Tenían suficientes piezas, suficiente material dispuesto para una tercera parte que arrasase con ambas, para ser el batacazo final, pero decepciona mucho mientras se va desarrollando la historia. El papel de nuestro querido Sam Neill le va de maravillas, el parecido del personaje es inigualable de la primera a la tercera; éxito, y su forma de actuación y entonación despiadada es genial, pero el guión es desastroso, porque Damien va perdiendo seriedad, mientras se van llevando a cabo el papel sentimental del sujeto, me pareció que debería ser en sentido despiadado, aún más.
El final tiene un concepto interesante, pero deja una sensación de vacío, inconformidad, demasiado cabo suelto, se pudo haber hecho más, aún más en ese final, se debió pensar.
La falta de buenos personajes le da vacío descomunal a la pobre película, es demasiada cargada con los toques técnicos, científicos, que al final no interesan un bledo, quedan sobrando y en el aire.

Una comedia realmente llena de contenido cómico y un guión interesante de lo que tiene que ver la comicidad y el humor clásico y más simple; esta entrega garantiza un momento de entretenimiento inmejorable.

Terror inteligente que el maestro Kubrick supo plasmar y explicar visualmente. Con una actuación fenomenal de Nicholson donde sabe transmitir perfectamente la tensión desde el primer momento en que aparece en pantalla. Su presencia impone miedo, respeto a tal punto que uno se pregunta en qué momento explotará tanta ira reprimida. Sin duda, una mirada psicópata, descabellado y trastornándose paulatinamente hasta llenarnos los ojos de una temerosa actuación.

El trabajo con el niño es, sin duda, destacable porque es tan natural el pequeño que al final uno le cree todo lo que dice. Se convierte en el modelo perfecto de niños perturbados del cine, junto con Damian de La Profecía, la de Poltergeist, hasta del de sexto sentido, sin duda "Danny" se gana todas las palmas completas. Ahora, esa habilidad suya que se explica en la película, tiene una particularidad para manifestarla, jugando con su pequeño dedo, lo cual, ha sabido como hacerlo de manera tan inocente y creíble.

El planeta de los simios de 1968 había dejado la valla muy alta. La inteligente propuesta con Charlton Heston y Roddy McDowall dio comienzo a un hito de la ciencia ficción. Con la adaptación en el 2001 de Tim Burton que, es mejor no hablar de ella, no fue la gran cosa, era ya un precedente intimidante pero se aventuraron a realizar una precuela.

Acertaron en gran manera en esta entrega. Pero si en la original, el mundo se ve afectado por una bomba atómica por plena guerra fría, en esta oportunidad toman como punto de partida los juegos genéticos contra una enfermedad. Estuvo bien controlado y manejado los puntos de giro en la película. Muy conmovedora y a uno lo tiene en tensión permanente.

Los efectos visuales están a la altura del maquillaje original, a pesar de las abismales diferencias. Es notable el trabajo realizado para la creación de los simios. La actuación de Franco es más que convincente; es conmovedora, se siente que llega a la realización total de la ternura. Buen manejo de los efectos digitales, gran equilibrio de éstos con la imágen.

En ningún momento de la película se siente que satura la pantalla los efectos de computadora. La acción está bien realizada y pensada, no se hace tediosa. No es como otras escenas que resultarían cansadas o pesadas al volverlas a ver. Al contrario, son impresionantes y enriquecen el film. Sin duda que es una interesante precuela, pero que no se ajustaría a la original por una incongruencia mínima al final de cuentas.

Dinámica, rápida y va directo al punto. Si alguien ha leído acerca de Truman pues, les parecerá una interpretación grandiosa la que hace Hoffman. Para el que no sabe nada del escritor, entonces es un buen pretexto para ir conociendo más sobre este genio de las letras.

Capote es una película genial, no sólo por la gran fotografía o su riqueza en los planos generales, que me parecieron de lo mejor, sino por la actuación de Philip, que se come la pantalla, encarna y recrea un personaje complejo en todos los sentidos, un homosexual como vemos en todas partes pero intelectual.

Esa vanidad, complicidad y complejidad que le otorga a su Capote es genuina, increíble y hasta deliciosa. Si les parece muy buena doblada, entonces en su idioma original les parecerá un acierto total. Merecido el premio que obtuvo el actor, porque la película comienza a girar a su alrededor y le da esos toques maestros. Sin duda una película entretenida y agradable.