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Polonia Polonia · Galitzia
Críticas de Valkiria
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Críticas 240
Críticas ordenadas por utilidad
6
8 de noviembre de 2013
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decía el capitán de la nave del misterio, tan solemnemente él, que el que se las prometía y al que dedicó grandes minutos de tres programas enlatados de verano para comentar su enorme impacto era este peliculón del año y no otro. Sería la gran sorpesa.

La elección de Iker resultó para los mundanos un reclamo de poco calado y en los los cines un visto y no visto, además de otra pajota mental más para Cuarto Milenio. Más o menos pasó con menos gloria que pena. Según ellos, esto que nos dan en las salas sería pura historia viva de lo telúrico con el más allá, la comunión perfecta acaecida sobre la pareja a la que menos relevancia se da en esta cinta: Vera Farmiga con Patrick Wilson.

Los Warren son protas del título pero no de la película. Apunto que además, a Farmiga, super guapeta, han decidido diagnosticar antes de sus cuarenta una madurez que no le corresponde. Los cazadores de mujeres premenopáusicas esta vez se han equivocado, por lo visto.

Comentarios al margen sobre la calidad de la cinta, pocos. Es de agradecer que la televisión recomiende cine, por una buena vez. Pero por lo demás... esta no es más que una visita del 2013 a los 70, sin nada que aportar a mayores de la gran contribución de aquél cine. No se ha actualizado ni el registro ni el cansino tópico: la casa maldita. Lo que es predecible está escrito.

Por difícil que sea moverse en este medio, ni el miedo han conseguido actualizar y es el gran resto a una película que bebe de otras fuentes, no para inspirarse, sino para copiar. Mejor tecnología añadida a lo que estamos hartos de ver. Y poquito más.

Y además, el arranque de la película se diluye en el metraje a continuación, perdiendo sentido. ¿Un mcguffin? ¿Y pa qué?
Valkiria
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5
7 de abril de 2013
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Atmósfera lúgubre y opresiva muy conseguida al darle vida propia a la casa en la que se desarrolla la mayor parte de esta historia. Sin embargo, a priori interesante, el guión se malogra por ser excesivamente forzado e inverosímil.

Cabos sueltos por todas partes: los personajes de Icíar Bollaín e hijos, especialmente el adolescente, son puro bulto en una película ya lastrada por la horrible interpretación del hijo varón, (Àlex Brendemühl), de la señora de la casa, Concha Velasco.

Además, el hecho de que la pareja protagonista sea inmigrante no aporta nada a la historia. Es más un prejuicio con o sin fundamento _da igual_ que un aporte necesario y esclarecedor. De nada sirve.

Dos inmigrantes colombianos se instalan en alguna ciudad de Euskadi, él como peón de la construcción, ella como empleada doméstica interna. Se enamoran, sufren lo suyo y a él, sin que conozcamos razones aparentes, se le va la pinza montando quijotadas por salvar
el honor de su dama. Pero a lo bestia.

Ahí no acaba la cosa... Lo que viene a continuación son ocho meses de encierro voluntario en el desván de la casa en la que ella trabaja en una historia de autodestrucción que no explica ni el porqué ni el por qué no.

Muy forzada, bastante desapercibida y también prescindible. Guarda su punto de interés, no obstante, por no saberse por dónde irán los tiros hasta el final y, paradójicamente, lo que uno desea es que ese final llegue cuanto antes por puro tedio.

Destacables interpretaciones de Concha Velasco y de la colombiana Martina Gracía. Destacable fotografía y manejo de cámara con planos claustrofóbicos e inquietantes. El ritmo, sin embargo, despertando interés y tensión desde el principio se convierte en un auténtico coñazo, lento y somnoliento en cuanto el albañil loco de esta historia se auto-recluye en el desván. Psé...
Valkiria
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4
8 de noviembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy floja.
Bastante pretenciosa además.
Absurdo desenlace.
No hay nada tan poco creíble como el final de la cinta.
Eso sí, queda constatado que Madrid es una bonita ciudad.

Hugh Jackman no es santo de mi devoción pero puedo reconocer que los papeles de malo le calzan bastante bien. Así lo creo luego de su intervención en la película de Woody Allen junto a Scarlett Johansson, Scoop, y luego de visionar este thriller pedante de Langenegger.

Ewan McGregor recoge papeles, últimamente, de héroe por accidente, pusilánime fracasado y tonto del bote. He aquí la muestra y más atrás en The Ghost Writer de Polanski o en la muy chorras Tránsito o Stay de Marc Forster.

Por último, Michelle Williams sigue cogiendo carrerilla para catapultarse a lo alto de la interpretación, pero dudo que llegue a encaramarse a la cima. Tiene demasiada cara de pan. Y aquí, luce palmito para prodigarse poco más.

La complicación de la trama raya lo extremo. Forzar situaciones para volverlas inverosímiles desacreditan un trabajo que a priori resultaría interesante de no ser por la metedura de pata que retuerce tanto el guión. Me cabrea bastante que los directores, por puro efectismo, destrocen su propia obra por, quizás, codicia y prepotencia. Hacer de lo sencillo un arte, parece ser, no es máxima para estos encantadores de serpientes.

Sin embargo, lo bueno de la película es la lista en sí. Interesante media hora la que protagoniza el elitista club privado del sexo en el que se involucra McGregor. Resulta ser, al final, sólo un señuelo que el propio guión descarta de la trama principal, momento en que ésta se precipita a ese vacío de excesos inverosímiles hasta para el más crédulo. Otra vez, nos han querido vender la moto.

Pero no cuela.
Valkiria
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6
29 de abril de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
... que no película trampa. Directamente, Soderbergh nos estafa.

Primero y lo más importante, porque una demoledora crítica social que se aviene por la lógica del desarollo de los hechos se esfuma en un giro argumental de lo más absurdo, con tintes de folletín y resultando del todo inverosímil.

Es cierto que la cinta atrapa la atención del espectador y que raramente permite que te relajes. Pero si bien, durante la primera parte de la película uno no pestañea intrigado y absorto en el insano ambiente que se recrea en torno a la chica, a la "niebla venenosa" que la envuelve y a los efectos secundarios de la medicación experimental, durante el resto del metraje, tampoco decae la atención sencillamente porque uno no se cree lo que venden: que Soderbergh pueda dar una vuelta de tuerca tan catastrófica hiriendo de muerte su propia creación en lugar de, poner patas arriba a la industria farmacéutica, es una cobardía.

Por lo demás, son destacables las interpretaciones, especialmente la de Rooney Mara. El personaje de Jude Law resulta bastante antipático y aún convertido en víctima colateral no empatiza, no cae bien. Catherine Zeta-Jones, imagino que figura en la peli por ser una de las fijas de Soderbergh en un papel secundario que más parece un favor a una otrora estrella hoy en horas muy bajas: ya se sabe que la mujer en Hollywood pasados los 40 tacos se pierde o prejubila forzosamente.

Es entretenida, sin más. Sin mucho que rascar cuando aparentaba lo contrario: una sucia guerra entre gigantes de la industria farmacéutica... sólo un señuelo para una tramposa película.
Valkiria
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7
4 de enero de 2009
19 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Asombroso ejercicio de propaganda a través de un guión tramposo, para mayor gloria de la vaca sagrada de nuestro tiempo: el Holocausto y lo que da de sí como eterna tapadera.

Un emigrante húngaro es acusado de haber perpetrado atroces crímenes contra judíos desde las filas de la Sección Especial de la Cruz Flechada, las SS húngaras. Su hija, una estupenda Jessica Lange, es la abogada defensora. Ella será quien dirija no el juicio, sino el prejuicio del espectador que no está aquí ni para objetar o reflexionar, sino para callar y otorgar.

Se sucede un juicio intenso en el que Gavras juega el despiste. No obstante, el fatal desenlace se revela mucho antes (spoiler).

Se suceden los testimonios. El de un cuáquero del que no debería presuponerse subjetividad; el de una mujer católica brutalmente violada; el de la madre de un funcionario comunista; el de un operario de limpieza de la propia Sección Especial (que evidentemente no puede ser judío) y en contraposición a todos ellos: el de un anciano hebreo que ha perdido todo en la vida y de cuyo testimonio nadie osaría dudar. ¡Grandes! De todos los testimonios desestimables, ninguno corresponde al prestado por el viejo hebreo.

Destaca también la figura del juez judío, únicamente para demostrar su talla moral como ser incorruptible que no se dejará cegar por el dolor que quieren demostrar atesora, en exclusiva, el pueblo perseguido. Por eso hay que reconocerle al César lo que es del César. Los guiones de la poderosa industria judía en el cine americano son impagables. Realmente, unos genios del marketing para mayor gloria de su causa. No sólo se contentan con redundar por enésima vez en que el Holocausto es y será siempre la bala en la recámara o su as en la manga, sino que además:

- ponen en entredicho al sistema judicial americano (pese a la existencia de testimonios incontestables de honestos ancianos judíos)
- a la CIA, por servirse de antiguos oficiales de la GESTAPO para controlar a los agentes de la KGB
- cebándose con el Servicio de Inteligencia Soviética y los gobiernos comunistas señalando prácticas mafiosas en la falsificación de documentos para inculpar a genocidas (de tal forma achacan el trabajo sucio a “otros”)
- destacando a la Iglesia católica como simpatizante del presunto genocida
- y presentando al magistrado, como un hombre recto de conducta y tan justo como honorable al no ser él quien pueda juzgar por cuanto el sistema judicial es flexible y las pruebas, tal vez manoseadas por los despreciables húngaros comunistas.

De absolutamente todo se lavan las manos. Y a la vez culpan al mundo entero de lo acontecido.

Lo dicho: en una película la prodigiosa cobertura propagandística judía no sólo obliga a mamar de la ubre de su vaca sagrada, el Holocausto, sino que nos envilece contra Iglesia, comunismo, Derecho Romano y gobierno americano a través de sus corruptos sistemas de inteligencia. Bravo... se han cargado cuatro pájaros de un tiro.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Valkiria
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