Si ya en 2010 nos sorprendieron con "Buried", donde durante hora y media veíamos a un hombre metido en un ataúd luchando por sobrevivir, ahora nos traen "The Guilty", donde tenemos a un policía de emergencias haciendo todo lo posible por salvar la vida de una mujer.

Lo que más me ha soprendido de esta película es que la tensión se transmite a través de la tranquilidad que se respira en la oficina. A través del teléfono podemos oír llantos, súplicas y desesperación, pero lo que nosotros vemos son a gente de uniforme, sentada delante de un ordenador, comiendo, muy tranquilos.

Y además, la música brilla por su ausencia. No hay nada de banda sonora hasta el último minuto de la película, y si ha habido antes, no se ha notado nada.

Además, hay una cosa que hace que la película sea una maravilla: los clichés de heróe de acción. Han decidido coger todos los tópicos: saltarse el protocolo, coger confianza con la víctima, hacer promesas de que todo se va a solucionar... y muchos más. ¿Y qué ocurre? Que el protagonista la caga cada vez que se intenta hacer el heróe. Haciendo lo que cree que es correcto, consigue empeorar la situación cada vez más, hasta tal punto que uno ya no piensa "pobre hombre, a ver si soluciona esta situación", sino "este tío es imbécil y en su casa no lo saben". Estás deseando que alguien le tome el relevo, porque en cualquier momento, todo puede acabar, y muy mal.

"The Guilty" es una de esas sorpresas que, por mucho que pienses que es predecible, toman otro camino que ni siquiera te da tiempo a asimilar. Los dos giros de guión que hay son brutales. Sales de la sala con un mal cuerpo increíble. Muy recomedada.

Es de esas películas que desearías no haber visto para poder disfrutar por primera vez cada una de sus escenas. Un thriller que te mantiene tenso a la vez que te ríes. Leonardo DiCaprio está magnífico. Matt Damon está genial también, siempre sorprende cuando deja de hacer sus papeles de hombre bueno y agradable. Jack Nicholson, como siempre, haciendo de auténtico loco de remate (porque borda ese papel mejor que nadie). Simplemente genial. Los últimos 20 minutos te dejan sin aliento, unas escenas que hacen de esta película una obra maestra verdaderamente impredecible.

Me sucede muy pocas veces el hecho de ver una peli que me deje sin habla. Veo muchas que por supuesto mi calificación "vaya pasada" o "ha sido la pu... hos...", pero desde Buried (2010) ninguna ha hecho que después de que hayan pasado los créditos, siga queriendo quedarme sentado en la butaca. Demolición es una película, desde mi punto de vista, muy filosófica. Además, no sé si ha alguien le habrá pasado igual que a mí, pero me hacía pensar en mi propia vida: en mi famila, mis amigos... todo lo que había conseguido hasta ahora y todo lo que había perdido o lo que me daba miedo perder. Muy pocas películas hacen eso y me da mucho coraje que tenga una nota tan baja (bueno, un 6'5 no está nada mal, pero creo que se merece más puntuación que la anterior hecha por el mismo director que tanto reconocimiento tuvo, Dallas Buyers Club, que no estaba mal, pero tampoco era tan maravillosa).
Jake Gyllenhaal desde hace pocos años está alcanzando una fama increíble y con mucha razón. Ese hombre es capaz de hacer lo que le echen y ser capaz de sentir lo que está sintiendo su personaje, y que tu te lo creas, tanto en Demolición como en Prisioneros, Nightcrawler o Donnie Darko. Y por no hablar del niño, Judah Lewis, que no sé si ha hecho algo más, pero se nota que tiene mucho talento y que espero que lo aproveche mientras no le metan en una saga adolescente o en las de superhéroes (que me encantan, pero muchos actores buenos se estancan al pasar por ahí).
En fin, si no has visto Demolición, te aconsejo que lo hagas porque vas a pasar un rato muy agradable y no te vas a arrepentir.

Las personas somos muy de guiarnos por los demás. Hablo en el sentido de que siempre vamos a las películas que tienen mucha publicidad, o muy buena crítica o están nominadas a un montón de Óscars. Yo no me excluyo.
Pero hay un momento que disfruto cantidad y es cuando, investigando por internet, acabo sin darme cuenta leyendo la sinopsis de Swiss Army Man (o de cualquier película que prácticamente no conoce nadie), una película que, si hay que resumirla en una frase, sería "Náufrago se hace amigo de un cadáver". Decidí verla por pura curiosidad, pero desde el minuto 1 ya empecé a reirme a carcajadas. Es profunda, divertida, con un humor escatológico que muchos críticos han llegado a tachar de infantil, cosa que yo no veo, pero aunque fuese así, ¿qué más da?

Soy un fanático de las roads movies. Cuando tenía 11 años mi madre me puso "Pequeña Miss Sunshine" y a la media hora, le pregunté "¿Cuando van a llegar al concurso?", no porque me estuviera aburriendo, sino porque era la primera vez que veía que una película ocurría todo el tiempo en la carretera. Acabé fascinado. Es una forma de hacer que los personajes se encuentren a sí mismos durante el recorrido, ya que no encuentran su lugar en el mundo.
En "Green Book", además, nos traen la típica situación a lo "La extraña pareja", dos polos completamente opuestos, el yin y el yan, un hombre blanco paleto e inculto con un hombre negro de un nivel cultural que pocas veces se daba.
Es una historia que, de una forma u otra, ha sido contada en el cine muchísimas veces. Pero ya no importa lo que se cuente, importa el CÓMO. Y, para muchos, es posible que el final sea predecible, pero... ¿acaso es eso algo malo? Creo que, como he dicho antes, lo que vale ahora es cómo se desarrolla la trama, como te conducen (jeje) hacia ese final. Y han sabido hacerlo de maravilla.
No es una película con la que te ríes a carcajadas o lloras a mares, pero estás siempre con una sonrisa en los labios, disfrutando de las conversaciones entre esos dos personajes.
Mi favorita de las nominadas a los Óscar.