Por lo menos en el examen de literatura. Y no sólo porque a los chavales se les incite a desnudar su alma en lugar de enseñarles a los brillantísimos autoes españoles, si no porque cuando en las poquísimas ocasiones en las que en la clase se menciona a alguno, sólo se habla de autoras. Eso sí, excelentes (entre ellas, la admirable Carmen Laforet).

Esta es sólo una muestra de los innumerables clichés de los que está repleta la serie. Los cuales, junto a recursos imposibles, hacen que la trama sea inverosímil.

Aplaudo que en el cine y en las series se empiece a visualizar el mundo LGTBI y el mensaje feminista pero sólo si encaja en el guión (por ejemplo, la notable POSE o la muy notable SENSE8). Aquí está metido con calzador y no aporta nada a la trama.

Me quedo con el excepcional paisaje gallego y con el asombroso instituto en donde transcurre parte de la trama. Además sobresalen las actuaciones de los chavales, con mención especial a Arón Piper que me ha sorprendido gratamente después de su plano papel en Élite (confieso que no le he visto en el resto de trabajos).

Notable también la dirección y el montaje, mostrándonos las dos vidas de las profesoras en paralelo.

Pero en global, suspenso y a septiembre.