Sin dudarlo es para mí uno de los papeles más grandes y brillantes de este magnífico y carismático actor.Jack Nicholson,junto con un elenco de actores soberbios todos,sin excepción,lleva la vida al cementerio viviente del psiquiátrico donde es ingresado.Su fervor por la defensa de la vida y la rebeldía le llevan a no dejarse amedrentar ni manejar por nadie que no sea su propio orgullo y su impulso vital.Rompe la sociedad jerarquizada que tan bien controlada tenía la enfermera Rachel para hacer ver a todos los pacientes que la vida está dentro de ellos y que no hay más loco que el que se niega a vivir.Una epopeya moderna en un contexto diferente con la misión de dar una lección existencialista y de denuncia de métodos que dejan a la condición humana en los lodos de la moral.Personajes atormentados por sus propios miedos,los cuales han sido creados por esta sociedad,y que lo sigue haciendo,condicionando el sentimiento y la visión de uno mismo,acomplejando,humillando y apartándote de la "normalidad" de su "buen" funcionamiento si no encajas en sus patrones.Pero allí está,McMurphy para desvelarles que la vida está fuera y dentro del hospital,que tú tomas las riendas y nadie te dice cómo debes manejarla.

Aunque no se ciñe a la novela por completo,quizás porque no es tarea fácil definir tantos personajes con sus personalidades y peculiaridades diferentes,quizás porque habría que enfocarla de otra manera para que no perdiese el emotivo,dramático e hilarante sentido de esta sensacional historia,es un muy buen reflejo de lo que Ken Kesey nos quiso mostrar en su novela.Película que se puede ver siempre que quieras y te dejará esa medio sonrisa en los labios y esa dosis de energía para afrontar y afrentar a esta compañera de largo trayecto que es la vida.

Pasable para una tarde perezosa,pasable si no tienes demasiada resaca,pasable si más o menos te gustan las películas de superhéroes,pasable si no has encontrado nada mejor que hacer.
Tenemos el blockbuster de siempre,con más ruido e imágenes por segundo de lo que un cerebro puede asimilar sin caer en el sopor.Alguien dirá que eso son estas películas,que para que las veo si no me gusta este tipo de cine,que cómo caer en el sopor cuando no hay más de dos segundos de tregua.Pues resulta que me gustan las películas de superhéroes (hay que elegir el momento para verlas,no es como la cerveza,que la puedes tomar durante las 24 horas del día) y disfruto con ellas.Pero todo cambia cuando meten por un embudo muchos más personajes y parafernalias,que aunque es lo que da novedad e interés a este tipo de películas,creo que todo debe llevar un poco de orden.Hablar del argumento no tiene mucho sentido,porque aunque lo vistan de inteligencia artificial,de nuevas creaciones o de monos de ferias,todo acaba siendo el mal (entendido como mal,acabar con la humanidad) contra el bien.

Si quieres parecer que estás tripado pero sin estarlo,quizás te vaya bien con esta cinta.

Esta película tiene de original lo mismo que un "bocadillo de polvorones", perdón, el bocadillo de polvorones es bastante más original y más o menos igual de pasable. Encontramos una película nueva con contenido viejo, algo de agradecer cuando se le da una visión un poco más particular a lo altamente trillado del tema. No ocurre eso, en ningún momento. La película se deja ver, no sin echar algún bostezo, sin hacernos ningún tipo de pregunta o reflexión que responda a su pretenciosidad. No sé si había ni siquiera intención en esta película.

Repetimos personajes, localizaciones, persecuciones y demás ingredientes de las películas que en su tiempo hacían furor, pero que si sigues mostrándolo todo de la misma manera, más un añadido especial, hacer que el tiempo parezca eterno, conseguimos bajar bastante las expectativas del film. Como otras personas, coincido en que la primera parte supera con crece la segunda, donde no sólo la previsibilidad, si no también la falta de emoción, en el más amplio sentido, hace que quieras que se acabe de una vez.

Como se suele decir, si eres fan de estas películas, te gustará. Incluso te puedes autoconvencer de que has visto algo original, pero acabarás digiriéndolo y te quedará el regusto a frito y los ardores pertinentes. Eso sí, no creo que en una película de ciencia ficción se puedan reprochar diferentes tipos de lapsus o incongruencias. Es solo eso, pasar el rato, porque esta cinta no da para más, aunque seguro que en la era de los anunnakis, las teorías conspiratorias, los illuminatis y otra sarta de despropósitos, habrá quien encuentre la luz. Y es que, después de todo...por fin en Raticulín.

Después de ver "Oslo, 31 de agosto", la cual me pareció una gran película, he seguido con el cine noruego. Funciono así, por rachas de temáticas y procedencias, y he llegado a "El arte de pensar negativamente". Si la primera es un drama con una carga psicológica y social enorme,más que nada por el tema tratado, la reinserción a la sociedad después de un período de desintoxicación, esta otra no tiene menos carga que la primera, tratando un tema también muy peliagudo. La diferencia está en la forma de hacer las cosas y, en "El arte de pensar negativamente", todo el drama vive en connivencia con un humor negro y con pinceladas surrealistas que hacen que te embarguen un torrente de sensaciones y sentimientos y, lo mejor de todo, al igual que la mencionada anteriormente, te dejan con esa inercia y necesidad de pararte a reflexionar sobre lo que has visto, lo que significa, lo que ocurre en la vida real, los comportamientos humanos ante estas situaciones, tan diversos como diversas son las personas, pero que fluyen por caminos muchas veces paralelos, por no decir parecidos.

La película aborda con mucha maestría y unos personajes muy bien llevados y acertados, la situación psicológica y social tanto de la persona con discapacidad como de los que viven con ella. Mundos internos que pasan por diferentes fases y momentos complejos, desde la aceptación de la nueva situación a la sobre actuación y auto compasión de ambas partes. A una cataratas de sentimientos que conllevan comportamientos y actitudes muchas veces forzadas de cara a la galería, porque lo que nos están vendiendo desde la sociedad es que todo se supera y que siempre hay que ver las cosas con optimismo y positividad. Pero, ¿acaso los sentimientos de frustración, la rabia, el desahogo vehemente, la tristeza...no forman parte de los sentimientos humanos y están ahí en nuestras vidas cotidianas? ¿Debe uno intentar inhibir esos sentimientos o experienciarlos y seguir nuestra vida con sus bajadas y subidas? En fin, cada uno que saque sus conclusiones, pero no todo es de color de rosa, no todo tiene siempre soluciones de este color y ni mucho menos una vida se compone solo de este color, y si es así, quizás es que no se haya vivido.

La película en sí me pareció genial, tanto sus actores y sus personajes como todas las situaciones hilarantes y dramáticas y el carácter discursivo de sus diálogos. Para ver y oír, reírte y reflexionar, ¿Qué más se puede pedir?

Que nadie te engañe. Insufribles dos horas y media sin casi zombies, acción ridícula que no provoca interés alguno y estúpidos desarrollos de personajes a cada cual más insulso y que dan vergüenza ajena en cantidad. Y uno dirá, bueno, de eso se trata. De eso se trata la serie B, donde sabes lo que buscas y cuanto más serie B sea, pues mejor. El caso es lo de siempre, cuando se intenta salir de ahí e intentar hacer algo no sé si llamarlo entre pretencioso o novedoso o lo que quisiese hacer el tal Zack, al que ya le he hecho una cruz como un castillo. Películas eternas y a cada cual más aburrida y, lo peor, sin contar nada. El caso es que que cualquier basura que se emite en antena3 a las tres de la tarde supera con creces a esta patética cinta. Ni zombies, ni acción, ni personajes... tres horas perdidas. En fin.