El director mexicano vuelve a la carga con su personaje fetiche HELLBOY , el héroe creado por Mike Mignola no podía haber caído en mejores manos y se me antoja en esta brillante secuela como el particular Batman Vuelve(Tim Burton) de Del Toro, si en su primera incursión asomaba algo cohibido, en esta se libera y nos regala un carrusel del que no querremos bajarnos jamás, y es que las similitudes del cine de ambos cineastas son más que evidentes pero sin duda complementarias, los dos poseen un universo particular único e intransferible, autores de desbordante imaginación, creadores de esencias, auténticos magos del celuloide, pero si bien uno(Burton) pierde el norte por momentos, otro (Del toro) encuentra en este Hellboy 2 su constatación definitiva de rey del fantástico.

Auténtica orgía visual, perfecta demostración de lo que debe ser una buena adaptación de comics, cine pulp, divertido y con ganas, combinado exquisito que nos emborracha sin arrepentimientos, una montaña rusa constante, poderío y creación de un film mágico y disfrutable hasta el final.

Hellboy 2 es, digámoslo ya, la mejor película de Guillermo (muchos me crucificarían por esto), pero es así como yo lo siento, ejemplo modélico de entretenimiento, un producto que alterna de manera notoria calidad con diversión, espectáculo con autoría, un equilibrado tan necesario como aplaudido. Son muchos los que se aventuran a reprocharle al mexicano un guion simple y facilón, pero no es cierto, su simpleza desde luego es enormemente efectiva y se conforma como un tratado maravilloso acerca del amor y la amistad. El romance de Hellboy con Liz es una de las historias de amor mejor conseguidas en años y la encarnación de los personajes por parte de Selma Blair y Ron Perlman son mucho más que ejemplares.

Guillermo del Toro nos hace un luminoso regalo con música de Elfman (otro paralelismo con Burton) y consigue mantenernos pegados a una butaca de cine durante todo el metraje, conmigo desde luego lo ha conseguido, y yo como recompensa prometo serle fiel ante una posible y deseada tercera entrega de este irreverente héroe rojo que tanto me divierte.

LO MEJOR: El mundo mágico al que el director nos transporta constantemente, repleto de criaturas y secuencias de una fuerza indescriptible. Su potente prólogo con ese Hellboy de niño, la batalla contra el dios del bosque, la canción cantada por Hellboy y Sapien, la música de Danny Elfman, la fotografía de Guillermo Navarro, la laboriosa labor de maquillaje, su atmosfera, Ron Perlman, y mucho más...

LO PEOR: Un villano algo descafeinado, lo único reprochable de la cinta, y el doblaje de José Mota y Santiago Segura, que aunque no es del todo chirriante si era innecesario, más teniendo en cuenta el cambio de doblador en el caso de Sapien, muy superior en la primera entrega.