Después de 6 versiones previas de "Mujercitas" llega una 7ma versión a cines. Voy a ser honesto diciendo que no he visto ninguna de las anteriores por lo tanto no tendré comparativa alguna.
La química entre Saoirse Ronan, Emma Watson, Florence Pugh y Eliza Escanlen es muy buena, se logra sentir esa hermandad entre ellas. El trabajo de Timothée no acaba de convencerme.
En cuestiones de cámara, me gusta la decisión de poner tonos fríos al presente y tonos cálidos a los recuerdos que muestran la película. La edición dinámica hace que el ritmo no decaiga hasta que llega el final de la película y hay más tomas largas y no tanto juego de cámaras. La verdad está película me motiva a ver las otras versiones y comparar esta historia donde la infancia termina, y comienzan a ser "Mujercitas".

La fotografía es lo que podemos resaltar en demasía de esta película. La historia por momentos toma caminos de conveniencia lo cual le quita mucha credibilidad a la hora de contar una película supuestamente basada en acontecimientos de la guerra. Se vuelve predecible por momentos debido a esas mismas conveniencias. Las influencias del director en el teatro se percibe en ciertas escenas donde los personajes hablan y caminan a la vez, es muy agradable de ver ese detalle.

Creo que nunca me había sentido nostálgico por una época en la que no había nacido... ni siquiera mis padres habían nacido. La historia de un actor en decadencia, un doble de riesgo problemático y una actriz conocida en un Hollywood en renovación, es bastante agradable. Realmente es un tributo hecho al cine con el que probablemente Tarantino creció o se desarrolló. Definitivamente es mi favorita del director.

Las expectativas para este film eran demasiadas. Después del revuelo causado en redes al ser una película ignorada por la Academia, realmente esperaba con ansias esta película.
Voy a empezar con lo que todo el mundo alaba: la actuación de Adam Sandler. Voy a decir que no lo hace nada mal, pero me recuerda de todas maneras a él cuando le toca hacer "escenas de drama" en sus películas de comedia. Por momentos sus gesto y tono me recordaba a Un Papá Genial, donde hablaba seriamente con el niño. Realmente no es la gran cosa para mí. Lo que si debemos resaltar es la fotografía y la edición. Que delicia realmente la edición que te hace sentir el agobio del personaje por alguna situación y la fotografía me encanta porque se siente retro, pero es algo que ya manejan los hermanos Safdie. Una pena que hayan quedado fuera de la carrera por los Oscar's ante peliculas como 1917.