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Voto de Albert:
5
4,7
5.179
Aventuras. Drama
Judah Ben-Hur (Jack Huston) es un príncipe falsamente acusado de traición por su hermano adoptivo Messala (Toby Kebbell), un oficial del ejército romano. Desposeído de su título y separado de su familia y de la mujer que ama (Nazanin Boniadi), Judah es condenado a la esclavitud en las galeras. Después de varios años, Judah regresa a su tierra natal en busca de venganza, pero encontrará su propia redención. (FILMAFFINITY)
25 de noviembre de 2018
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya por delante esto: NO es una mala película. ¿Está al nivel de la película de Wyler? Tampoco, pero es que no puede estarlo. Ya les gustaría a la mayoría de cineastas de hoy que les dieran presupuesto para realizar una película de más de tres horas de metraje, para rodar todo en exteriores con decenas de miles de extras y poder construir escenarios titánicos como el circo del filme de 1959.
Respecto a la recreación histórica, a pesar de las dichosas espuelas y estribos (que no entiendo qué problema hay en entender que no existían en esa época) y de la escena en la que aparece Esther vistiendo pantalones y con el pelo al aire por las calles, no puedo quejarme, todo sea dicho.
Así que, en conjunto, les ha quedado un producto bastante decente.
Ahora bien, ¿me ha gustado? NO, porque la historia que he visto no es Ben-Hur. Me explico:
Respecto a la recreación histórica, a pesar de las dichosas espuelas y estribos (que no entiendo qué problema hay en entender que no existían en esa época) y de la escena en la que aparece Esther vistiendo pantalones y con el pelo al aire por las calles, no puedo quejarme, todo sea dicho.
Así que, en conjunto, les ha quedado un producto bastante decente.
Ahora bien, ¿me ha gustado? NO, porque la historia que he visto no es Ben-Hur. Me explico:
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Ben-Hur es una historia acerca de personas; de personas reales, con sus miedos, sus ideales, sus odios, sus amores, etc. Esta película es una historia de civilizaciones. Por un lado, tenemos a Judah Ben-Hur, que no es Judah sino un símbolo de Judea/Oriente como heraldo de la cultura, el refinamiento y la virtud. En contraposición, está Roma/Occidente como culpable de reducir a las personas a poco más que bestias, y como ejemplo de barbarie, violencia, sadismo, crueldad y, en general, de todos los vicios y perversiones que se os puedan ocurrir. (Particularmente ridícula es la escena de la batalla naval en la que el romano sigue tocando el tambor por puro fanatismo mientras arde vivo, y el pobre Arrio pide auxilio a Ben-Hur, y éste lo manda al fondo del mar). ¿No me creéis? Volved a ver la película y os daréis cuenta de que no hay un sólo romano decente o diríamos "bueno" en toda la historia. Bueno, miento, hay uno: Mesala, pero sólo es bueno porque ha sido criado a la manera oriental, y por ello es blanco de las burlas y suspicacias de los demás romanos.
¿Qué significa esto en términos de historia? Por un lado, que el personaje de Quinto Arrio , ya sabéis, el cónsul que libera a nuestro protagonista (quien descubre, así, que también hay hombres buenos entre los romanos,) y, eventualmente, se convierte en su padre adoptivo, es completamente desterrado del filme; porque, claro, un romano honorable y virtuoso no interesa que aparezca. Prefiero no hablar de la caricatura Cómodo 2.0 en la que convierten al pobre Pilatos. Y, por otro, que Simónides, el padre de Esther es asesinado de mala manera para mostrar cuan malos son los romanos, en vez de permitir ver a través de él el alcance autodestructivo que posee el odio y el deseo vengativo; porque, claro, ¿cómo vamos a mostrar que el odio y la venganza son vicios humanos y no entienden de fronteras ni culturas? Es mucho más fácil que esos defectos los tengan solo los "malos".
Así, una historia que debería ser realista y reflejar la complejidad e individualidad del alma humana, se vuelve completamente irreal y simple, y, qué queréis que os diga, es triste ver que una película de 2016 es más simple, en términos de temática y caracterización, que otra de 1959, no digamos ya una novela del siglo XIX.
Además, no puedo pasar por alto el hecho de que el Jesús que aparece no tiene nada de divino, no hay nada que permita ver que estamos ante un ser diferente y sobrenatural (algo que el filme del 59 resolvió brillantemente no dejándonos ver su rostro en ningún momento). Solo es un señor muy majete, que dice cosas muy bonitas y ya, nada de milagros ni de hechos imposibles (porque los que hay o sabes de que va la cosa o no puedes vincularlos a Él). Y, tengas Fe o no, las cosas como son, Ben-Hur es una historia sobre milagros y sobre Dios.
P.S.: me hubiera gustado mucho que hubieran terminado de explorar la historia de Dimas, que, para quien no lo sepa, es, según la tradición, el buen ladrón que crucificaron junto a Jesús, porque es evidente que querían hacer algo con él, así que no entiendo por qué justo ese momento cumbre lo quitaron del montaje final.
¿Qué significa esto en términos de historia? Por un lado, que el personaje de Quinto Arrio , ya sabéis, el cónsul que libera a nuestro protagonista (quien descubre, así, que también hay hombres buenos entre los romanos,) y, eventualmente, se convierte en su padre adoptivo, es completamente desterrado del filme; porque, claro, un romano honorable y virtuoso no interesa que aparezca. Prefiero no hablar de la caricatura Cómodo 2.0 en la que convierten al pobre Pilatos. Y, por otro, que Simónides, el padre de Esther es asesinado de mala manera para mostrar cuan malos son los romanos, en vez de permitir ver a través de él el alcance autodestructivo que posee el odio y el deseo vengativo; porque, claro, ¿cómo vamos a mostrar que el odio y la venganza son vicios humanos y no entienden de fronteras ni culturas? Es mucho más fácil que esos defectos los tengan solo los "malos".
Así, una historia que debería ser realista y reflejar la complejidad e individualidad del alma humana, se vuelve completamente irreal y simple, y, qué queréis que os diga, es triste ver que una película de 2016 es más simple, en términos de temática y caracterización, que otra de 1959, no digamos ya una novela del siglo XIX.
Además, no puedo pasar por alto el hecho de que el Jesús que aparece no tiene nada de divino, no hay nada que permita ver que estamos ante un ser diferente y sobrenatural (algo que el filme del 59 resolvió brillantemente no dejándonos ver su rostro en ningún momento). Solo es un señor muy majete, que dice cosas muy bonitas y ya, nada de milagros ni de hechos imposibles (porque los que hay o sabes de que va la cosa o no puedes vincularlos a Él). Y, tengas Fe o no, las cosas como son, Ben-Hur es una historia sobre milagros y sobre Dios.
P.S.: me hubiera gustado mucho que hubieran terminado de explorar la historia de Dimas, que, para quien no lo sepa, es, según la tradición, el buen ladrón que crucificaron junto a Jesús, porque es evidente que querían hacer algo con él, así que no entiendo por qué justo ese momento cumbre lo quitaron del montaje final.