Aporta originalidad (chinos contra negros) y buenas coreografías de acción. Da lo que promete aunque esté hecha para el lucimiento de Jet Li (el Jackie Chan malo). Combina algo de humor (se agradece) con peleas y persecuciones al viejo estilo. Perfecta para una sobremesa de sábado o domingo.

Intenta reflexionar abusando de la voz en off (que personalmente me desagrada mucho en una pelicula) acerca de lo que es el ser humano y la vida en general. Muestra la muerte y la posterior resurrección de una persona y los problemas biológicos y psicologicos derivados de todo el proceso.
Se me ha hecho larga y he mirado algunas veces el móvil, señal de que me he aburrido en el cine.
Los constantes y repetitivos flashbacks rompen el ritmo de la película y no la dejan avanzar.
En el plano visual es lo que se espera: una buena ambientación y un correcto vestuario, para mi lo mejor de la película, junto con una Oona Chaplin inmensa que se merienda a todos los demás actores. De casta le viene al galgo.La historia floja y previsible.

Historia ya vista sobre una mentira que engulle al protagonista, un aspirante a escritor, al que toman por asesino y lo obligan a matar a un presidente de un país sudamericano.

Nos ofrece un rato de entretenimiento jugando al los enredos, aportando pequeñas cosas nuevas como cuando el protagonista imagina como actuaría su personaje ante algún desafío.

Película sencilla y llena de estereotipos, que no se toma en serio a si misma lo cual es de agradecer. Para ver en la sobremesa de un fin de semana y poco más.

La veía con escepticismo por el olor a culebrón, pero el sello Netflix la avalaba y le di una oportunidad.
Se ve rápido y mezcla la parodia con el drama. Sin caer en exceso en los estereotipos retrata los personajes típicos del mundillo del fútbol: Jugadores, entrenadores, directivos, agentes, hinchas.. todos tienen su lugar y no suelen salir bien parados en esta producción.
Se deja ver y provoca más de una carcajada. No se toma en serio a si misma y eso es de agradecer.
Espero ansioso la segunda temporada.

Una vuelta de tuerca más a una investigación policial con juicio posterior. Cuenta esos pequeños detalles de un proceso que no salen en las películas y que hacen muy creíble la historia. La cantidad de papeles a firmar por un detenido, abogado o testigo, los minuciosos procedimientos policiales, la rutina del día a día de una comisaría. La verdad no le importa a nadie, ni a abogados defensores ni a la fiscalía. Solo les importa ganar el juicio. Hacer bien su trabajo. Para eso están allí, para que el sistema funcione.

Un muchacho de origen árabe conoce a una chica que le arrastra en una espiral de drogas, sexo y juegos macabros. A partir ahí todo se le vuelve en contra. Todo el mundo le da la espalda menos sus padres y un abogado de tres al cuarto que conoce en comisaría. Un perdedor que esta vez se resiste a perder.

Excelente serie de HBO con el nivel de calidad a los que siempre nos tiene acostumbrados. Un John Turturro en estado de gracia que se come a todos los demás personajes que aparecen en escena, que aun siendo correctos, no pueden compararse a este monstruo de la interpretación.