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España España · Madrid, Jaca
Voto de jaly:
9
Comedia David Shayne es un autor teatral fracasado que, por fin, consigue financiación para una de sus obras. Pero a cambio tiene que aceptar una condición: darle un papel secundario a Olive, la incompetente novia del productor, el gángster Nick Valenti. Olive acude a los ensayos acompañada de su guardaespaldas Cheek, que, lejos de limitarse a vigilarla, se permite sugerir cambios para mejorar la obra. A fuerza de ceder a los consejos de Cheek, ... [+]
7 de octubre de 2010
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Balas sobre Broadway es una de las cintas más apreciadas y alabadas del Woody Allen de los noventa, y no es extraño, pues en esta magistral pieza, además de realizar un elegante y lujoso trabajo de estilo, el director conquista el equilibrio entre un guión plagado de pensamientos útiles, una historia que se merece a ese guión, una galería de personajes extrema pero tremendamente humana, y un mensaje final tan emotivo como certero. Hablando en términos de su película, Woody Allen consigue aunar a El Artista y a El Hombre.

Balas sobre Broadway es, además de un entretenimiento que pasa como un suspiro, un emocionante homenaje a otros dos gustos personales de su autor: el cine negro y el teatro en general. Y como genio que es, sabe aplicar todos los lugares comunes y los tópicos de esos dos ámbitos, para dotar a su historia de un inmenso poder cínico, divertido y mucho más profundo de lo que parece.

El montaje de una obra de teatro de un joven artista del Nueva York de los años 30 se convierte en una absoluta odisea cuando a éste (John Cusack, imitando -muy bien- a Allen), un mafioso (Joe Viterelli, riéndose de todos los padrinos) le impone la presencia de su descerebrada novia (Jennifer Tily, que nunca más volvió a estar tan pletórica), acompañada siempre por su matón (Chazz Palminteri, maravilloso y nominado al Oscar), que curiosamente acabará reescribiendo la obra. Además, el director tiene que lidiar con un galán con tendencia a la obesidad (Jim Broadbent, pasándoselo en grande), un repelente actriz (la cómica Tracey Ullman, magnífica con su voz y su perrito) y con una antigua estrella de Broadway (Diane Wiest, que está soberbia, magnífica, irrepetible y ganó el Oscar) que primero impone su ego, y luego se enamora perdidamente de ella, a pesar de su buena y cómplice relación con su esposa (Mary Louise Parker, sólo por la emocionante y divertidísima escena final se merece todos los halagos de un personaje no muy desarrollado en el guión).

Con este plantel de personajes, Allen construye un lúdico homenaje a este mundo de cabarets, camerinos y ametralladoras bajo la gabardina. La comedia funciona de manera explosiva gracias a la sinceridad de su guión y al brutal trabajo de su reparto, que hace que nos emocionemos con verdadera honestidad al presentarnos esta total obra de arte.
jaly
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