Tras ver el revuelo que se formó en torno a esta película en Yankeelandia por tratar el tema homosexual de manera tan explícita, y que dos de los grandes valores cinematográficos de la actualidad como Carrey y McGregor se prestaran a los papeles de homosexual, debo decir, tras haber visto la película, que el tema homosexual en sí es casi anecdótico. Precisamente porque el tema se trata con tanta naturalidad que realmente se entra a valorar el fondo de la historia: la de un buscavidas que sale adelante chanchullo tras chanchullo (Carrey), dando a la historia unos toques humorísticos agradables, a la vez que momentos realmente demoledores y trágicos. La película es muy dinámica, no entra en moralidades absurdas pero sí llega a la fibra sensible del espectador, tanto en lo cómico como en lo trágico. Buena combinación de elementos para una cinta interesante y bastante entretenida, con algunos elementos sorpresa que la aderezan para darle mayor saber. Recomendable.