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Críticas de Luis Guillermo Cardona
Críticas 3.333
Críticas ordenadas por utilidad
6
31 de agosto de 2014
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título de este filme, “CRÍA CUERVOS…”, que hasta incluye los puntos suspensivos que indican su referencia al archiconocido dicho popular “Cría cuervos y te sacarán los ojos”, pareciera hacer absolutamente obvio el mensaje que, suponemos, va a poder extraerse de la historia: Alguien va a ser malcriado y entonces devolverá mal por mal. Huele entonces a cine conductista y manipulador porque, de entrada, nos está diciendo lo que tendremos que creer. Se nos anticipa, pues, una suerte de cuento de Esopo.

Al aparecer tres niñas entre los personajes centrales y una niña (grande) más en la pegajosa canción “Porque te vas”, también nos permite suponer que el tema estará dirigido al público infantil y que va a ser algo divertido con alguna magia al estilo de Los hermanos Grimm. Pero al irse desarrollando la historia… todas nuestras suposiciones se van desmontando una por una… y Carlos Saura, el director, pareciera sacarnos la lengua para decirnos: ¡Te engañé!

Siempre he sentido que cada director debería hacer su propio cine, cada pintor sus personales obras de arte y cada escritor una literatura que solo huela a él mismo. Pero veo, casi siempre con incomodidad, cuando un director decide parecerse a… o peor aún, copiar a… porque -con exclusiva referencia al arte-, casi siempre pierde aquel que imita y suele triunfar aquel que crea lo que (con talento y autenticidad) le brota del alma.

Saura decide parecerse aquí a Ingmar Bergman, pero carece de los recursos, el ingenio, la profundidad de los diálogos y el rigor técnico que solemos ver en las obras del director sueco. Su dirección de actores, especialmente en el caso de las niñas -que tienen una presencia muy representativa- es bastante conformista y amén de una demasiado flexible, y a ratos confusa, edición, quedan instantes de una improvisación muy insatisfactoria, y los diálogos (de todos los personajes) jamás sobrepasan el dato o la expresión cotidiana.

Ana Torrent, la niña de la mirada mágica, que ya nos había conquistado desde “El espíritu de la colmena”, es lo más grato de este filme, pues su personaje, Ana, transmite en cada escena un sentir muy profundo que saca de adentro ¡Dios sabe como!... Y al ser ella la que se convierte en testigo ocular de todas y cada una de las improcedencias de sus familiares, presentimos entonces que va a ser el cuervo que se está empollando dentro de la historia.

Pero Saura, capaz de hacer un cine bastante fuerte, “La caza”, “Los ojos vendados”… se torna aquí en un carácter suave y tolerante (¿temeroso?) y su cuestionamiento al franquismo es un chorrillo (me refiero al pequeñito objeto de pólvora que se comercializa en las navidades y que los niños encienden y lanzan al aire) y nada más. Y aunque tuviera intención de llegar al público infantil, su filme es lento y bastante frío, y cualquier pequeño se aburriría en minutos.

Y llega entonces el momento en que todo no es más que ilusión y ensueño. Las patas de gallina siguen en la nevera ¿significando qué? (nunca pude entenderlo) y pareciera que nada hubiera afectado a nadie y que la vida sigue, colmada de niñas buenas y sin cuervos a la vista.

“Todas las promesas (…) se irán contigo / me olvidarás, me olvidarás…”
Luis Guillermo Cardona
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6
8 de agosto de 2014
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Dr. André Vertier, luce feliz y muy enamorado al lado de su linda esposa Colette. Todo anda bien en aquella París de los años 1930, hasta que un día de lluvia, cuando toma un taxi, André conoce a una muchacha bastante fogosa de nombre Mitzi, para quien estar casada no es obstáculo alguno que le impida coquetear a sus anchas. Y a Mitzi enseguida le atrae André, con su pelo lamido y todo. A André también le atrae Mitzi con sus atractivos rizos y su mirada a punto de tragárselo vivo, pero como cualquier hombre realmente enamorado de su mujer, André resiste a Mitzi y huye a riesgo de parecer un cobarde… pero, el Fatum, que juega siempre a las tentaciones para poner a prueba lo que hemos avanzado, hará coincidir que la rubia Mitzi… es justamente la mejor amiga de su esposa, y claro, ¡un nuevo encuentro resultará inevitable!

Remake de “Los peligros del flirt” que, el mismo Ernst Lubitsch, realizara ocho años atrás, “UNA HORA CONTIGO”, le fue inicialmente encomendada a George Cukor para que la dirigiera, pero a medida que avanzaba el rodaje, Lubitsch -que hacía las veces de productor- no se mantuvo de acuerdo como venían las cosas y entonces se deshizo de Cukor (a quien daría el crédito: Asistido por…) y él mismo continuó el rodaje, copiando plano por plano muchas de las cosas que suceden en la primera versión.

Comedia de tentaciones (muy efectivas, pero muy sutilmente recreadas para evitar tijeretazos), de celos (de aquellos que producen dolor de cabeza y que te animan a dar motivos reales para que al menos tengan su real aliciente) y de muchas picardías que entran en los diálogos y en ciertas situaciones, “UNA HORA CONTIGO”, apunta a ser una muy buena película… pero como la anterior, tampoco logra serlo y voy a dar las razones:

Aunque las canciones son cortas, las más de las veces resultan aburridas y apagan de inmediato el swing que trae la historia. Chevalier, con sus muecas y ademanes, en vez de resultar gracioso, le merma bastante a sus pretensiones de galán. El guión del habitualmente brillante, Samson Raphaelson, agrada con algunos jocosos y pintorescos diálogos y por el actualizado cambio que da al ‘efecto de las tentaciones’, pero se torna reiterativo y pesado con las escenas de celos de la linda y muy confiada Colette, que nos recuerda momentos que muchos quisiéramos borrar de la memoria. O averigüen si hay algún hombre (o mujer) a quien le guste recordar las escenas de celos que ha padecido (o que ha representado).

Es una actriz que no obtuvo todo el éxito que se merecía, Genevieve Tobin, la que preserva el vigor, el encanto y la picardía con su estupendo personaje de Mitzi Olivier, la clase de chica que si la tienes cerca… es casi seguro que dañará tu matrimonio.

Pero, en resumidas cuentas, toca decir que, “UNA HORA CONTIGO”, fue un remake que pudo calar... pero se les fue la luz.
Luis Guillermo Cardona
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7
25 de mayo de 2014
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
A Gretna Green se le conoce como La ciudad de las bodas y ahora tiene a un nuevo juez de paz que, tras doce horas de haber sido nombrado –con la habitual improvisación e ignorancia conque, en tantos casos, se pone en sus cargos a los servidores públicos- ya tiene el compromiso de celebrar su primera boda… aunque será la novia quien tendrá que guiarle en el procedimiento. ¡Dos años y medio después!, el gobierno se enterará de que el consabido juez celebró sus seis primeras bodas sin haber sido protocolizado su nombramiento… y por lo tanto, ¡ESTAS PAREJAS NO ESTÁN CASADAS!

Surge aquí una deliciosa pregunta para hacerle a quienes han protocolizado una relación de pareja: ¿Qué sentiría y cómo actuaría usted si, en este momento, le llegara una carta del Estado (o de la iglesia), dónde le dijeran que la ceremonia en la que usted contrajo matrimonio es inválida y que, por tal razón, usted y su pareja no están casados?

Lo que sintieron y lo que hicieron las seis parejas que recibieron la curiosa carta, es lo que vamos a ver en esta divertida comedia de Edmund Goulding, que tiene segmentos entretenidos y otros realmente deliciosos.

Las parejas están conformadas por un elenco magnífico: Ginger Rogers y Fred Allen (Los Gladwyn), Marilyn Monroe y David Wayne (Los Norris), Paul Douglas e Eve Arden (Los Woodruff), Louis Calhern y Zsa Zsa Gabor (Los Melrose) y Eddie Bracken y Mitzi Gaynor (Los Fisher)… Cuando uno cuenta, suma cinco parejas. ¿Y la sexta? ¿Quiénes son? Adivina adivinador.

En principio, se había rodado un sexto sketch interpretado por Walter Brennan y Hope Emerson, pero en vista de que no quedó muy bueno, las “siete” parejas se convirtieron en “seis”, preservando la brillante idea de involucrar a los espectadores en ese juego de reflexión ante la incógnita que queda latente.

Con un refrescante guión de Nunnally Johnson, “NO ESTAMOS CASADOS” reafirma que el bien y el mal suelen ser bastante relativos, pues lo que para unos puede ser malo... para otros es un magnífico regalo.

El filme avanza de aceptable a bueno… y con los sketches que interpretan Calhern y su ambiciosa pareja, y el de Eddie Bracken, el soldadito que no quiere irse a la guerra dejando a su hijo sin apellido, el nivel sube a excelente, dejando por fin un gusto a comedia bastante agradable.

La idea de los casados - no casados, ya la habíamos visto en “La gran mentira” también de Goulding y en “Matrimonio original” de Alfred Hitchcock.

Sé que con esta comedia algunos soñarán... y muchos más se quedarán anhelando a que un día les llegue una carta del mismo estilo.

Título para Latinoamérica: “TRAVESURAS ENTRE MATRIMONIOS”
Luis Guillermo Cardona
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6
2 de abril de 2014
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La relación del director, King Vidor, con el productor Henry Blanke (“El hombre que creía que las mujeres escritoras eran infalibles”, según comentaba, Vidor), fue bastante cordial cuando juntos hicieron, “The Fountainhead” (novela y guion de la célebre escritora, Ayn Rand), y entonces, volverían a reunirse en dos ocasiones más, siendo la segunda, <<LA LUZ BRILLÓ DOS VECES>>, y la tercera, “Beyond the Forest”, teniendo éstas dos últimas sendos guiones de Lenore J. Coffee.

La novela, “A Man without Friends” (Un Hombre sin Amigos) -en la que está basada la película- fue escrita, en 1940, por Margaret Echard (1895-1982), y cuenta la historia de un ingeniero, Richard Trevelyan, quien tras haber estado en el corredor de la muerte acusado del asesinato de su esposa, su juicio es revisado y finalmente sobreseído de los cargos. Treve (como le llaman quienes le conocen), decide, entonces, aislarse en una casa de campo y hasta allí llegará, utilizada como señuelo, una preciosa actriz de teatro, Shelley Carnes (trasladado a nuestro idioma, el apellido luce bastante malicioso), quien anda en busca de un solaz campestre, a solicitud de su médico.

Este es el primer capítulo de una historia que se convertirá en un interesante thriller, sobre todo si uno no le mete mucho el diente a la historia, porque, entonces, podría sentir que deja algunos baches que, me da la impresión, no son de fácil respuesta o toca asumirlos como recursos tramposos. Por ejemplo: ¿Qué es lo que consiguió decir, Liza McStringer, para que por fin el jurado declarara inocente al condenado? ¿Qué papel jugó, Harvey Turner, durante el juicio? ¿Cuáles son las razones de peso para que también, J. D. Nolan, entre en el juego? ¿Por qué String se muestra en principio tan temeroso, si...? Y tendríamos dos preguntas más que no las hacemos porque quedarían develados hechos importantes.

Siento que, <<LA LUZ BRILLÓ DOS VECES>>, mantiene un inevitable paralelo con, “Rebeca” de Alfred Hitchcock, no solo en el cuento del hombre enjuiciado por la muerte de su primera esposa que vuelve a enamorarse, sino también en esa suerte de lagunas que, en ambos casos, no consiguen llenar debidamente sus autores.

En la actuación, son notablemente las mujeres las que resultan más atinadas, siendo Ruth Roman (quien ya tuvo un pequeño papel para Vidor en, “Beyond the Forest”), la que más reluce en cada plano en el que aparece, aunque la escena del vértigo resulta bastante floja. Mercedes McCambridge, es también un personaje bastante fuerte como la dueña del rancho “Tumble Moon”; y Kathryn Givney, como Myra Nolan, logra un perfecto ejemplo de mujer atinada en un mundo de hombres improcedentes.

Con <<LA LUZ BRILLÓ DOS VECES>>, es posible pasar un rato entretenido... solo tienes que hacer un poco el de la vista gorda.

Título para Latinoamérica: CELOS MORTALES
Luis Guillermo Cardona
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6
3 de febrero de 2014
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con mucha frecuencia, personas que alguna vez desviaron su camino y sufrieron considerablemente, al conseguir redimirse se convierten en magníficos seres humanos, incluso mejores que muchos de aquellos que siempre se creyeron buenos. Cuando se ha sufrido se aprende y cuando se ha caído suele costar un gran esfuerzo volver a levantarse. Por esto, se valora la nueva oportunidad que nos brinda la vida y se aprende a dar lo mejor y a auto respetarse como es debido.

Kay Arnold, es una chica de alquiler, algo así como lo que hoy conocemos como una prepago. Carente de hogar, Kay vive con Dot Lamar, su amiga y compañera de oficio. Cuando conoce a Jerry Strong, el hijo de un prestante empresario cuya mayor aspiración es convertirse en pintor, éste se siente atraído por ella como modelo y planea pintar, entonces, un cuadro al que titulará, “Hope”. El título surge de la generosa y grata sensación que ella le produce: “Llevaba una máscara como todos, pero debajo de ella hay una gran esperanza”.

<<MUJERES LIGERAS>> (mucho más preciso el título original por lo que iremos conociendo de los personajes) fue, en principio, una obra teatral escrita en 1924 por el newyorkino, Milton Herbert Gropper (1896-1955), titulada entonces, “Ladies of the Evening”. David Belasco la puso en escena para los teatros de New York, y quizás por las variaciones e inclusiones que pudieron darse en este proceso, es que en la película la obra se acredita a ambos.

La historia que dirigiera Frank Capra, adaptada a guion por Jo Swerling, podría ser apenas otra de las eternas variables de La Cenicienta, absolutamente predecible al jugar con la vieja y trillada fórmula de “chico rico encuentra chica pobre”. En manos de un director del montón, hubiera sido éste, otro denostado desperdicio, pero, Capra ya tenía oficio y eso le permitió hacer un filme visualmente muy atractivo. Además, el director italoamericano, poseía ya esa sensibilidad que no lo abandonaría nunca, la cual le permitía llegar hasta el alma de sus personajes para extraer la grandeza, la ternura y la bondad que hay en cada uno de ellos.

Infortunadamente, algo falta para la plenitud, pues mientras, Barbara Stanwyck, resplandece como ese ser cálido y dulce que sólo necesita una presencia amorosa para poder prodigarse en toda su plenitud, Ralph Graves –actor de cierto éxito en tiempos del cine silente- no logra acomodarse al nuevo estilo que reclama el sonoro… y resulta un tanto torpe en sus movimientos y bastante sobreactuado. Se hace evidente que, Capra, no consiguió enseñarle que actuación no es asimilación sino extracción, y esto oscurece un tanto el resultado de un filme en el que hasta, Marie Prevost, como la bocazas, Dot; y Nance O’Neil, la discreta señora Strong, resultan fuertes y muy precisas en sus respectivos roles.

Queda para el recuerdo ese bello personaje llamado, Kay Arnold, y para la historia, el encuentro de Capra-Swerling-Stanwyck, pues, entre ellos harían magníficas películas.

Título para Latinoamérica: <<MUJERES DE LUJO>>
Luis Guillermo Cardona
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