Me ha parecido bastante mejor que la original, sobre todo porque no tiene las rarezas típicas del cine oriental, y en muchos aspectos es más creíble, como el final, aunque eso sí, también tiene sus fallos. Además, varía en muchos aspectos, si bien en otros es muy parecida. Otro acierto es que dura veinte minutos menos que su predecesora, la cual se hacía eterna con escenas que no contaban nada. Como curiosidad decir que en los créditos iniciales dice basada en la película coreana, y no en el manga. Con ésta ya van dos películas de Spike Lee que no se me hacen insufribles. No quiero alargarme mucho, así que diré que es recomendable para todos los que pensamos que la coreana está sobrevalorada, y para los que no nos gustan las películas pretenciosas, sino que preferimos un tipo de cine más convencional.