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Críticas de EddieFilmsG
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Críticas 30
Críticas ordenadas por utilidad
Crock of Gold: Bebiendo con Shane MacGowan
Documental
Reino Unido2020
7,3
890
Documental, Intervenciones de: Shane MacGowan
8
3 de febrero de 2024
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El director de «La mugre y la furia« ha vuelto al terreno de la música punk acompañado del líder de The Pogues junto a caras bastante conocidas en la industria musical, entre ellas la de Nick Cave, Johnny Depp o Bono. El director británico Julien Temple («Pandaemonium», «Glastonbury«, «Ibiza: the Silent Movie») es un habitual en este tipo de montajes musicales, tanto en cine como televisión. Ha sabido (sin moralismos) llegar a la audiencia, reflejar con acierto la cara más desconocida de los artistas y tratar temas de índole pública sin juzgar en ningún momento, como ocurre en «Crock of Gold: Bebiendo con Shane McGowan» Gracias a unos excesos por los cuales se ganó la fama de Santo Bebedor y kamikaze autodestructivo como la salvedad de la rutina artística.

El marcado acento por el (inimitable) carismático McGowan, cuyas memorias se publicaron en 2001. Además de (regalar) palabras a sus seres queridos. Todos nos podemos identificar con ese bebedor innato (ya desde los cuatro años) gracias a su tía irlandesa, la cual debe su fama. La cual debe haber sido la única influencia ya que en declaraciones de McGowan ni la Sagrada Biblia, ni el chocolate dejaron poso en él. El alcohol, el tabaco, las drogas de diseño – anunciaron una muerte prematura que jamás llegó – siguen estando vigentes en la vida del artista de Pembury hasta hoy.

Sin ir más lejos, la mejor baza que Temple nos ofrece en «Crock of Gold: Bebiendo con Shane McGowan« son esas piezas (esencialmente) cortas, satíricamente bien animadas. Episodios festivo-cómicos (alucinógenos en alguna ocasión) sobre algunas de las anécdotas personales menos conocidos de la vida personal de McGowan como ya hizo con el grupo Sex Pistols (los cuales aún se arrepienten de haberse visto caracterizados como dibujos animados) en su debut como director: «The Rock ‘n’ Roll Swindle«. Una serie de secuencias diametralmente equivalentes a las declaraciones de su autor en el pasado festival de San Sebastián, solapado con un repertorio léxico lleno de obscenidades que llenan de amor (y ternura) al oyente. Entonces es cuando el espectador llega a entender ese mundo interior tan particular como los excesos del propio McGowan.



Icono sexual y simpático bebedor
Un icono contracultural para los jóvenes británicos que nacieron durante la segunda mitad de los años cincuenta y el resto de los sesenta. Su modesta actitud en pro de reivindicar los derechos de la IRA, su falta de escrúpulos, su liderazgo al mando de uno de los grupos que marcaron la década de los ochenta le pusieron en el punto de mira de las instituciones políticas. Haciendo las delicias de groupies de medio mundo por su carisma musical, hormonas herederas de las de Elvis Presley y The Beatles, a pesar de no poseer una «cara bonita» (como él mismo declara). Iconoclasta único en su especie. Tal y como muestran las imágenes del documental Crock of Gold

La cinta no tiene ni un momento de desperdicio, todo (hasta ese pequeño idilio con el ácido y su primer acercamiento a la muerte) tiene cabida . Sin mencionar las escenas animadas, la historia tiene un ritmo endiabladamente punk y investigación en profundidad sobre los excesos personales de McGowan que le mantendrá pegado a la butaca durante las más de dos horas de duración en las que tiene cabida el metraje.

En definitiva, un llamamiento a las salas para los acérrimos de la buena música (y del cine documental también) que busquen como ver a personalidades como el propio Depp hablando con McGowan como si no hubiera cámaras de por medio no tiene desperdicio alguno.
EddieFilmsG
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8
3 de febrero de 2024
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La directora de “Meek’s Cutoff” regresa con una historia sobre un par de inadaptados que intentarán, con ayuda de una vaca, cumplir con un nuevo objetivo.

Kelly Reichardt (“Certain Women”) relata la historia de amistad entre dos buenos amigos, un inmigrante y un desterrado, con el lejano Oeste de fondo. Para ello, adapta el cuento previo al capitalismo made in USA: «The Half-Life». La relizadora une fuerzas con su colaborador Jonathan Raymond (autor del mencionado cuento) para trasladar a la gran pantalla esta épica aventura, una aventura filmada con cierta belleza simplificada al máximo con silencios cinematográficos.

“First Cow” se abre con una secuencia de inicio en la que un barco, cuyo diseño guarda ciertas semejanzas con el de “Fitzcarraldo (Werner Herzog,1982), es filmado con cierta belleza. Seguidamente se nos muestra a una mujer (Alia Shawkat) con su perro desenterrando un cadáver, para después centrarnos en los días de un cocinero, Otis ‘Cookie’ Figowitz (John Magaro), contratado por una expedición de cazadores de pieles a principios del siglo XIX. Otis es joven e inexperto, aún no ha demostrado su total incompetencia para perder a pulso este puesto de trabajo y será él mismo quien tome la decisión de abandonar este «barco» cuyo rumbo es la deriva. En ese nuevo camino se cruza con un trabajador errante chino, King-Lu (Orion Lee), en búsqueda de su aceptación social dentro de la sociedad rural americana. Los dos quieren salir del paso victoriosos. Los dos deciden emprender.


Una tremenda historia que engancha por qué hay algo pocas películas se atrevieron a mencionar antes: cómo emprender. Porque a base del dinero se construye el sueño americano y por el cual se puede dejar todo atrás, ya sean hogares, familias o, en su defecto, trabajos estables. Todo esto y más estaba en el libro de Raymond, pero es que “First Cow” va mucho más allá, va más allá de ese cine contemplativo heredero de Angelopoulos porque es cine de personajes. Cine en mayúsculas en todos los sentidos. Un western con todas las de la ley, aunque a veces haya que reinventar la ley para que funcione.
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EddieFilmsG
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10
28 de enero de 2024
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Un niño nacido el 16 de abril de 1889. Un hombre que ha logrado captar en la gran pantalla los sueños, reflejados siempre en el personaje de Charlot («Carreras sofocantes»), el gran sueño americano («El inmigrante») que vistos desde un punto de vista comunista que le encumbraría a la fama («Charlot en … Día de paga») años más tarde cantando a los espectadores por primera vez (escena final de «Tiempos modernos»), luego completamente con el sonoro («El gran dictador»). Quién iba a decir que un chico nacido en los suburbios de la Londres victoriana siguiera de actualidad en pleno 2021.

En el comienzo de esta particular obra ejemplifica como la pobreza y la caridad pueden enfrentarse en un mismo frame, no solo como denuncia indirecta, sobre la cual Ernst Lubitsch se inspirará con gran acierto en «Ninotchka» (1939) años más tarde, sino que nos pone en la tesidumbre de una madre (Edna Purviance) llena de dolor por abandonar a su hijo por falta de medios. El futuro de ese niño (Jackie Coogan) que cinco años después ha podido sobrevivir a partir de una vida (como vemos, llena de miserias) que recae en manos de un vagabundo (Charles Chaplin) en estado de gracia.

Buen ejemplo, en propias palabras de George Bernad Shaw: «el único genio que había nacido pantalla la gran pantalla» de lo que es y fue Chaplin en «El chico», un essential classic de 2021. Los motivos son diversos. En primer lugar tenemos diversos golpes de efecto. El arte del slapstick (conocidos popularmente como golpes visuales) llevado a la máxima , pura teatralidad plasmada en celuloide. «El chico» se ha ganado a pulso un lugar especial en el podio de las comedias clásicas de Hollywood. No solo por la innovación formal sino por las técnicas que se introdujeron en la Keystone (compañía dedicada a la comedia) a partir del año 1912. Antes había pasado por la Biograph, donde dio cuenta de su talento vodevilesco llevado a la pantalla. Fue devoto abierto de Max Linder (comediante francés de la época), de Marcelino Orbés (payaso internacional nacido en Jaca) y de Jean Renoir (director de cine) llevando el humor (elegante y lleno de nervio) a cotas inalcanzables de la comedia sofisticada.

En segundo lugar, sorprende su cuidada puesta de escena. Curtido entre la escena teatral y el music hall, Chaplin aprendió varias lecciones que llevaría a Nueva York, Mack Sennet, entre muchos, fue uno de los máximos responsables de lanzar al gran público a este genio británico al estrellato mundial. Después de 26 meses trabajando para Sennett Chaplin no seguirá abonado a esa comedia, una comedia cargada de filántropos, perdularios y violentos esquemas narrativos. La manía de jugar con el bastón se transformaría en  consolidado, una estrella (creado a partir de la fama del mítico personaje) que alcanzaría la fama en el año 1915. 
En tercer lugar, tenemos el potente personaje creado por Chaplin. Hablamos de Charlot. Creado a partir de atuendos tan sencillos como unos botines, un pantalón sucio y holgado, un bombín inglés, un bastón andarín y un mostacho de señor, gozó de bastante, bastante popularidad durante la década de los años 20 con multitud de imitadores: Billy West en Rusia o Raj Kapoor en la India. Años más tarde aparecerían falsos Chaplin en Italia (Totò), en Francia (Jacques Tati) o en México (Cantinflas). Pero ninguno de ellos ha podido estar a la altura del Chaplin original.

No podemos olvidar que en este clásico es de vital importancia el valor de la infancia y la figura paterna. Los mejores recuerdos que nos asolan la mente provienen de nuestra juventud, ¿cómo no sentirse identificado con nuestro niño interior? El personaje de Coogan está lleno de momentos que todxs hemos podido vivir en nuestra vida. Aquellas gamberradas de niños, haber sido robado los juguetes por otro niño o ser defendido por alguien mayor en una pelea callejera. Nunca antes se había conocido en ficción a un «padre» cinematográfico tan carismático. De hecho, es irónico que el propio Chaplin no pudiera ser criado por un padre, es aquí donde reside una de las interpretaciones más brillantes de su carrera. Si no existe un referente en la vida real, crea una versión propia.

Destaca la elección del joven actor Jackie Coogan. Tal y como se dice, la verdad cinematográfica es, en esencia, lo que desprende el joven Coogan en todos y cada uno de sus gestos, pues existe la realidad «real» y la realidad «cinematográfica». El mero trabajo de un ebanista en el momento de ponerse en la tesitura de «crear» un mapa mental, lo mismo para un pintor o diseñador gráfico actualmente. «crear» un mapa mental, lo mismo para un pintor o diseñador gráfico actualmente. Como bien decía Dziga Vértov cuandose refería al trabajo actoral sobre la necesidad de contar verdad en el cine: «[…] tienen la cámara de cine perfeccionada para entrar aún más en ese mundo invisible, para explorar y grabar fenómenos visuales de lo que está pasando ahora, que lo que sea tomado en cuenta en el futuro, no se olvida».

Este largometraje, cinematográficamente hablando, fue pionero en su formato. En 1920, la First National Pictures ya había producido y distribuido varios mediometrajes de Chaplin en USA: «Armas al hombro» (1918), «Vida de perro» (1918) y «Al sol» (1919). Pero hasta el año 1921 no fue que se invirtieron seis bobinas de película para rodar la película de Chaplin más ambiciosa hasta la fecha. Y aquí es cuando, en última instancia, entra en juego el preámbulo para rodar unos gags humorísticos sublimes acompañados por las acrobacias de Chaplin (momentos de pura actuación circense), momentos icónicos en los que varios puntapiés aseguran las risas flojas en el espectador. 
EddieFilmsG
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Siete mundos, un planeta (Miniserie de TV)
MiniserieDocumental
Reino Unido2019
8,6
700
Documental, Intervenciones de: David Attenborough
9
29 de septiembre de 2020
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Lo primero que se me pasó por la cabeza en el momento de buscar algún documental de calidad en la plataforma X fue decididamente ver algo de la BBC. Archiconocida por sus documentales de naturaleza y de fauna (véase Planet Earth). De forma aleatoria, así apareció esta serie de siete episodios (fantásticos todos) en el buscador con una gran calidad de imagen/sonido sobrenatura y con el nivel que se espera de una producción de la cadena británica. Esta es mi forma de verlo: si no eres un apasionado del género no degustarás sus elementos en su totalidad. Así que más te vale reconocer que eres un gran humanista tal como lo era el genial Félix o resarcirte de tus prejuicios y descubrir la obra documental que Greta Thunberg estaba esperando. En definitiva, este documental de siete episodios nos invita a celebrar, difundir y proteger La Tierra.
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EddieFilmsG
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3
24 de septiembre de 2020
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Pues ésta no es la historia que nos habían contado, pensará más de algunx ¿verdad? El cuento de Perrault dado la vuelta y con un giro final que te dejará con el culo torcido... Pues al principio la aventura promete pero luego verás como acaba CONTINÚA EN LA ZONA SPOILER.
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EddieFilmsG
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