Puntos positivos:
- Me gustan la mayoría de actores que interpretan, es de agradecer ver a Najwa, a Jorge Sanz, Maribel Verdú... en prácticamente cualquier película española ya supone un punto de calidad, al menos para mí
- El final, no voy a contarlo, es entretenido y con un pequeño giro interesante
- El papel de Jorge Sanz, sí me resulta divertido e incluso creíble con su realidad cotidiana. Eso de que vaya por la calle y le vayan reconociendo y señalando por ser actor, seguro que le ocurre a menudo
- Salen chicas muy guapas y sexys, además, con alguna escena con puntito erótico
- Un poquitin, el papel del alcalde

Puntos negativos:
- Lo más importante, resulta aburrida, sobre todo la primera hora
- Excesiva sobreactuación , tanto que no resultan creíbles los personajes. Quizá el único creíble, puesto que en realidad de por sí, suelen sobreactuar, el del alcalde. Éste además, por el físico y alguna escena, como cuando se ve comprando el collar, recuerda a un presidente autonómico de cuyo nombre no quiero acordarme
- El guión incluye lenguaje excesivamente intelectualizado en conversaciones cotidianas, incluso cuando no interpretan a personajes... independientemente de que pueda sonar pedante, resulta muy poco creíble.
- El papel "mala hostia" de Aitana, es demasiado exagerado, no se ve apenas el punto cariñoso y manipulador que lo haga más creíble
- El papel de Carmelo Gómez no hay por dónde cogerlo. Resulta grotesco y genera rechazo, pero de poco creíble, no me refiero al intento de generar antipatía al espectador que se perciba al personaje (que sí se consigue también). Sobre todo, el hecho de ir con sotana a todos lados... ridículo
- Los momentos supuestamente eróticos, no están logrados. Las escenas de cama con Carmelo son casi explícitas, pero para mí, carentes de erotismo, al menos para mí. Nada que ver con la gran escena de Días Contados, de Ruth Gabriel y Carmelo Gómez (esta si es muy buena).
- A pesar de la intelectualidad que rezuma, creo que la trama es muy simple, casi "tontita", pero como dice otro compañero, envuelta en supuesta sofisticación, lo que la hace pedante.