Elizabeth Berkley, era tan mala actriz, como excelente bailarina de strip-tease. Ciertamente está muy mal interpretada y el guión podría haber salido con facilidad de cualquier telenovela para adultos, resumida en película.

Creo que Paul Verhoeven deseaba ofrecer un producto distinto dentro de esa línea ampliamente destacada (Instinto Básico) aunque en esta parecía dispuesto a entregar un poco más de carne erótica.

Aunque la nota media está muy dividida, el balance global roza el cuatro. Lo cual viene a demostrar que siempre se ha de cuidar con minuciosidad, cualquier aspecto técnico y artístico en toda producción cinematográfica.

La vi hace algún tiempo y la recordaba diferente. No es que me haya decepcionado, pero no conseguí atravesarla, pese a su impresionante inicio, promesa de puro entretenimiento.

Abre varios frentes ocupados con posterioridad y sobrada solvencia por Keanu Reeves. Durante la primera media hora inicial nos encontramos ante un espectáculo bien tramitado, incluso sorprendente, además del surtido de buenos y creíbles efectos especiales.
El resto de metraje, las subtramas se apoderan, tomando el protagonismo. Aunque nada tiene que ver con MATRIX, su protagonista todavía, de alguna manera parecía abducido por ella.

Refleja con gran fidelidad las relaciones que se establecen hoy día, aunque aquí la justificación viene dada en base a una significativa diferencia de edad.

Lo que yo percibí mientras veía "Secretos Compartidos" es la falta de compromiso, la fecha de caducidad oculta pero real de las relaciones de pareja, la inmediatez, la superficialidad.
Lo más importante que podemos establecer con quien amamos es sentirlo como parte de uno, como esa familia que siempre tendrás y estará a tu lado, en todo momento, al crear el anclaje imprescindible para el propio trayecto vital.
Me hizo reflexionar sobre un buen puñado de gente que veo a diario a mi alrededor, y emocionalmente nada más que comparte piso, aún estando casados y teniendo hijos.

Meryl Streep aporta brillo y calidad a un personaje que hubiera pasado inadvertido, de no encontrarse sumergido en su piel.

Cuando terminé de verla, lo primero que pensé fue: "Como estoy cambiando" En otras circunstancias la hubiese abandonado a los pocos minutos.

El argumento no tiene ni pies ni cabeza... en realidad, sería más correcto decir que no existe un guión, más allá de unas lineas argumentales. Resulta tan extravagante que hipnotiza por su ausencia de complejidad, rodeada de personajes y elementos cercanos al disparate, cuando no, hundidos en él.

La voy a aprobar.

De algunos de ellos se sabía, de otros se intuía, pero la mayor parte de los que aquí cita Scotty, no teníamos noticia alguna.

Es un buen documental, bien narrado, desinhibido, directo, alegre y fundamentalmente transgresor y... por supuesto, muy cotilla. Ignoraba que Spencer Tracy fuera ¿bisexual? y lo de Katharine Hepburn aunque lo ignoraba, era más previsible.

Una vez me dijo alguien:
-Nunca llegarás a saber, lo que esconden las tejas de un hogar.

De un hogar, de un prostíbulo, de cualquier motel de carretera y de los retretes sucios y mal olientes de aseos públicos.

Se ha comentado dentro del propio documental, que se destruyen mitos. Yo creo, que una vez muertos los protagonistas de la historia, entre los que podemos encontrar, grandes actores, productores, directores de cine... más que destruirlos los humanizamos.

Yo que soy homosexual debo reconocer, la cantidad de hombres casados que buscan, como alternativa, compañía masculina para vivir esa sexualidad que de verdad necesitan. Eso ha existido siempre, y existirá. Sé de lo que hablo... de primera mano. La mayor traición siempre será, la que te hagas a ti mismo,