La acción rápida en la que sucede cada trama de cada episodio, hace que te distraigas de tu entorno y te involucres en lo que ves. Quienes conocemos las salas de urgencias más de lo que deberíamos, no podemos más que comparar lo mucho que nos gustaría nos practicara un exámen algunos de los actores que ciclicamente han intervenido en la serie; las situaciones "paranormales" del tipo que alguno de ellos te coja la mano y entienda tu miedo, tal como se da en la serie, te da esperanzas que eso pueda existir en la realidad, aunque por lo visto lejana. El importante baile de secundarios hace que nunca te aburras, el peso de la acción en cada capítulo que recae sobre los actores principales, al no ser éste sobre el mismo personaje, hace que vayas conociendo su particular modo de vida de cada uno de ellos fuera y dentro de su trabajo. Distraída y rápida, o sea, fantástica.

¿Será la excepción que confirma la regla? Primero, siendo honesta, tengo que decir que me obligaron a verla, y a veces tenemos que ceder. Empezó y no hubo duda. Bien hecha, bien narrada y reparto cuidadísimo. Te engancha y quieres verla toda, como si quisieras corraborar que tus conocimientos de historia, sobre el D-Day y anexos, son correctos. Toda una adaptación bien lograda del libro de Ambrose, que con ayuda del propio Dick Winters, y con la maestría y buen olfato del bueno de Spielberg y del Tom Hanks, hacen que no deseemos parar hasta que los DVD del pack se hayan terminado. Y saben a poco. La mayoría del reparto fue elegido, según tengo entendido, por razones económicas, en el Reino Unido. Buena cantera, sí señor. De lo mejorcito, a mi entender. A destacar: Damian Lewis (Winters), con accento americano y portes de Gentleman, pero no por su coindición británica, si no por sus grandes dotes de actor versátil donde los haya. El Winters "real" era así, aún, con el paso de los años, es así. Ergo, Lewis lo hizo así. Él puede hacer cualquier papel que pretenda. Y digo cualquiera con conocimiento de causa, como seguidora de su trabajo desde el principio, desde la cantera del teatro londinense. Desconcertante, impresionante, como la propia serie que aquí nos ocupa.

Película dura, pero excelente. De las mejores del 2005, ni que debido a la terquedad de su parca difusión, parece ser que su visionado no va a ser posible para el público en general. Los actores, bien escogidos, sobro todo la niña Breslin y el británcio Damian Lewis, en su papel de William Keane. Un actor al que no debemos perder mucho de vista porque en un futuro esperemos que no muy lejano, dará mucho que hablar.

El primer trabajo que pude ver de Lean fue precisamente Pasaje a la India. Una joya de la Corona, con reparto de vértigo. A destacar Peggy Ashcroft como la Sra. Moore, con sus presájios de Dama Inglesa que se pregunta el porque de la estancia de los británicos en la India, y Judy Davies, como Adela, otra que se pasa el día preguntándose lo mismo, más si ella podrá encajar en esa cultura que los gobernantes intentan por todos los medios anular a base de tea partys y God save the Queen. Un viaje más que a la India, hacia su propio interior. A destacar también la aparición del ahora paquistaní Art Malik, famoso luego por protagonizar lo que parece sería el remake por todo lo alto de esta situación en "La Joya de la Corona", de Granada TV. Imperdonable perdérsela a los que nos consideramos viajeros, turistas o analizadores de situaciones ajenas.