"Only Lovers Left Alive" es una película difícil. Difícil porque tiene un ritmo lento, muy lento. Difícil porque los diálogos están llenos de referencias y guiños a la literatura, historia y música que deben conocerse para apreciarse. Difícil como sus personajes.

"Jim Jarmusch" coge a los vampiros de toda la vida (los que no pueden resistir la luz del sol, temen al ajo y se matan con una estaca de madera) y los planta en la época moderna. Esta pareja de amantes no brillan y van a la universidad, son supervivientes de la vida que buscan nuevos estímulos ya que, cuando lo has vivido todo, ¿qué te queda?

"Tilda Swinton" y "Tom Hiddleston" nos brindan una actuación soberbia. Ella como una hippie literaria devoralibros amante de la vida, filosófica, despierta y ansiosa por aprender conocimientos nuevos. Él como un músico underground apagado, coleccionista de instrumentos y estancado en el pasado al que solo crear música le ayuda a seguir adelante.
Son el Yin y el Yang. Y curioso que se llamen "Adam" y "Eve"...
Mención especial a "John Hurt", espectacular como siempre, aunque "Mia Wasikowska" no aporta absolutamente nada.

Así pues, "Only Lovers Left Alive" pasará desapercibida para muchos y solo sabrá apreciarse por muy pocos. Es una película que pretende hacernos entender que la vida, aunque eterna, es una lucha constante por la supervivencia en la que tenemos que intentar disfrutar y aprender de todo lo que nos rodea. Su banda sonora, fotografía, actuaciones y diálogos ayudan a que nos adentremos en la vida de estos dos enamorados y entendamos que nunca debemos perder la esperanza, seamos amantes o no.

VAYAN A VERLA: si quieren gozar de cine (muy) inteligente.
ABSTENERSE: si esperan ver una película de vampiros al uso.