, la increíble fidelidad a la novela gráfica de Frank Miller, nos dejaron a todos boquiabiertos… Siete años más tarde, esta secuela nos rememora aquellos excesos y aquella visceralidad, ahora desde la batalla náutica de Artemiso entre persas y atenienses, y su posterior retroceso a Salamina; repiten algunas caras y los escenarios entre batallas (y películas) se yuxtaponen a la perfección pero, aunque todo parece cortado por el mismo patrón, este film realizado por el israelí Noam Munro queda muy lejos de la brutal tragedia de Leónidas y sus muchachotes en las Termopilas…
DE 0 A 300
Empecemos de cero… ¿Cuáles fueron las claves del gran éxito del ‘300’ (2007) de Zack Snyder? ¿Su desmesurado e hiperbólico discurso visual de la violencia? ¿La reorientación física, moral, sexual y digital del género del Peplum a los nuevos tiempos (que fructificó especialmente en la televisiva ‘Spartacus’ (Starz) ? ¿Su incitada metáfora militarista sobre las rabiosas políticas exteriores contemporáneas? ¿O, ya puestos, la colección filogay de torsos y abdominales espartanos de photoshop combinada con el muestrario de piercings de Jerjes La Loca (Rodrigo Santoro)?... De todo un poco, supongo, pero en lo que ‘300’ realmente supuso una ruptura definitiva fue en el espinoso escenario de las adaptaciones cinematográficas… Snyder no sólo adaptó la apoteósica novela gráfica de Frank Miller de 1998 ajustándose perfectamente a los elementos sonoros y visuales de la narrativa del cómic, sino que reelaboró las texturas cinematográficas contemporáneas, aceptando en su totalidad aquellas imposturas que las nuevas posibilidades del medio propone, en pos de un espectáculo tan sombrío como potente, tan fantasmagórico como físico, tan artificioso como impactante…Tan real y tan irreal al mismo tiempo…
Aquella atmósfera onírica, pura abstracción entre fantasía e historia, es objeto de una calculada reproducción en ‘300: El Origen de un Imperio’ (‘300: Rise of an Empire’, 2014), con Zack Snyder al frente de la producción pero dejando la dirección a cargo de Noam Munro…Dejamos atrás a los 300 pardillos de Esparta, acribillados a flechazos por Jerjes y compañía, aunque seguimos en las Guerras Médicas, cinco siglos a.C; el general ateniense Temistocles (Sullivan Stapleton), incapaz de unir a las provincias griegas contra el enemigo común, decide emular a Leónidas y se enfrenta por libre al poderoso e invencible ejército persa, liderado por el rey convertido en diós Jerjes (Santoro) y su fiel comandante Artemisa (Eva Green)…Ya tenemos historia (que no Historia, con mayúscula), aunque a la previsible combinación de musculadas tabletas digitales con hemoglobínicas mutilaciones perfectamente orquestadas le podemos añadir un agradecido plus erótico-homicida de la mano de la venenosa Artemisa y la estupenda pulsión sexual que mantiene con Temistocles…
¿SPARTACUS DE SALAMINA?
Como colección de violentas ‘set pieces’ de fantasía heroica con transfondo real histórico, esta vez enmarcada en las batallas de Artemiso y Salamina, no hay nada que objetar, pero esta secuela de Munro pierde un elemento clave con respecto al film de Snyder: el brillante espíritu humano, trágico y gráfico, que heredaba de las páginas de Frank Miller y que justificaba su hermosa impostura digital… Aunque ‘300: El Origen de un Imperio’ también tiene su reflejo editorial en la limited serie ‘Xerxes’ (también de Miller, of course), ésta iba a ser publicada coincidiendo con el estreno de la película en Estados Unidos, aunque misteriosamente se pospuso su lanzamiento hasta nuevo aviso… Parece ser que la naturaleza artificiosa de esta película no obedece a sincronía alguna con las fabulosas viñetas de un mágico tebeo… En la cruenta batalla por el reino del box-office monetario, esta secuela “se cuela” por libre… Tampoco pasa nada… Con los pastillotes de goma y la sangre a borbotones, va incluido otro polvazo del siglo… La sombra de ‘Spartacus’ es alargada…
Sabino (Diari Menorca)
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8
15 de marzo de 2014
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
‘Expediente Warren: The Conjuring’ (‘The Conjuring’, James Wan, 2013). Otra extraordinaria película de casas encantadas y espectros parasitarios del realizador de ‘Saw’ (2004) y de la impresionante ‘Insidious’ (2010)…Muñecas poseídas, cajas de música aterradoras y otros ruinosos epicentros del mal acechan la casa de los Perron (Ron Livingston y Lili Taylor)… Menos mal que tenemos a los ‘vanhelsingianos’ Ed y Lorraine Warren (Patrick Wilson y Vera Farmiga) para arreglar las cosas... Terror imperial de la mano de James Wan, alguien que conoce todos los recovecos cinéfilos del género y que, además, posee una técnica absolutamente prodigiosa…
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Sencillamente, para los amantes del buen cine de terror
(+) La estructura narrativa y la ejecución de Wan no tienen desperdicio
(-) Alguna concesión a la noñez hippie de la época
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TERROR ‘VINTAGE’ IN THE HOUNTED HOUSE
‘Insidious’ (2010) significó la consagración definitiva de James Wan en la realización del género de terror como uno de sus puntales contemporáneos más importantes y venerados… Aquella inspirada realización de los creadores del fenómeno ‘Saw’, apoyada en trucos teatrales que lograban la eficacia perfecta a la hora de asustar y sin demasiados fuegos artificiales, asentó un estilo particularmente atractivo que apoyaba su producción en una sana regresión hacia referencias clásicas a la vez que reinventó el muy explotado subgénero de las casas encantadas… Aquella magnífica película, un artefacto de serie B con tremenda casta y toneladas de talento cinematográfico, demostró que el cine de puro y contundente terror aún puede helar la sangre al más curtido y experimentado espectador del género (por poner un ejemplo, este humilde servidor)…
La reválida de aquél cénit es esta ‘Expediente Warren: The Conjuring’ (‘The Conjuring’, 2013), en la que Wan ha doblado la apuesta en lo que se refiere a la renovación del género de las ‘haunted house movies’, a la eclosión del terror ‘vintage’, a la reivindicación de las imposturas descaradas como eje fundamental del fantastique y, en definitiva, a la contemplación del pasado como herencia a reverenciar, merced a una caligrafía visual perfectamente especiada de trucos tronados, sustos abrumadores y ajados golpes de efecto…Desde la fundacional y mancilladísima ‘Saw’ (2004), James Wan ha demostrado que el cine es para él un juguetito con el que divertirse, aunque para ello se sirviera de meras abstracciones de aquellos géneros que manoseaba, fuese una carnicería humana con corrección política (que derivaría fatalmente en la famosa saga de terrible ‘torture porn’) o la clásica peli de venganzas en ‘Sentencia de Muerte’ (‘Death Sentence’, 2007), por ejemplo…Con su nueva evocación al cine de fantasmas, su arsenal referencial ha vuelto a convertirse en el festival de la función…
ANNABELLE Y EL ESPÍRITU ‘PULP’ DEL MATRIMONIO WARREN
‘Expediente Warren: The Conjuring’ vueve a beber, como ya hizo en ‘Insidious’, de ‘Poltergeist’ (Tobe Hooper, 1982’), de ‘Terror en Amityville’ (‘The Amityville Horror’, Stuart Rosenberg, 1979), de ‘El Exorcista’ (‘The Exorcist’, William Friedkin, 1973), de ‘El Ente’ (‘The Entity’, Sidney j. Furie, 1982), etc…; es decir, que Wan ha vuelto a recoger la tradición propia del cine de terror de los años 70 y 80, haciendo especial hincapié en el carácter heroico de Ed y Lorraine Warren (estupendos Wilson y Farmiga), una matrimonio de investigadores de lo paranormal que evocan una espiritualidad de serial ‘pulp’ realmente prodigiosa y que se convierte en su principal virtud (y que también puede dar inicio a una exitosa saga de aventuras sobrenaturales, of course)…
Dignificada la reabsorción de los códigos cinematográficos pretéritos, ineludible su enorme personalidad y su capacidad para manifestar atmósferas bizarras y surrealistas, James Wan ha establecido una curiosa y generosa jerarquía fantástica desde ‘Silencio desde el Mal’ (‘Dead Silence’, 2007) que no deja títere con cabeza, nunca mejor dicho, realizando una impagable catarsis de todos los clichés y convenciones con los que juega para desnaturalizarlos y arrebatarles su sentido primigenio, otorgándoles su propio aliento… La forma de encadenar la desasosegante presencia secundaria de la muñeca Annabelle a la trama principal del hogar de los Perron es magistral y demuestra que con James Wan todavía es posible diviertirse con el género… Será por juguetes…
Sabino (Diari Menorca)
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9
20 de noviembre de 2014
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
(+) La puesta en escena de Fincher… Cada vez más simple, efectiva, madura y poderosa en detrimento de la sofisticación y el ‘viedoclipismo’ que le encumbró…
(-) El argumento (de Gillian Flynn, fiel a su propio libro) está abiertamente fracturada y tiende a la división narrativa, lo que puede causar cierta confusión..
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Nick y Amy Dunne (Ben Affleck y Rosamund Pike) son la pareja perfecta… En la misma mañana de su 5º aniversario de boda, Amy desaparece con evidentes rastros de violencia en su casa y, a medida que pasan los días y avanza la investigación, crecen las sospechas sobre la implicación del marido, mientras se va advirtiendo en éste un perfil mucho más complejo y perturbador de lo que aparentaba ser… El rompecabezas literario de Gillian Flynn le sirve al gran David Fincher para introducirse en el espinoso terreno de la superficialidad mediática y del acoso y derribo de la imagen pública, partiendo de la perspectiva cerrada de una pequeña comunidad de Missouri hasta llegar a un sobrecogedor ámbito nacional, y en cuya trama criminal se esconden unos muy trascendentes perfiles psicológicos y sociales… Un Fincher en su salsa, que vuelve a demostrar el enorme poder que sabe ejercer sobre la pantalla y que luce su asombroso músculo cinematográfico en ‘Perdida’ (‘Gone Girl’, 2014), este imprescindible, intersantísimo e intrigante thriller, que le empareja, como nunca antes, con el eterno enemigo de las rubias: Sir Alfred Hitchcock, of course…
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Es de sobras conocida la devoción servil y la frustración automutilante (satisfecha, en cierta forma, en sus posteriores maltratos cinematográficos a Kim Novak y, sobre todo, a Tippi Hedren) que Alfred Hitchcock profesaba por las diosas blancas y rubias…Su obsesión guardaba cierto parecido con la famosa patología que debe su nombre a Leopold von Sacher-Masoch; de hecho, Wanda von Dunajew, la fustigadora heroína de éste en su libro ‘La Venus de las Pieles’ (‘Venus im Pelz’, recientemente revisitado para el cine por Roman Polanski en ‘Venus in Furs’), le dice a Severin von Kusiemski, su rastrero acólito: “Tú miras el amor, y especialmente a las mujeres, como algo hostil… el poder que ejercen sobre ti te provoca una sensación de tortura placentera, incluso de hiriente crueldad. Un punto de vista genuinamente moderno”… Es más que probable que el David Fincher más deudor de Hitchcock hasta la fecha, haya sucumbido a las profusiones sadomasoquistas del maestro británico… O, al menos, es lo que parece, si atendemos a la desasosegante Rosamund Pike, la esposa perfecta, que antes fue la niña tras la Asombrosa Amy, estrella literaria infantil, y que luego devino novia cómplice, amante total y compañera amantísima, para acabar siendo la misteriosa rubia elíptica de Nick Dunne, a priori marido ejemplar, pero que esconde la poliédrica personalidad masculina de los nuevos tiempos, un Ben Affleck superlativo que juega a ser el yerno que todo suegro desea o el escritor frustrado por la crisis, reciclado a camarero y voraz consumidor de sueños sin cumplir…
Es más que evidente que al realizador de ‘Se7en’, ‘The Game’ o ‘Zodiac’ le gustan los juegos peligrosos y nada convencionales… Si Hitchcock hizo patente la vulnerabilidad de nuestras casas y atentó contra la idea misma del hogar, privando al espectador del apoyo moral que este ofrece, Fincher no sólo convierte los dormitorios y las cocinas en escenarios de un crimen (y a un gato robaescenas en testigo mudo de los hechos), sino que siembra duda, confusión y vulnerabilidad entre los falseados y manipulados lazos sociales de la pequeña población sureña donde viven los Dunne… Cuando la mente popular empiece a confundir y a manipular identidades, y el Gran Hermano censor provoque la morbosidad y el desconcierto que se requiere, emergerá la ‘hitchcockiana’ figura del falso culpable en Nick, esta vez llevado a un juego de espejos ciertamente esperpéntico (y en el que la imagen preconcebida del propio Affleck juega a su favor), cuya inocencia dista mucho, muchísimo, de ser advertida por el espectador… En un ejercicio de suspense asombrosamente posmoderno, Fincher se erige digno sucesor del mejor Alfred Hitchcock (y, de paso, en un genuino enemigo de las rubias)…
Gillian Flynn le sirve a Fincher un guión muy preciso de su propio libro, y éste responde con rigor y economía maestras, eligiendo las puestas en escena más apropiadas, independientemente de que éstas gusten más o menos, incluso absolutamente nada… Hace tiempo que la estética del primer Fincher dejó paso a una búsqueda interior de los recovecos más escabrosos del ser humano, poniendo en tela de juicio, sin sermones ni discursos, la velocidad de avance de la sociedad y la complicación del proceso informativo, merced a las nuevas tecnologías audiovisuales e informáticas…David Fincher evalúa la ambigüedad de los Dunne del mismo modo que el circo mediático distorsiona sus verdades ante la pusilánime audiencia… Nick Dunne no es un paria social como Lisbeth Salander, un psicópata ideológico como Tyler Durden o un gurú sociológico como Mark Zuckerberg, aunque quizá sí sea lo más parecido a un Severin von Kusiemski contemporáneo de la era de la televisión, el turbio y abnegado cónyuge llevado al límite de la servidumbre; una víctima más del matrimonio actual, moderno y enrollado, puro estereotipo, feroz sustituto de la fe religiosa e introducción inapelable a las inicuas formas de distribución del poder en la sociedad…
Sabino (Diari Menorca)
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