La película que lo petó en su momento, y que puntué altísimo, ahora, en segundo visionado, me resulta profundamente decepcionante. La película no está estrictamente mal rodada, las interpretaciones de Clooney y de Kendrick no son estrictamente malas, no llega a ser aburrida... Pero tiene muy poco fuste, en realidad, Y lo que más me fastidia es que tiene entreverado un mensaje profundamente conservador, no solo pro-familia, sino que profundiza en el sinsentido vital que supone tener una vida solitaria y nómada. Es imposible ser feliz si no tienes tribu y rebaño. Y si alguien parece feliz siendo solitario y nómada...no lo es. Solo alcanza utilidad en el mundo integrado en la tribu. Ah, y por supuesto,el repugnante mensaje motivacional-neoliberal. Que te despidan no es un drama. "Crisistunidad", que decían en Los Simpson. Si te echan del trabajo después de dos décadas, tu deber es alzarte con buena actitud y buscar otro trabajo. Lo importante es tu actitud...porque si acabas con casi 60 años en el arroyo será porque no has puesto suficiente esfuerzo, porque tenías una actitud inadecuada. El sistema está bien, funciona como un reloj, se autorregula. No culpes al sistema, culpa a tu actitud. Visualiza los éxitos, imbécil. De manera que lo que al inicio parece una crítica sardónica, al final resulta que es una de las ideas que quiere trasmitir la película: Trabaja, forma una familia, siempre buena actitud ante los reveses de la vida. No te hundas, no te enfurezcas. Se como Cuba Gooding Jr. en cualquiera de sus películas. El señor superaciones.
En fin, una película conservadora, liberal. De derechas. Moralista. Que muestra claramente cuál es la jaula mental en la que tiene que moverse el buen ciudadano. Porque fuera de eso, eres un paria.
Basura.

Película bastante insulsa, con influencias diversas, empezando por el cristianismo, y seguido de cerca por obras recientes. Especialmente es hija de Hijos de los Hombres, Minority Report, Firefly o incluso algo de Pitch Black, sin llegar al nivel de ninguna (reconozcamos que es muy difícil llegarles, seamos justos).
Ambientada en un mundo que no es exactamente cyberpunk, sino más bien una copia de la civilización en caída libre de Hijos de los Hombres, con cierto sabor pre-apocalíptico, se nos presenta una historia con el tema capital de la religión (ver spoilers).
A parte de eso, la historia es una road movie salpicada con escenas de acción para todos los públicos, con violencia insinuada tipo Equipo A, y con poco material para la reflexión. Vas viendo, aunque el interés va decayendo
Con el final cae de lo políticamente correcto a lo ridículo, plagiando otras que reconoceréis al instante pero cubriendolo con una pátina de corrección que no viene a nada y te deja desagradablemente sorprendido.
En conclusión: Visible, ciencia ficción muy soft accesible al público en general, pero que puede ser algo ligera para el público seguidor del género y que le gusta que le metan más presión a nivel de conceptos. Muy difícil de aprobar si reconoces los precedentes estéticos y de guión. En fin, una hamburguesa de restos. Restos de ideas, de imágenes, de conceptos, de escenas. En ocasiones esa receta puede ser deliciosa, pero este no es el caso.

Estamos ante Chinaski. O sea, ante Bukowski. Y por lo tanto, estamos ante el tema del alcoholismo. Que hay de nuevo en este tema? La frialdad con la que se narra.
En Factotum el alcohol se nos muestra como algo que recorre la sociedad transversalmente, a través de las clases sociales. Es algo que se oculta, que no se muestra al público, que no conviene que sepan ni tus jefes ni tus subordinados. Pero no por eso dejas de beber. Si alguien ajeno descubre el vicio puede costar el trabajo, el respeto, la familia...pero tu no dejas de beber. No vas gimiendo que necesitas un trago, pero es simplemente porque tienes el trago a mano. Y bebes.
Por otra parte, el trato del alcoholismo es para tomarlo con cautela. Esto no es Días de vino y rosas o Días sin huella, filmes en que el alcohol sí es tratado como un problema feroz, especialmente la última. Aquí el alcohol simplemente está. Y ves sus consecuencias...suavizadas. Ese es el problema. No es como Miedo y asco en Las Vegas, donde, a pesar de no haber una carga moralizante, el espectador entiende que jugar con el éter o el adrenocromo no es buena idea. En Factotum se corre el riesgo de que alcohol se vea como algo glamouroso. Es un problema tradicional con el alcohol o el tabaco, y no por ello resuelto. El whisky y el vino pueden parecer algo atractivo, pues en el metraje no se ven consecuencias realmente graves del alcoholismo. Sí, Chinaski es un hombre cuyos trabajos pueden durar unas pocas horas y que nunca está lejos de una botellita, pero se conserva sereno. Anda erguido, orgulloso, y afirma su posición a lo largo de la película: Él escoge su camino. Él elige. Puede que rechacen sus relatos, que no tenga domicilio fijo, pero persigue su sueño, vive su vida, y lo riega con alcohol. El problema de esa visión es que, por no ser moralizante, puede ser "inmoralizante": No se muestra hasta que niveles de decadencia puede llegar el alcohólico, y cuales son sus consecuencias extremas, como la abstinencia o el delirium tremens, tan bien recreados en Días sin huella. Tal como se plantea Factotum, Chinaski puede llevar una vida normal, con relativamente pocos problemas (no muchos más que un desempleado sobrio), cuando en realidad el futuro es más triste las más veces. Que Bukowski llegara a los 73 con la cabeza en su sitio no significa que sea lo que le ocurre a la mayoría...
Para concluir: película que a pesar de ser de cadencia lenta, con casi ningún giro de guión (la vida de Chinaski es, al final, bastante anodina), da para discutir. No sobre los hechos del filme, sino sobre el significado moral, vital de los personajes. Y el obligar a la gente a pensar, o mejor, a hablar entre ellos, siempre es bueno.

Tan lacrimógena que acaba siendo autoparódica. Dramón con una vieja buena, una nuera mala y un hijo castrado. Mucha llantina de tercera edad, los recuerdos, los amigos del pasado muertos, los edificios caídos, el cruel paso del tiempo y demás.
El que quiera ver algo en una línea parecida tiene Tomates verdes fritos, peliculón donde los haya que te hace llorar sin caer en el cliché.
Eso sí, la interpretación de Geraldine Page es buena, muy buena. Lo único que te toca la fibra. Y hay que reconocer que la nuera tampoco lo hace mal, si no no darían esas ganas de escupirle.

Se trata de un true crime interesante sobre un caso extrañísimo, lleno de personajes extravagantes. El problema es que dura demasiado; Cinco capítulos son excesivos, la serie da vueltas y vueltas sobre los mismos hechos. La historia, sencillamente, no da para tanto. Habría estado mucho más interesante condensada en solo tres capítulos directos y con buen pulso. Tal como ha quedado el resultado final, me parece artificialmente alargado, acabando por resultar aburrida y acabada solo por completismo.