Haz click aquí para copiar la URL
Argentina Argentina · Lomas de Zamora
Críticas de Repoman
<< 1 4 5 6 10 30 >>
Críticas 148
Críticas ordenadas por utilidad
1
10 de mayo de 2020
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este esperpento mezcla tres ingredientes que detesto: destrezas técnicas totalizantes pero inexpresivas, fantasías de gente con plata que no interpelan a nadie, y erotismo burdo.

Pero no sólo eso, a través de la historia de un dramaturgo y actor venido a menos, esconde toda una seudo reflexión, -que no llega ni asoma a ningún lado- acerca del arte, sus circuitos de circulación, y su éxito o fracaso de público. Según dicha reflexión, el público (es decir, toda la gente no-artista) seríamos unos terribles idiotas sincerebro ni opinión; los medios serían cínicos resentidos sin pasión por la vida; y los artistas, alquimistas incomprensibles que bien pueden caer en (o de) su estado de gracia inexplicable.

La película expresa un discurso que insulta al público, pero también, una forma que insulta la inteligencia de quien la mire (sirva de ejemplo la inútil escena lésbica entre las lindas actrices que hacen de amante y asistente del protagonista).

Eso sí, la cámara no se detiene nunca. Menuda peripecia.
Repoman
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
28 de marzo de 2021
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entretenimiento de acción y suspenso, que parte de una idea fenomenal, pero va perdiendo interés a medida se acerca el final. Sin embargo, no sólo se deja ver, también se deja "pensar", con todos esos planteos de género -no del todo- subrepticios: una mujer policía, novata, es acosada por un testigo (pero también por los ladrones, compañeros, los abogados, su padre, el sistema, etc etc etc). "...eres muy bonita, ¿por qué te has hecho policía?"

Bigelow demuestra pasión por la imagen, por la iconografía de acción y por la Nueva York que retrata. Capital del caos, de la soledad, del acoso callejero y de los corredores de bolsa psicópatas. Maneja un ritmo inmejorable, de persecusiones y tiroteos, mezclados con realentizados traumatizantes y tensas quietudes. Y hace avanzar un argumento de acción, de cine de género, bastante entretenido. Sin embargo, rellena la historia de situaciones y diálogos que completan una especie de denuncia: ¿qué le pasa a una mujer, cuando se corre del lugar en donde la sociedad la coloca? Redondea una película tanto para dejarse llevar, como para pensar.

Y todo esto en 1990, sin alardes, ni demagogias, ni "grandes" parlamentos al respecto.
Repoman
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
3 de junio de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es una bomba. Por su clima inquietante y pegajozo. Por el tenebroso suspenso de los pantanos a la noche. Porque su gigantezca bestia subacuática podría estar bajo el bote. Por la maestría en la narrativa audiovisual (hay momentos cinematográficos únicos y memorables). Por lo cojonudo que se vuelve el argumento (la misión es mucho más peligrosa que el sólo enfrentamiento con la bestia). Por que los indígenas generan una atmósfera mágica y encantadora; no solo aportan el halo de misterio propio del género de aventuras protagonizado por un científico o antropólogo. En este caso, se trata de un guardaparque, con suficiente amor por la naturaleza. Un tipo noble como el más, que se jugará el pellejo junto a dos indígenas, con nuestro corazón en vilo. Entretenida y tensa de pe a pa, y por momentos, visualmente asombrosa.

Califica como película donde la naturaleza más salvaje se enfrenta a la civilización más degradada. Pero el mensaje ecolista no interrumpe la explotación sensacionalista del cine de género, ni tampoco se banaliza por éste. Casi se podría decir, todo lo contrario. El suspenso se tensa en la delgada línea que dibuja una inoportuna frontera entre la depredación del humano, y la reacción de la bestia. En estos pantanos, que se pretenden civilizar para el turismo, la problemática explota, potencia la gravedad del asunto. Llegó el momento de encarar a la bestia, y el suspenso flota como la bruma sobre un espeso pantano. Imagínese usted, haciendo equilibro en un pequeño botecito: sus piernas lo traicionan, y su torso es un alfajorcito para esa bestia camuflada con el tono verde musgo del espeso pantano.

El terror del hombre civilizado es esta bestia, la joya del pantano, último bastión incolonizable de una era en la que los humanos no eran enemigos de la naturaleza. Una joya del cine de superacción australiano, un país en donde no sólo civilizados y salvajes tienen encontronazos, también se cruza, de manera increible, el cine de género y la sensibilidad de autor. Imperdible.
Repoman
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
21 de mayo de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de ver una película independiente en un festival, cuatro "amigos" van a una cabaña en el bosque a intentar escribir su propia película. En el bosque y a la noche, descubren que un cuchillo en la mano y una bolsa de papel en la cabeza, resultan un recurso muy efectivo para filmar un slasher.

Cine independiente, de bajo presupuesto, pocos actores, y menos locaciones. Sin embargo, estos Duplass se mandan tremendas películas con la cámara en mano y la lapicera afinada. Historias muy simples, sin grandes objetivos, discursos o personajes memorables, pero que nos permiten ver las microconexiones (y aún más sutiles cortos circuitos) que construyen las relaciones entre las personas. Pueden ser grupos de amigos, parejas que existen o podrían existir, familias hacia adentro, compañeros de trabajo, lo mismo da. La cámara de los Duplass te mete dentro, te hace parte de esas relaciones, y testigo de diálogos fascinantemente naturales, durante sucesos mundanos (incluso las sorpresas anecdóticas son mundanas, como una trompada que alguien da o un accidente de auto). Al calor de ese naturalismo y de la confianza juguetona que hay entre los personajes, se vislumbran los verdaderos lazos (o la falta de) que sujetan las relaciones personales. En el transcurso, se dicen un montón de chistes, se muestran situaciones embarazosas, y se explotan pequeños suspensos. En este caso, incluso, abordan el género terror sin comprometer el realismo que los caracteriza.

Como ya se dijo, los Duplass hacen que lo ordinario tenga pasta cinematográfica. Tanta pasta, que aquí se echaron una casi de terror.
Repoman
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
26 de marzo de 2024
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ya bastante mal escribo, y bastante ignorante soy, como para intentar un bosquejo acerca de lo que son los géneros cinematográficos, los subgéneros, las tendencias, etc. Tema éste muy tratado por grandes autores, de los cuáles lejos estoy de formar parte, ya que sólo soy un estúpido y anónimo forista sin mayores pretensiones que la de hacer carburar el cerebro e intentar conectar con alguien allá afuera, mediante estos torpes intentos de escritura.

La película en sí, creo, no deja mucha tela para cortar. Pero si me hizo pensar, justamente, en la cuestión de géneros y tendencias de la industria: ¿Qué pasa con éste, el subgénero biopic empresarial? ¿qué nos motiva a nosotros, humildes trabajadores/consumidores, a excitarnos y apasionarnos con las peripecias de los empresarios en torno a un producto tal, a un logo cual, o a una megamultinacional? ¿Dónde estamos parados, en el mapa de la organización social? ¿qué somos, socialmente? Si nos vemos como consumidores, pareciera que tenemos un rol activo, y la capacidad de elegir. Si, en cambio, nos vemos como trabajadores, pareciera que somos esclavos condenados a trabajar para otro, a no elegir. La idea de "consumidor" parte desde el negocio y, por lo tanto, nos otorga la ilusión de libertad, de elección. La idea de "trabajador", en cambio, parte desde la producción, y reconoce nuestro esforzado aporte a la sociedad, nuestro rol, nuestra utilidad.

Yo consumo, claro que consumo. Mucho cine, como verán, pero no me reconozco consumidor. O, en todo caso, reconozco que sólo desde el punto de vista del negocio soy un consumidor. Pero mi identidad la mido y categorizo, en todo caso, por el rol social que cumplo. Yo trabajo todos los días, y recién luego consumo, con la tranquilidad de haber hecho un aporte, para disfrutar luego del trabajo de los demás. En este caso, de quienes hacen películas.

Entonces, de trabajador a trabajador les pido, por favor, dejen de hacer estas películas de temática empresarial. Romantizando, con actores lindos y música pop, la actividad de frívolos y amorales (por no decir meros hijos de p...) Ceos y sus aventurillas por hacerse o no más millonarios.

Creo que la culpa de todo la tuvo La Red Social (David Fincher, Columbia, 2010), película que desató el interés de la industria por reproducir más películas de este subgénero empresarial hasta darle entidad como tal, y que funciona como retrato generacional: ya no seríamos trabajadores, ni siquiera seríamos clientes. Ahora apenas seríamos usuarios, sin derechos ganados, ni reclamos posibles, de un sistema tecnológico que se postula natural, para que, por lo tanto, naturalicemos sus salvajadas.

Cada tanto se nos permite, sintonizando este despreciable subgénero de biopic de marcas y ceos, saborear el autodesprecio de clase, besándole las sucias y sangrientas, pero bien fotografiadas, manos del amo.

PD: no, decirle a las cosas por su nombre no te vuelve comunista.
Repoman
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 4 5 6 10 30 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow