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España España · pamplona
Voto de espanto:
1
Comedia Todo empieza cuando el Presidente de los Estados Unidos y el Primer Ministro británico deciden iniciar una guerra. No todo el mundo cree que sea una buena idea. Pero cuando Simon Foster, el Secretario de Estado Británico, respalda accidentalmente la guerra en horario de máxima audiencia en la televisión, se gana sin quererlo muchos amigos en Washington DC. (FILMAFFINITY)
16 de diciembre de 2009
25 de 50 usuarios han encontrado esta crítica útil
En general, un breve repaso a los comentarios en diversos medios basta para sospechar si la película que nos tienta o nos llama la atención merece la pena, o si, por el contrario, y a pesar de que casi siempre hay alguien que loa cualquier cosa, lo que hay que hacer es evitar el visionado de tal película por el bien de nuestra salud mental. Con el tiempo se desarrolla una intuición, basada en la experiencia (cómo si no), que permite, viendo dichos comentarios, olerse la tostada. Cómo son esos comentarios y quién los dice nos suele dar una imagen bastante acertada de los que nos espera, con el margen lógico debido a lo inherentemente subjetivo que resulta todo esto del arte y del entretenimiento. Obviamente esto no siempre funciona. “In the Loop” era ácida, divertida; que si humor inglés, que si sátira política… Una cierta unanimidad en las críticas empujan a verla. Y con gran sorpresa uno se encuentra con 106 minutos de tortura y pesadilla. “In the Loop” es básicamente una perfecta imbecilidad. Y no precisamente inocua, sino indescriptiblemente irritante. Comenzando por el formato. Hoy en día la televisión está de moda. Cosa que no entiendo, porque las supuestas series buenísimas que atiborran la parrilla son la mayoría, una vez más, una imbecilidad, y además algunas de ellas están rodadas para que duelan los ojos y se activen los mecanismos del vómito. Esta cosa atroz que nos ocupa está hecha con esos parámetros que tanto gustan ahora: nada de rodar en celuloide, en video y cutre. Si en cada secuencia hay 180 planos distintos y el dedito aprieta el zoom 90 veces, lo normal es que eso de asco. Y que maree. Si los personajes (¿?) son todos gilipollas será porque estamos ante una sátira inteligente (¿?). Que se noten tanto tus esfuerzos para que quede claro que no sigues las reglas, que puedas decir “polla de caballo” porque ya eres mayor, y en definitiva, que en vez de guión tienes un continuo “mirar todos que diálogos más brillantes y transgresores”, agota a cualquiera. Horrible.
espanto
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