Con mismo novelista (Irvine Welsh), mismo director (Danny Boyle) y mismo reparto (Ewan McGregor, Ewen Bremner, Jonny Lee Miller y Robert Carlyle), Trainspotting 2 llega pisando fuerte, manteniéndose en la misma línea que su predecesora. Veinte años han pasado desde el estreno de Trainspotting (1996), película que muchos consideran un clásico imprescindible, dos décadas han pasado para nosotros y para los protagonistas, pues este nuevo film de Danny Boyle es una secuela de la historia de Trainspotting, que se enlaza con el robo de Renton muchos años atrás.

Los tiempos han cambiado y, pese a que la película siga conservando la misma estética sucia y surrealista, son muy notables los avances tecnológicos que han ido evolucionando el cine y que este film ha aprovechado para sacarle el máximo partido a la imagen, narrándonos a través de ella, cambiando a la vez que lo hacen los propios protagonistas. Un recurso que, sinceramente, se agradece. Boyle no le pone límites a la puesta en escena, haciendo de esta un juego en el que proyectar y confundir, conjuntando con los sentimientos que experimentan los personajes.

Por otro lado, era de esperar que el guion no nos sorprendiese, pues al fin y al cabo no puede jugar en la misma liga que la originalidad del film de los 90, ya que se alimenta de ella. Aun así, la historia de esta nueva apuesta de Boyle, es lo suficientemente intensa y emocionante como para que no quitemos los ojos de la pantalla, haciendo que nos preguntemos qué viene a continuación, porque Boyle nos muestra la situación individual de cada uno de los protagonistas, haciendo que nos sintamos privilegiados al tener más información sobre el relato que cada uno de ellos, creando para nosotros un punto de vista único a partir del de cada personaje.

Pero si hay algo que mantiene el mismo espíritu de Trainspotting en esta secuela además de la puesta en escena, es la banda sonora, que sigue en su misma línea, regalándonos secuencias en las que se alza como la protagonista indiscutible, por encima de la estética del espacio y de los propios protagonistas. Una banda sonora en la que encontramos canciones de Iggy Pop, Young Fathers, Queen y The Clash, entre muchos otros, que nos hacen viajar al pasado aun habiendo transcurrido veinte años.

Trainspotting arrasó con una ola de fans que quizá no vean con buenos ojos esta segunda parte, sin embargo, es innegable el cuidado con el que se ha tratado esta nueva cinta, que bebe de su parte anterior en su justa medida, haciéndole guiños y homenajes y haciéndonos disfrutar a nosotros casi tanto como cuando vimos por primera vez la Trainspotting de 1996.