Impactante y muy bien logrado drama de acción futurista estadounidense donde se combinan con precisión y belleza visual el despliegue técnico, los efectos especiales y una trama sencilla que carece de profundidad filosófica. Buena interpretación de Scarlett Johansson.
El director Rupert Sanders (Blancanieves y el cazador, 2012) conquista muchos méritos al retransformar libremente el manga japonés y le imprime una potencia visual plausible, sobre la base de efectos especiales y ambientaciones muy bien logradas.
En lo argumental hay un sustento aceptable, nada novedoso y menos aún profundo entorno del dilema moral y existencialista, pero el guionista William Wheeler adapta de manera admisible el manga de Masamune Shirow. Seguramente allí las cosas podrían haber sido mucho mejor, hay muchos reduccionismos y resoluciones simplistas, pero sus debilidades narrativas están compensadas por los logros visuales y técnicos.
La propuesta de Rupert Sanders tiene una fuerte impronta al mundo futurista y despótico de Blade Runner y se adentra en el corazón de la cibertecnología al estilo de Matrix, así consigue crear un producto de ciencia ficción que entretiene y atrapa desde lo visual. Con su curvas adheridas al traje sintético, Johansson conquista con su despliegue y sensualidad.

Calificación Fanaseriecine: 7 sobre 10