Nunca había visto a tanta gente salirse de una sala de cine. La película no solo es aburridísima, sino que lo que busca es el morbo con el efectismo de algunas escenas. Los actores dan pena, si eso es actuar Steven Seagal se merece un Oscar honorífico.

Una película sin ningún sentido donde todo está mal planteado y que deseas que acabe lo más pronto posible.

Pésima

Fincher se aleja de sus anteriores trabajos y adopta una estética, podría decirse que más realista. Deja atrás artificios y movimientos de cámara impactantes para centrarse en la historia. Aunque hay que decir que hay un par de planos excelentes típicos de Fincher. La cámara en picado siguiendo al taxi donde Zodiac vuelve a actuar y esa imagen del puente de San Francisco, también en picado son increibles.

Fincher nos demuestra que no sólo sabe hacer grandes artificios estilistas y demuestra que puede contar una historia de manera "normal" y poder sobrecoger al espectador de igual manera.

El fallo que le encuentro a la película es su larga duración y algunos momentos de tedio al mitad del metraje. El que la trama se centre en las pesquisas policiales en vez de ser un thriller de acción al uso le da puntos a la película. Se puede ir viendo la evolución de los protagonistas y esa desesperación ante la falta de pruebas y la sensacíón de tener al individuo entre las cuerdas.

Sin duda Mark Ruffalo borda su papel y deslumbra con su brillante actuación. Ya antes había demostrado sus habilidades, pero la naturalidad con la que actúa es increible. Logra eclipsar al resto del reparto. Robert Downey Jr ya me suena antes de haberlo visto en papeles o situaciones parecidas, y su personaje es el que menos chicha aporta a la trama. Jake Gyllenhaal si que se salva y de nuevo vuelve a brindarnos una buena interpretación al ver la evolución del personaje ante los sucesos de Zodiac.

En fin, no es la mejor de Fincher...ni de calle...pero se deja ver aunque la duración sea inútilmente larga. Podian quitar 20 o 30 minutos de película y el resultado habría sido más o menos el mismo.

Sin duda una de las mejores películas de Kubrick, solo superada por Senderos de gloria, y una de las mejores de los últimos tiempos.
Kubrick refleja en dos partes de una manera cruda y realista dos aspectos característicos de la guerra, el entrenamiento y la guerra en sí.
Se realiza una crítica amplia de la guerra en general desde la perspectiva de los soldados que combaten en ella, por lo tanto, sobre los protagonistas recae el verdadero peso de la película. De esta manera los efectos especiales quedan en un segundo término y son los actores los que realizan todo el trabajo de una manera brillante, dando a sus personajes un realismo increíble.

La película empieza medianamente bien, pero en cuanto la acción se va desarrollando todo se hace más aburrido, previsible y pesado.
Esta película nos la conocemos de memoria, pero si almenos las actuaciones y el guión aportaran algo nuevo al género...pero es que ni eso. Paul Bettany es un pésimo villano, al igual que Ford en su nada creible papel de sufrido padre en apuros. Los secundarios, como Robert Patrick, Virginia Madsen o Robert Forster no pueden hacer nada para que la película tenga el mínimo interés.
Una banda sonora bastante mala y fuera de lugar en todas las escenas. Las situaciones son de lo más delirante a medida que se va avanzando en la trama...que si el móvil, el mp3, la secretaria tonta, el bobo guitarrista, el jefe que no pinta nada...y el desenlace final...todo bastante cutre y cogido con pinzas.

Nada que ver con la excelente La habitación del pánico, almenos ahí el director sabía dirigir y contar una historia original de manera adecuada, con unas interpretaciones más que buenas.

Sabemos que las escenas de acción las puedes hacer tu Harry, pero elige mejor tus trabajos.

La idea original de la saga Saw cada vez es tenida menos en cuenta, y ya no saben que contarnos ni de que manera. Una película por año cuesta esfuerzo (aunque ahí esta Allen, que pese a todo algunos altibajos si tiene), las ideas se acaban y los guionistas se las tienen que ingeniar como sea. En esta cuarta parte de la saga, todo esto se nota. La película básicamente es una mezcla de las anteriores tres entregas, removiendo el pasado para no perder al personaje de Tobin Bell. Eso sí, los inventos macabros no faltan.

La sorpresa final de la primera película, o incluso la segunda, quedaron abandonadas en la anterior entrega, y en esta intentan metérnosla doblada de mala manera.


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