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Voto de jaly:
20.246
Drama. Intriga. Thriller
Ree Dolly (Lawrence) vive en una zona rural de los montes de Missouri. Es una chica de 17 años que tiene que hacerse cargo de su familia en una situación de extrema precariedad. Su padre Jessup, tras salir de la cárcel en libertad condicional, ha desaparecido misteriosamente y, si no aparece, en pocos días perderán la casa donde Ree vive con su madre enferma y sus dos hermanos pequeños. Encontrar a su padre se convierte entonces para la ... [+]
16 de febrero de 2011
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Winter's Bone es cine independiente en su máxima expresión. Una cinta despojada de todo ornamento, apoyada únicamente en el poder de sus intérpretes y en el simbolismo de un guión capaz de hablar de grandes conceptos desde la más humilde de las posibilidades.
La realizadora Debra Granik, cuya primera película, Down to the Bone también fue muy apreciada en los círculos alternativos, filma aquí una odisea femenina por los bosques de la penuria y la más absoluta de las miserias; un drama familiar en toda regla que hace de sus escenarios un personaje más de su durísima historia, como ocurría con otras cintas (me vienen a la cabeza Wendy & Lucy o Boys don't Cry) de similares ambientes y con una heroína frente a la nada.
Pero Winter's Bone no es una película tópica o previsible, o que asemeje su temática a títulos como los antes citados. La historia de Winter's Bone se sitúa en un desolado paraje de la américa rural, donde una chica de 17 años debe hacer frente al mayor de sus temores: la pérdida de su único lugar en el mundo, al que ella llama hogar pero al que cualquiera de los acomodados espectadores llamaríamos chabola; una casa que perderá casi con seguridad ya que su desaparecido padre la pagó como fianza por salir de la cárcel, abandonando a su hija, a los dos hermanos pequeños de esta y a su catatónica madre.
Con este punto de partida, la heroína (la joven Jennifer Lawrence, de fuerza y sensibilidad descomunal), emprende una búsqueda por los oscuros bosques de la zona y del alma de una familia sembrada de rencor, odio y muerte.
Winter's Bone no es, evidentemente, una película agradable. Es áspera, seca, desoladora en su imagen y en su trama, e intrínsecamente triste. No hay en ella rastro de bondad o esperanza, pese a que ni el guión ni la directora se ensañen con la miseria de sus personajes. Pero sin embargo posee una extraña sensación poética, un vuelo de luz en una historia dominada por la oscuridad, que habla de la familia, y sobre todo del coraje de una mujer, de la valentía de una joven, por mantener unido aquello que más quiere.
La realizadora Debra Granik, cuya primera película, Down to the Bone también fue muy apreciada en los círculos alternativos, filma aquí una odisea femenina por los bosques de la penuria y la más absoluta de las miserias; un drama familiar en toda regla que hace de sus escenarios un personaje más de su durísima historia, como ocurría con otras cintas (me vienen a la cabeza Wendy & Lucy o Boys don't Cry) de similares ambientes y con una heroína frente a la nada.
Pero Winter's Bone no es una película tópica o previsible, o que asemeje su temática a títulos como los antes citados. La historia de Winter's Bone se sitúa en un desolado paraje de la américa rural, donde una chica de 17 años debe hacer frente al mayor de sus temores: la pérdida de su único lugar en el mundo, al que ella llama hogar pero al que cualquiera de los acomodados espectadores llamaríamos chabola; una casa que perderá casi con seguridad ya que su desaparecido padre la pagó como fianza por salir de la cárcel, abandonando a su hija, a los dos hermanos pequeños de esta y a su catatónica madre.
Con este punto de partida, la heroína (la joven Jennifer Lawrence, de fuerza y sensibilidad descomunal), emprende una búsqueda por los oscuros bosques de la zona y del alma de una familia sembrada de rencor, odio y muerte.
Winter's Bone no es, evidentemente, una película agradable. Es áspera, seca, desoladora en su imagen y en su trama, e intrínsecamente triste. No hay en ella rastro de bondad o esperanza, pese a que ni el guión ni la directora se ensañen con la miseria de sus personajes. Pero sin embargo posee una extraña sensación poética, un vuelo de luz en una historia dominada por la oscuridad, que habla de la familia, y sobre todo del coraje de una mujer, de la valentía de una joven, por mantener unido aquello que más quiere.
