¿Quién este planeta alguna vez no quiso zarpar en busca de la felicidad (escapándole al sistema, a la rutina asesina, a las costumbres de la ciudad, y a la sombra egoísta de la gente)?.

<<Hace ya siete meses, tres días y dos horas naufragué en esta isla que no está en ningún mapa. La primera semana lloré como un muchacho asustado y el miedo vino a vivir conmigo. Luego maldije a Dios los quince días siguientes. Y me pasé tres días sin agua ni comida.
Los siguientes dos meses he añorado tu cuerpo y soñado con el tibio roce de las sábanas. Cada noche encendía hogueras en los montes, pendiente de que un barco pasara por delante de esta isla maldita. Y en la playa he dejado mensajes de socorro pidiendo que vinieras. Arrojé cien botellas con mensajes urgentes. Y durante tres meses aprendí que la vida es un cangrejo, un fruto, el agua del torrente, el sol que cada tarde pinta de rojo el agua.

Ya no siento temores. Recuerdo vagamente que más allá del mar hay fusiles y espadas y hombres que maldicen haber nacido un día. Y que aquel mundo era una isla de monstruos. Ayer me desperté cantando sin que nadie me dijera: “Estás loco ¿A qué tanta alegría?”. Y cada tarde escribo en la arena unos versos que borran las mareas y que de nuevo escribo.

Hoy he visto pasar un barco no muy lejos. He apagado raudo la luz de las hogueras y he borrado todos los mensajes de auxilio. Afortunadamente el buque ha pasado de largo.>> ("Mensaje encontrado en una botella" - Rodolfo Serrano)


Hirsch parafrasea a Henry David Thoreau: "Más que amor, dinero, fe, fama, justicia, denme la verdad." Este film es verdad pura: hermosa, cruel y deliciosamente sabia.
"Into the wild" es ese viaje, con destino único: las nuevas experiencias, y con ellas, la felicidad. Yo ya compré una vez el boleto y lo haría en cada oportunidad.


Una cosa más: 10 (el puntaje máximo) supone que no le falta ni sobra absolutamente nada, desde el elenco hasta la música.

Demoledora, graciosa, insensible, poderosa, atrapante, delirante, sangrienta...

Tarantino de nuevo en las alturas; de nuevo Quentin reinventando, enloqueciendo, desconcertando.


Notable, notable donde se le mire.

Cuando terminé de ver la película, recuerdo que me preguntaron qué era lo mejor de esta cinta, - "los diálogos" respondí sin absolutamente ninguna duda. Y, es que, claro, casi inconscientemente, las conversaciones entre Luppi-hache, Luppi-Poncela, Luppi-Roth, etc. hacen el esfuerzo suficiente para grabarse en la mente del espectador.
Obviamente, no menosprecio la labor de los actores, donde brilla y vuela con total libertad Federico Luppi (tengo que decir que es de las mejores actuaciones que he visto); Juan Botto hace una actuación justa, que llega a ser convincente; Eusebio Poncela, de lujo, un personaje realmente difícil pero que éste actor lo somete a un gusto exquisito y recordable; y Cecilia Roth, madre mía, una actuación genial, no importa de donde se lo mire: espectacular.

De esta manera, más una trama más difícil de lo que aparenta, que a medida que pasa el tiempo se transforma más y más en compleja, hacen de ésta, una gran película. De las grandes a nivel nacional.

Extrañamente no es tan conocida. Bueno, extrañamente o justamente por todo lo que es...


9.

El romance de Robert y Francesca es uno de esos amores que se encuentran bajo la tenue luz de una vela encendida, tímida, desgastada pero sumamente necesaria. Son esos amores que se encuentran en un bar por alguna tonta casualidad y se hacen eternos.

Meryl Streep no envejece, y si lo hace, también madura su belleza. Nos hace recordar a esas mujeres que, sonriendo, le llenan de color las cosas al mundo. Representa eso tan pacífico de lo que es fácil enamorarse pero muy difícil obtenerlo, como los sueños que creemos nuestros y vuelan más libres que las aves.
Clint (en sino su mejor actuación) deja nada que decir sino demasiado, un hombre de hielo al contacto con la vida preciosa.

Finalmente, las gotas de lluvia que se despedazan contra el asfalto no son más que los llantos de aquella mujer que, sujetando fuertemente su vestido con una mano y la manija de la puerta con la otra, sabe que fuera de ese coche puede haber nueva vida... y la hay.

Cuánta nostalgia.

"Jeux d' enfants" tiene una capacidad inmensa, porque no sólo que conmueve, sino porque, además, es original. En estos tiempos en que el cine se repite y en que las comedias románticas parecen estancadas, Yann Samuell nos regala una muy bella historia de juego, de sexo, de ambiciones, de miedos, d, de años, de triunfos y pérdidas, de tragediae eternidad... de amor.

Evidentemente es una cinta muy europea con precisos toques surrealistas. Un elenco bueno, sin sorprender ni desilusionar. Personajes justos con historias cotidianas. Guión simple, realización correcta para una notable película.


Lo mejor: tiene poesía, la tiene.