Sino fuera porque se trata de un filme estrenado en 1988, supondría que se trata de la adaptación de una novela escrita por pubertos que se autopublican y a los que Netflix ofrece contratos millonarios para convertir en películas, su literatura... si a eso se lo puede llamar literatura.

Contamos con el director William Richert, que algunos pensarán ¿Y éste quién es?. Bueno resulta que entre sus múltiples talentos, además se ha desempeñado como actor, de hecho volvería a coincidir con River Phoenix en "My own private Idaho" (Gus Van Sant-1991), donde interpreta al personaje de "Bob".
Richert adapta y dirige su propia novela titulada "¿Ni siquiera me vas a dar un beso de despedida?", y el resultado es una cinta mediocre a más no poder, donde el nombre de River Phoenix fue utilizado como único gancho comercial porque si el protagonista no fuese él, me pregunto yo ¿Quién hubiese ido al cine a ver "Jimmy Reardon"?.
Tengo entendido que el rodaje tuvo lugar en 1986, por lo que las escenas que le toca ejecutar a Phoenix son demasiado subidas de tono teniendo en cuenta que sólo tenía 16 años. Pero bueno, quizás yo peco de anticuada.

Sin centrarme en el argumento que es de lo más simplón y carente de interés, lo que puedo decir es que me resultó una mezcla de "The graduate" (Mike Nichols- 1967), "Ferris Bueller's Day Off" (John Hughes- 1986) y "Loverboy" (Joan Micklin Silver- 1989), ahí dejo las referencias por si vieron éstos títulos. Mientras miraba "Jimmy Reardon", recordaba aquéllas.

La banda sonora es una risa porque tratándose de una comedia (realmente drama acá no hay), le ponen una música de melodrama que desentona totalmente. Creo que los años 60 están por estar, debe ser porque en la novela los hechos transcurren en esa década, pero tranquilamente podría haberse ambientado en la actualidad, o sea en los 80 que fue cuando se rodó y estrenó la película. Se hace un abuso de la voz en off que siempre, para mi, es agradable oír la voz de River Phoenix porque me encanta, pero me está narrando lo que estoy viendo en pantalla. Sobre explica todo cuando a nadie se le podría escapar ningún detalle, a menos que te aburras mucho viéndola y empieces a divagar, pero eso es otra cosa.

Como curiosidad, Matthew Perry pre Friends, tiene un personaje secundario poco desarrollado pero muy habitual al perfil con el que asociamos a éste actor. La vi únicamente porque trato de ver toda la filmografía de River Phoenix, así que si alguien está en la misma que yo, la recomiendo. Por lo demás, no se pierden de nada. Es muy mala.

Interesante filme que adapta la célebre novela escrita por Paul Theroux, con guión a cargo del gran Paul Schrader y dirgida por Peter Weir. A grandes rasgos, me parece una cinta buena, brillante en el apartado técnico e interpretativo, pero con una trama que me resultó insuficiente y que se vuelve aburrida teniendo en cuenta que el metraje se extiende a las dos horas.

Quizás mi perspectiva sea errónea, pero yo como protagonista veo a "Charlie" (River Phoenix), porque es su voz en off la que nos narra la historia, y es a través de los ojos con los que él mira a su padre "Allie Fox" (un espléndido Harrison Ford), que navegan entre la admiración, el temor y la lealtad, que nosotros como espectadores nos acercamos a ésta familia.
Es difícil abrazar al personaje de Harrison Ford porque aunque yo al menos, puedo suscribir algunas de sus ideas, lo cierto es que sus acciones y conductas me hacen llegar a odiarlo. Por momentos me recordaba a "Tyler Durden", sólo que éste último siempre es un referente a pesar de todo, en cambio, "Allie Fox" se convierte en el individuo al que cualquiera desearía ver muerto. Es el peligro del extremismo. Yo tengo razón y te la quiero imponer y más que una familia, terminamos conformando una secta donde la única opinión que vale es la del líder, el pater familias y los demás quedamos sumidos a su voluntad.
Helen Mirren está muy bien aunque daba igual qué actriz interpretara al personaje. Martha Plimpton sobra totalmente. No sé a quién se le ocurre que una chica tan fea pueda ser la sexy adolescente que aborda nada más y nada menos que a la perfección reencarnada en River Phoenix. Pero, estoy totalmente errada, ya que, éstos dos se conocieron gracias a ésta cinta y fueron novios hasta 1989. Increíble, pero cierto.

Para concluir, una buena película, con una premisa interesante, que puede llegar a hacerse un poco pesada pero que vale la pena recuperar del olvido.

Me causaron gracia varios momentos a lo largo de la cinta, lo cual está bien porque se trata de una comedia de terror.

¿La película envejeció? ¿O envejecieron ustedes?. Yo también muchas veces caigo en el error de decir que algunos títulos envejecieron mal, o que determinadas escenas quizás, especialmente, cuando se ejecutaron con efectos especiales y por obvias razones, se llegaba hasta donde se llegaba. Saco a colación éste punto porque las reseñas con mayor valoración no dicen que "The lost boys" sea una basura, pero hacen hincapié en lo del envejecimiento. Que yo sepa, el filme siempre fue el mismo, el que crece es el espectador, y lo que amaron de niños, lo ven nuevamente de adultos y les parece malo. Lo entiendo, me suele pasar.

Afortunadamente para mi, recién hoy me puse a ver "Jóvenes ocultos" de manera íntegra, ya que, de niña recuerdo asquearme con la escena de los gusanos en la comida y cambié el canal. Y me pareció por empezar entretenida, divertida, con un buen estilo, con una gran banda sonora y soundtrack, y con un Kiefer Sutherland que roba cada plano, y da igual quién esté delante. Es un actor, cuyos rasgos físicos lo delimitaron a un único tipo de papel y te lo crees. El rostro le da y a mi me encanta verlo haciendo de cabroncito. Pero hay más que repiten los personajes de su carrera, como la propia Diane Wiest que siempre fue la madre cool. Los pequeños Corey Haim y Corey Feldman, Jami Gertz que también trabajó bastante en cine en aquella década. Y Jason Patric que sabemos lo limitado que es.

A pesar de lo mencionado ut supra, ésto de ver a actores repitiendo el mismo tipo de personaje de siempre, el tipo de papel con el que los relacionamos. Lo infantil que te pueda resultar hoy en día, o lo mal tratado que está el tema del vampirismo, a mi me parece que es un filme que está bien dirigido, que los efectos de maquillaje continúan intactos y es un título que recomiendo.

Un buen entretenimiento.

Si decides ver ésta película tienes que asumir que no vas a entender absolutamente nada, o muy poco del argumento... debido a que carece del mismo. No es que no tenga guión, lo tiene... todas las películas salen a la luz porque hay un guión escrito, al que quieren darle forma en imágenes... el cine es el arte de narrar historias a través de la proyección de imágenes. Lo que falta aquí es una trama sólida y lo que se presenta es un juego, al que el espectador debe dar un significado. Felicito a todo aquél que pueda otorgar alguno... yo paso.

Es agradable a la vista. A nivel técnico tiene cosas muy interesantes, como una composición geométrica del encuadre y un juego con los colores que realza el producto. Se hace disfrutable visualmente. Además, y creo que es lo mejor de todo, contiene secuencias de una sensualidad propias de un artista, como la del encendido del cigarrillo que luego se encaja entre los dedos del pie de la mujer, o ésta misma mujer gateando por la arena. Muy buenas, lástima que no signifiquen nada.

Si bien el prota es un hombre, y es su perspectiva lo que vemos, tiene más tiempo en pantalla Catherine Jourdan y ella está muy bien. Siempre hay que tener en cuenta, que no debe ser fácil tener que interpretar algo que no sabes de qué se trata.

En fin, por ver un poco de arte y ensayo, me encuentro con éste título.

Ésta película me pone los pelos de punta en el buen sentido porque es de esos títulos que no me acarician, sino que me conmocionan. Es hermosa a pesar de la dureza de varias secuencias, de sus personajes tan extremos a quienes, Carax no duda en llevarlos al límite.
Está rodada de manera exquisita, la composición del encuadre, la poesía visual de sus secuencias (hasta las más duras), el montaje, la fotografía, el acompañamiento de un soundtrack maravilloso, y las interpretaciones... son de lujo.

A pesar de tratarse de dos vagabundos, el director y guionista está lejos de romantizar la vida en las calles, de hecho durante gran parte del metraje el Puente Nuevo da cobijo y protección a los protagonistas. Para Alex termina siendo su cárcel, todo lo que sucede fuera de ese escenario lo lastima, y esa dependencia excesiva del lugar que continuamente intenta traspasar a Michèle, lo lleva a convertirse en un ser que a mi por lo menos, me provocaban ganas de cachetear. Ellos provienen de mundos muy distintos, pero se encuentran y el infortunio los une y los convierte en amigos, en amantes, en cómplices.
No hay que enfadarse, como leo que algunos consideran que el mensaje es un espanto... a ver, éste no es un filme de mensajes, lo malo o lo dañino lo percibimos todos y las pinceladas de ternura, también. Y esa dualidad para mi confluye en una pieza cinematográfica magnífica, de gran calidad y que no hay que dejar pasar debido a corrientes revisionistas actuales.

Es una película sobre la que se puede decir muchísimo pero que no se saca nada en limpio, hay que verla. Yo diría que es indispensable, a lo mejor llega, a lo mejor no, o tal vez deje indiferente (lo dudo), pero no tendrás la experiencia sino te sumerges. Hay que verla sin prisas pero sin pausas. Visualmente es preciosa, ya con la mera imagen querrás seguir viendo.

Juliette Binoche está arrebatadora, y en Denis Lavant encuentra un partener a la altura. No son una pareja perfecta, no es ésta la historia de amor que desearías vivir, por el contrario pero juntos construyen uno de los lazos amorosos más fuertes, más complejos y fascinantes de la historia del cine.

Muy recomendable.