En el libro ya nos daba a entender que era muuuuucha casualidad lo del vasallaje, en la película lo confirma, fue una trama urdida desde el capitolio para poner fin a la rebelión y al símbolo que ella suponía. De igual forma, era la mejor manera de conseguir sacarla con vida e ir al distrito 13.

Me sigo quedando con la química existente entre los dos actores, la escena de la playa pone el vello de punta.


Lo único que no me terminó de gustar es el personaje Caesar, en la primera película resultó ser divertidísimo y carismático, cosa que no consigue en esta.

Si ya todo esto no tenía ni pies ni cabeza (porque para hacer este guión lo normal hubiera sido que en la vida de este chico hubiera entrado una Belén Esteban que provocara sarpullido, y no esta chica que cualquier madre querría como nuera), pues el director quiso alejarse del típico final hollywoodiense, que hubiera sido que luego descubren que es una buena chica y la aceptan, le piden perdón y tal. Pues no, el director decide ser original.

Así que, agárrense señoras y señores: la futura nuera, en vez de mandarlos a todos a la porra, le pide a su hermana que se venga con ella para hacer de apoyo moral, y resulta que su hermana le sale rana, les acaba dando la razón y termina liándose con su prometido.

Pero tranquilos, recordemos que es una comedia, así que la futura nuera decide liarse con el hermano de su prometido, y así, al año siguiente, aprovechando que su suegra la ha espichado por tener cáncer, de nuevo se vuelven a reunir todos en amor y compañía, pero ahora, la nuera con el hermano de su exnovio y su hermana con su exnovio. Todos felices y todos contentos.

De traca, le doy un dos porque este guión hay que currárselo mucho, esto no se le ocurre a cualquiera, eso desde luego

Cada temporada son más o menos 20 horas de metraje, da para muchas tramas y subtramas. Y para mi el problema de todo esto es que al ser tantas temporadas al final conduce al agotamiento de ver siempre la misma trama (conversión en nuevo vampiro y sus problemas como neófito; la historia de amor entre Damon y Elena, no sé la de veces que empiezan, cortan y vuelven; la adicción de sangre de Stefan, y luego encima le pasa lo mismo a su madre; el interruptor de humanidad, que no paran de rescatar a Stefan de sus idas y venidas), y tramas novedosas pero que no hay ni por donde cogerlas (aburridísima la búsqueda de la cura; la aparición de la madre de los hermanos, toda la parte de los pasajeros; la sociedad secreta, de las sirenas mejor no hablemos...)

Y desde luego el problema principal al que se enfrentaron es la ruptura sentimental entre Nina Dobrev e Ian Somerhalder que ocurre justo en el momento álgido de su historia amorosa (al final de la cuarta temporada), con lo cual, en la quinta y sexta temporada se les ve tan forzados en sus escenas, que los guionistas tuvieron que hacer auténticos encajes de bolillos para mantener su historia romántica intentando que ambos estuvieran juntos en las escenas el mínimo tiempo posible. Fue un absoluto despropósito.

Al parecer (y siento que esta crítica termine siendo una reseña de "sálvame" pero es que si no no se entiende lo que pasó en pantalla), los actores tenían firmado un contrato hasta la sexta temporada, que fue justo cuando Ian decidió casarse con una ex amiga de Nina (Nikki Reed) que de hecho fue quien los presentó, y entre eso y que al parecer Nikki estaba en el set vigilando a Nina e Ian constantemente, Nina tomó la decisión de no participar en las siguientes temporadas, hizo lo que tenía firmado y punto. Esto obligó a los guionistas a sacarse de la manga el "momentazo" del coma de Elena y todas las chorradas que aparecieron en la séptima temporada con el único fin de seguir con la serie, Pero el despropósito era tan evidente, que esto se tradujo en una bajada de espectadores tan brutal que cancelaron la serie a mediados de la octava temporada (todas las temporadas tienen unos 22 -24 capitulos, salvo la octava que tiene 16), dejando a medio terminar la historia entre Bonnie y Enzo y preparando la serie para una continuación del mundo pero de otro tipo (la serie "Legacies").

De hecho, no sé cómo convencieron a Nina Dobrev para que saliera en el último capítulo de la serie (supongo que ayudaría el hecho de que su carrera como actriz está bastante estancada) y fue absolutamente patética la interpretación de ambos interpretes (Nina e Ian) en el reencuentro de sus personajes donde se notaba la tirantez y la incomodidad entre ambos.

Por último quiero hacer una mención especial al que para mí ha sido el personaje revelación de la serie, que es Kai (un magnífico Chris Wood) el villano de la sexta temporada, que realmente fue el responsable de la subida de interés en la sexta temporada y el que la salvó. Si no hubiera sido por él, yo creo que ni se hubieran planteado el despropósito de la séptima temporada, una lástima que no continuase en la serie después.