Una buena comedia negra llena de tiroteos, frases ironizadas entre los enfrentados y muy bien ejecutada el resto de la trama. Un buen homenaje a este tipo de cine de los años 70´s, mezclado con un sub mensaje a lo Tarantino, entretiene a más no poder con buenas pinceladas en la lucha y tiroteo.

Muchos critican la película por no sonar real. A ver, esta basada en una leyenda, como aquella leyenda que decía que Hitler nunca se suicidó y se fue a pasar sus últimos años a Argentina. Si la gente se lo toma como algo real, es culpa suya, ya que la película no te incita a que te la creas.

Lo mejor de la película sin duda es Tim Blake Nelson, un pedazo de actor, aunque él sea muy bajito, que interpreta un personaje que realmente le pega mucho. Otra cosa muy notable de la película es la tensión generada a través de continuos y bien hilados diálogos.

Pero es verdad, como dicen muchas críticas, que una vez empiezan los tiroteos y tal, se vuelve más cliché, más típico cine de asedios en ciertos sitios. Aún así, aunque el reparto sea corto, está lleno de nombres muy reconocidos e infravalorados.

Quién me iba a decir a mi que algún día iba a ver al protagonista de Destino Final 1, junto a Bruce Campbell, Michael Jai White e Ivana Baquero en una misma película. Ya solo por el reparto tan extraño esta película gana algún que otro punto.

Pero más allá de eso es una comedia de terror demasiado sosa y seca. A veces muy rápida y otras veces demasiado lenta. De comedia tiene poco, literalmente dos escenas contadas y poco más. Y de terror nada porque es un terror muy Bruce Campbell, de serie B tirando a sátira.

Los personajes, aunque su reparto sea inesperado son totalmente planos, no se enfatiza con ninguno, al espectador le da igual cada uno de ellos. La evolución de la historia es lo esperable. Y por último, el final es demasiado cortante y frío.

Lo primero que voy a decir es lo más evidente y lo que dice todo el mundo, porque es una verdad como una casa. Como se nota que el director de esta película es hijo de quien es hijo. Ha bebido mucho del estilo de su padre adaptándolo a los tiempos actuales.

Es una de esas películas que te dejan incómodo e incluso a veces con la sensación de querer pasar para adelante para saltarse una escena inesperadamente violenta. La película se sustenta en gran parte gracias a la estelar actuación de Riserborough y Abbott que están que se salen.

La película tiene sus momentos surrealistas muy típicos de este género de cine. La historia no está nada mal, juega con una metáfora muy sencilla de la manera más compleja. Funciona pero el mayor error es el ir y venir de la historia para volver a marcharse y volver a regresar, cosa que alarga la película innecesariamente y cansa un poco.

El título de la crítica da para tres rayadas mentales mínimos. Con el me refiero a que la gente sobrevalora esta película por el hecho de no ser una producción americana, no tener actores muy reconocibles, que apareciese de repente en el catálogo de Netflix y por lo más obvio, por ser una película de terror diferente, respecto a lo visto habitualmente.

Aún así esta película me ha gustado mucho, me parece realmente buena. Por lo dicho en el párrafo anterior, trata la temática de terror de una manera distinta de lo que estamos acostumbrados a ver, no hay monstruos espeluznantes, no hay utilización de gags ni de clichés típicos del género de terror. El miedo lo infunde a partir de las imágenes y de una historia realmente buena.

Lo que hay que destacar de esta película sobre las demás cosas son, algunos de los planos/fotografías que aparecen de repente sin que el espectador se lo espere, sorprendiéndolos de sobremanera y por otro lado, la pareja actoral compuesta por Dirisu y Mosaku. No los conocía hasta este año, a Dirisu por su papel en "Territorio Lovecraft" y a Mosaku por su papel en la espectacular serie de "Gangs of London".