Madre mía, que maravilla. El conflicto vasco visto desde la única perspectiva posible, y digo única perspectiva posible porque cuando se asesina a niños no se puede justificar ningún acto, teniendo en cuenta que hablamos de una "guerra" en la que un bando se dedicó a asesinar de forma cobarde, por la espalda, a distancia, con impunidad a personas indefensas, que nunca esperaron ese destino. Niños, mujeres, inocentes bebés. Eso, gudaris, no es una guerra. En una guerra de verdad ambos bandos van de frente, armados y conociendo las posibles consecuencias. El tiro en la nuca es lo más miserable que hay. Vosotros, gudaris, fuisteis unos cobardes, unos delincuentes comunes, unos psicópatas que visteis en ETA una salida a vuestros instintos y unos llorones. Llorabais como niñas cuando os detenían. Menudo ejército.
Por otra parte, la aparición de Zapatero en la serie es repugnante. Yo creo que los responsables de la misma dejan que él mismo se retrate. Atribuyéndose todo el mérito de lo que no es sino una rendición de la democracia ante el terrorismo.

Apostaría a que la elección de Alexander Skarsgård como parte del reparto no es casualidad ya que él mismo protagonizó Perros de Paja (2011) y este film no deja de ser lo mismo pero trasladado a la posguerra mundial.

No termino de entender qué fue lo que hizo que en mi juventud me enganchara a esta serie y que incluso me gustara. Es ridícula y da verdadera vergüenza ajena ver las actuaciones de casi todos los pseudo actores. Los que mejor lo hacen con diferencia son los del clan gitano. El comisario Poveda está atacado de los nervios, todo el día gritando. La dirección pésima. Las escenas de acción pésimas. Lo único que vale la pena es el valor documental de ver la España de aquellos años, el resto para olvidar.

Asusta poco, muy poco. Lo único que sobresalta son los subidones de volumen en los momentos "álgidos". A los fantasmas de los niños les falta, no se...... ese punto sobrenatural. Se nota demasiado que son niños maquillados estilo Halloween. Se echa de menos algún efecto más logrado, como que fuesen transparentes o algún tembleque de esos tan recurrentes.

Para los que rondamos los 50 y vivimos nuestra adolescencia en un barrio, con sala de recreativos, futbolín, Space Invaders y sin un duro en el bolsillo, esta película es un regalo para los sentidos, un viaje en el tiempo. Me ha encantado la ambientación y la historia. La Perros Callejeros del siglo XXI no desmerece al cine quinqui. Solo me ha decepcionado un poco el final, la última media hora (spoiler)