Podríamos decir que este es el momento en el que la saga comienza a abandonar su profundidad y realismo duro, por un componente más espectácular con la inclusión de rivales espectaculares.

Cierto es también que Clubber Lang no deja de ser un reflejo del pasado de Balboa, una imagen que le devuelve el espejo de la realidad que ha olvidado debido al desmesurado éxito de su carrera. Claro que tambien tiene que lidiar con el hecho de que este éxito pueda no ser merecido, y tengo que volver a demostrarlo.

Es increible como una saga de estas características puede seguir manteniendo este nivel tan elevado a nivel reflexivo y cinematográfico.