Haz click aquí para copiar la URL
España España · Salamanca
Voto de La Maga:
7
Drama Ramón (Javier Bardem) lleva casi treinta años postrado en una cama al cuidado de su familia. Su única ventana al mundo es la de su habitación, que da al mar, donde sufrió el accidente que interrumpió su juventud. Desde entonces, su único deseo es morir dignamente. En su vida ejercen una gran influencia dos mujeres: Julia (Belén Rueda), una abogada que apoya su causa, y Rosa (Lola Dueñas), una vecina que intenta convencerlo de que vivir ... [+]
19 de junio de 2007
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mar adentro es el resultado del triunfo de la técnica sobre la inspiración.
Alejandro Amenábar vuelve a incidir en el tema de la muerte (Tesis, Abre los ojos, Los otros...), componiendo, en esta ocasión, su película más hermosa. No obstante, consciente de la facilidad del drama, y sin arriesgar lo más mínimo, propone un intimismo falto de profundidad. Nadie duda de su excelente empleo de los recursos cinematográficos, de su capacidad a la hora de seducir al espectador, pero la paradójica intrascendencia de su tema contrasta con las ensoñaciones, deseos y voluntades de un hombre que no quiso seguir viviendo.
TRUCOS NARRATIVOS
Pocas veces una cinta española ha sido tan mediatizada. Además, Mar adentro huele a muchas cosas vistas, a una amalgama analítica de trucos narrativos que apelan al corazón mucho antes que a la cabeza, y esto es aceptable sólo en el melodrama. Utilizando los recursos estructurales de los filmes dramáticos americanos de superación personal (En la habitación, Lorenzo´s oil, Magnolias de acero...), el director adopta un esquivo enfoque. Resultado: falta de compromiso, debate sesgado y desequilibrio entre el rigor y la emoción. Como espectador, trato de buscar algún porqué al irrefutable e impasible convencimiento del protagonista (¿acaso es un héroe sin fisuras?). Diseñado gradualmente el elemento ideológico, y con la sonrisa de ver a un sacerdote machacado verbalmente, la contención dramática y la seriedad se quiebran. Tampoco ayuda mucho ese segundo viaje de lo más irrisorio a través de la ventana (¿misticismo bucólico de Médem?), ni sus pretensiones transculturales, ni la visión americana de espectáculo que demuestra A pesar de todo esto, las virtudes acaban aplacando sus múltiples defectos. La fotografía de Aguirrerasobe, la gran caracterización de la maquinadora Jo Allen, la portentosa dirección de actores, los diálogos y la planificación minuciosa… revelan a un perfecto conocedor y manipulador de la narrativa visual, a un director moralizante, carente de integridad con el tipo de historia que nos está contando, a un embaucador de complicidad vouyerista.
MOMENTO CUMBRE
Desperdiciado el momento cumbre del suicidio, rodado de manera superficial, fría y rápida, Mar adentro no es ni mucho menos la obra maestra que algunos pretenden hacer ver, pero ojalá todo el cine español poseyera tal calidad y talento. Amenábar es un tipo intuitivo que ha visto, vivido y asimilado muchísimo cine, pero todavía le falta camino para emular la sinceridad de Von Trier, Bergman, Oliveira o Käurismäki, o para explorar la muerte como Isabel Coixet en Mi vida sin mí o Tim Robbins en Pena de muerte. Uno echa en falta algo más de valentía, pasión y espiritualidad, desearía menos trampa y cartón, y en definitiva, menos juegos de prestidigitación. Aun así, Mar adentro es de visión obligada.
La Maga
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow