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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
9
Comedia. Drama En el verano de 1984, siendo primera ministra Margaret Thatcher, el Sindicato Nacional de Mineros (NUM) convoca una huelga. Durante la manifestación del Orgullo Gay en Londres, un grupo de lesbianas y gays se dedica a recaudar fondos para ayudar a las familias de los trabajadores, pero el sindicato no acepta el dinero. El grupo decide entonces ponerse en contacto directo con los mineros y van a un pueblecito de Gales. Empieza así la ... [+]
27 de octubre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pride, como otras obras que ya parecen un subgénero del cine británico (Full Monty, Billy Elliot), repasa ciertos aspectos de los años más grises de Gran Bretaña (aquellos dominados por la dama de hierro, Margaret Thatcher), aunando a la vez cine social y luminosa comedia humanista. Como aquellas, el entorno gris y la crueldad política hacia las clases obreras, subyacen en el tono optimista de la cinta. Pride no es, entonces, cine original o rompedor, pero sí es cine honesto, emotivo, bien hecho, mejor escrito, y superlativamente interpretado.

A partir de la insólita y real unión entre un grupo de activistas homosexuales con los mineros en huelga de un remoto pueblo de Gales, Pride establece el compás de una narración amena, emocionante, sincera, que nunca oculta su carácter nostálgico y sentimental, y que, es más, consigue sus aspiraciones emotivas de sobra. En el metraje de Pride se llora, y mucho, tanto por aquello que sale bien, como por todo lo que duele.

Porque en Pride se habla de los prejuicios (hacia la clase obrera y hacia los homosexuales), pero también del machismo de la vida rural, de la dificultad de mantenerse íntegro en el activismo, de padres que no quieren saber nada de sus hijos y de otros que sólo quieren cambiarlos; se habla de mujeres dedicadas a su hogar aún cuando sus capacidades laborales son superlativas; se habla del fantasma del Sida, cuando aún mataba antes incluso de diagnosticarse, se habla de relaciones rotas por los malditos prejuicios y la maldita necesidad de ocultarse de los demás y hasta incluso de uno mismo.

Pero hablándose de todo esto, Pride es una película luminosa, que, por cursi que suene, podría llamarse Solidaridad, o Amistad, o Activismo… Y estos grandes conceptos nunca se tragan la humildad de una película que cuenta como dos manos muy diferentes se dieron la mano para avanzar en los derechos civiles de un país gris aplastado bajo el yugo de la política más cruel.

Su reparto, como sucede en este tipo de cine inglés, es extraordinario desde los veteranos hasta los jóvenes, todos ellos por la sencillez de unas caracterizaciones que cuentan, desde sus historias privadas, un gran triunfo público, sobre el orgullo de ser uno mismo.
jaly
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