Anoche viví una experiencia un tanto peculiar en el cine. Hacía tiempo que no la vivía. Era el estreno de esta película y yo estaba súper intrigada porque me gusta mucho este director.

Desde el primer minuto de la película ya estaba enganchada. Thomasin McKenzie hace una grandísima interpretación, tan inocente, bailando... ya me cautivó. Uno no sabe hacia dónde va a caminar la película hasta que poco a poco nos vamos dando cuenta de por dónde va a ir la cosa. Esto es propio del director. No tiene película mala, aunque tampoco se ven todas sus características, aunque el terror sí está presente en todo el metraje. Planos de Londres, muchos efectos, juegos brutales con las luces, algo de Giallo, unos ingredientes magníficos para conseguir este caldo. Maravillosa representación del Londres de los 60, maravillosa Banda Sonora de la época, y hemos hablado de Thomasin, pero Anya Taylor-Joy también está genial.

Eloíse, típica estudiante modosita que se va a Londres a estudiar moda... muy segura de sí misma, que puede con todo, pero Londres es mucho Londres. La noche es difícil y más cuando se duerme. Si no, que se lo pregunten a Eloíse en la película. Me encantaron los momentos dobles de las dos protagonistas, que en la primera secuencia que se ve, uno no termina muy bien de entender el significado, pero cuando se va repitiendo durante toda la cinta, ya uno va encaminándose.

Los planos de los bailes me parecen brutales, los vestidos, las iras... No es una película de terror al uso. No hay sobresaltos (los hay pero precedidos de una tensión psicológica increíble.) Todo es psicológico, mental, y eso no es fácil de hacer, y más si nos fijamos en la filmografía de Edgar. Utiliza la comedia en casi todas sus películas, (véase la trilogía del Cornetto). Aquí no hay comedia, algún punto gracioso pero la comedia no es lo que abunda. Aquí abunda la desesperación, la angustia (así salí del cine ayer.)

El final y mis mejores escenas lo dejo para la crítica con Spoilers.
Película de 10 para mí. No lo tendrá seguramente, pero se lo pongo porque se lo merece, porque es un proyecto muy arriesgado de un gran director de estos últimos años, y ha salido bien, al menos en mi opinión, por Thomasin, por Anya, por la angustia que viví, por el Giallo... por todo eso mi diez.