Arthur Fleck no es una metáfora de los marginados y abusados. Es sólo el alter ego reprimido de JOKER, su verdadera identidad, es decir, de un asesino. Desde su primer asesinato, vemos cómo su lenguaje corporal empieza a cambiar, como una flor que se abre, naciendo al mundo. No hay ninguna motivación social detrás. Es su verdadero YO abriéndose paso. El asesinato por el placer de hacerlo.
Paralelamente a este nacimiento, la masa social aborregada lo coge como chivo expiatorio para comenzar un movimiento social hueco e irracional. Las calles se van llenado de zombis con caretas (la invasión de los ultracuerpos). Todo este caldo de cultivo ayuda a JOKER a nacer. Pero a él la revolución se la trae floja. El sólo busca hacer emerger su verdadero yo. Arthur Fleck era el personaje. JOKER es su esencia dentro de esa comedia-drama que es la sociedad. Él sólo busca un gran escenario y la masa social informe se lo otorga. Encuentra una coartada perfecta. Si esto no os recuerda a ciertas figuras históricas, es que estamos fracasando como espectadores.
Es aterradoramente simbólico todo el final, con el predominio del color ROJO por todas partes, en especial en ese acto final en el que se dibuja la sonrisa con sangre ROJA.
En definitiva, una peli brutal e impactante y sobre, todo buena, de la cual se están diciendo muchas tonterías. Contiene un mensaje mucho más inteligente de lo que se piensa, pero también mucho más conservador.