Bien, Cartoon Network ha hecho en estos últimos años principalmente series de humor absurdo, pero con algún toque que de gracia a adultos. Pues esta serie en concreto me parece la excepción, es humor absurdo, sin ninguna coherencia y con personajes muy pesados, he visto bastantes episodios y me he reído en muy pocas ocasiones.
A lo mejor a los niños pequeños le gusta, pero para el espectador intermedio resulta muy tediosa.
Nada recomendable, está a años luz de Historias Corrientes u Hora de Aventuras.

Mira cómo corren es una película bienintencionada y ligera, que no aspira a ser nada más que un whodunit para pasar el rato. Esa es su virtud, pero también su defecto. No aporta absolutamente nada que no hayamos visto ya recientemente en películas deudoras de la obra de Agatha Christie como Knives Out o las aventuras del Hercules Poirot de Kenneth Branagh. Sam Rockwell y sobre todo Saoirse Ronan están divertidos, pero sus personajes, como los secundarios son planos como un folio y solo Adrien Brody se acerca al rol de robaescenas. Con un elenco de secundarios tan insulso, saber quién es el asesino despierta poco interés en el espectador y no ayuda que su último acto resulte bastante chapucero. Un aspecto técnico cuidado, que recuerda en ocasiones a Wes Anderson, y una duración óptima para lo ofrecido salvan a una película vistosa pero que no deja ninguna huella.

Segunda adaptación a la gran pantalla (aunque la primera fue inicialmente una miniserie) de It, una de las principales novelas de Stephen King.
Personalmente no he leído el libro, y no he visto la película de los 90 (pero espero hacerlo pronto) y pese a ello tenía muchas ganas de que llegase este remake.
Los trailers y publicidad de este film me parecieron brillante, lo que acentuó mis ansias de verla.

Y por suerte no me he quedado decepcionado. It me ha parecido una gran película. Es divertida cuando tiene que serla y da miedo cuando tiene que darlo (aunque a lo mejor ahí se queda flojo). Sin embargo tiene sustos correctos, con buenas escenas de tensión. A destacar también una más que decente banda sonora y unas grandes actuaciones de los niños. Pennywise, y su actor Bill Skarsgard no se quedan atrás, sale cuando tiene que hacerlo e impone.

En el punto negativo destaco de nuevo que no da excesivo miedo, o no el que se esperaba con los trailers. Tiene escenas bastante crudas y momentos de tensión, incluso sustos inesperados pero la sensación de miedo no está presente excesivamente. Por ello dejo claro que It es más una película de aventuras con toques de terror. Es importante saber a lo que uno va para que luego no lleguen las decepciones.

De todas formas, creo que el concepto de "miedo" en esta película no es el que todos esperamos, está ahí pero no de la forma que pensamos. Basta con ver la escena de la niña (gran interpretación de Sophie Lillis) con el farmaceutico, o con su padre. Eso sí es miedo.

Hablándolo con un amigo lector de la novela y viendo algunas opiniones en internet, no es una adaptación 100% fiel al libro. Hay ciertas libertades, pero la esencia está ahí y no es un insulto a la obra de King. El propio maestro ha declarado estar más que satisfecho con el trabajo de Andy Muschietti. La novela tiene más de 1500 páginas, por lo que la confirmada segunda entrega de It es totalmente necesaria. La esperaré con ansias.

En spoiler comento las escenas que más me gustaron

Aunque sea de una forma distinta, Scott Derrickson vuelve a a tropezar en la misma piedra que en Sinister: no responder a las expectativas que la propia película crea en sus compases iniciales. Así, esta obra que arranca con una lograda ambientación setentera a través de su fotografía y una premisa muy perturbadora, no tarda en revelarse como algo mucho menos retorcido de lo esperado.

Y es que, ya sea por su estructura narrativa o por los elementos presentes en su guion (desapariciones en un pueblo, un villano a modo de hombre del saco, una niña con poderes sobrenaturales...), se percibe de Black Phone una suerte de homenaje a los relatos de terror clásicos (entendiendo como clásico a los cuentos de Stephen King, por ejemplo), que se resuelven más por lo emotivo que por lo espeluznante, por lo puro más que por lo visceral. Ese romanticismo, impropio del terror de esta época le da un valor añadido a Black Phone, pero por desgracia la película no queda en más que eso.

Desconozco si la intención de Derrickson era llegar a crear un imaginario terrorífico propio (desde un punto de vista más bien superficial el personaje de Ethan Hawke invitaría a permanecer en la memoria) o sencillamente homenajear a un tipo de cine de terror ya casi en desuso, pero sea como sea el resultado no responde a las expectativas que crea la propia cinta en sus primeros minutos (esos créditos iniciales, que como en Sinister hipnotizan) ni las que podían causar estos 8 años que el director ha esperado para volver al género del terror (y 10 desde su obra más aclamada, Sinister). Me parece bien la idea de presentar un cuento de miedo sin mayores pretensiones que enfrentar a un héroe contra un malo muy malo y donde el protagonista, de una forma u otra, lucha por superar sus miedos. Menos es más, que se diría. El problema es que cuando desprendes a una película de texturas (hay tantas preguntas sin resolver en el guion...), queda algo plano. Bienintencionado pero vacío.

Black Phone tiene buenas actuaciones (Ethan Hawke hace mucho con muy poco) y un notable trabajo de producción. Además, resulta solvente y entretenida. Sin embargo, es una lástima que también sea tan tibia, olvidable y en última instancia decepcionante. Scott Derrickson sigue aportando cosas interesantes al género, pero no creo que esta vaya a ser la película que le consolide como un icono del mismo.

Homenaje en vida a un hombre (llamado Scott) que revolucionó el hip-hop a base de sonidos novedosos y, sobre todo, líricas sobre la salud mental con las que muchos se sintieron identificados. Puede acercarse en exceso al encumbramiento, pero el documental gana enteros cuando toca también los momentos más bajos de Scott. Robert Alexander la da un aspecto muy atractivo a la película, utilizando un montaje muy dinámico y apostando en ocasiones por una puesta en escena arriesgada (p.e: Jaden Smith representando un capítulo de la vida de Kid Cudi a través de la expresión corporal).

En definitiva, un muy buen repaso a la carrera de Kid Cudi que ayuda a entender por qué se le tiene en tan alta estima dentro de la industria, a la vez que una muy buena reflexión general sobre lo que significa ser un artista influyente.