Uno de esos pocos casos en los que un remake es tan buena como la original, e incluso la supera en algunos aspectos.

Desde el punto de vista de la cinematografía creo que es una película que intenta jugar mucho más con los aspectos formales, como crear una atmósfera opresiva con el decorado y la fotografía o la inclusión de elementos que hacen refencia la "cinta maldita" en las imágenes y edición. Es una navaja de doble filo porque la hace más interesante visualmente, pero también es TAN excesiva que elimina cierto elemento de verosimilitud que si tenía la original. Al menos esta vez, todo lo relacionado con la "cinta" tiene más relevancia en la trama y está mejor tratado (el tracking, imagenes que salen de la pantalla, etc.)

Naomi Watts soporta el chiringuita ella sola sin prácticamente la ayuda de nadie, lo que es una notable diferencia con la japonesa en la que Sanada (el marido/padre) robaba casi todo el protagonismo a la madre.

Quizás la revelación de "Samara" es donde está el mayor problema. Demasiado simplona para una película que hasta el momento había sido muy terrorífica y disfrutable.