Haz click aquí para copiar la URL
España España · Salamanca
Voto de La Maga:
2
Aventuras. Acción. Romance En el año 1193 A.C. el joven Paris (Orlando Bloom), hijo de Príamo y príncipe de Troya, rapta a su amada Helena (Diane Kruger), esposa de Menelao, el rey de Esparta, lo que desencadena la Guerra de Troya, en la que se enfrentan griegos y troyanos. Comienza entonces el asedio de la ciudad de Troya por parte del ejército griego, que duraría más de diez años. Aquiles (Brad Pitt) era el gran héroe de los griegos, mientras Héctor (Eric ... [+]
27 de mayo de 2007
5 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Troya tiene el futuro comercial asegurado tras su reciente presentación en Cannes.
Uno se siente bajo una extraña mezcla de libertad e impotencia a la hora de abordar la crítica de Troya. Su director, Wolfgang Petersen, es un creador de dos caras: el que apuesta por personajes inevitablemente encaminados a enfrentarse (El submarino, Enemigo mío, En la línea de fuego) en un mundo dominado por la política, y el que se encuentra cómodo orquestando a un gran equipo de colaboradores en torno a un atractivo material de partida (Estallido, Air Force One, La tormenta perfecta). Personalmente, el primero siempre ha atraído mi curiosidad, pero el segundo no me ha interesado lo más mínimo. Con Troya se le presentaba una buena oportunidad para tratar de fusionar ambas capacidades, y queda claro que no lo consigue.
Con 200 millones de presupuesto, desapruebo tal derroche de medios, sobre todo si se manipula, reconvierte y adapta, hasta casi el destrozo, un material clásico como el de La Ilíada. Toda carga emotiva se ciñe a los tópicos y ambiciones comerciales en un ejercicio vacío de contenido, espiritualidad, magia, fuerza y fantasía. El director se toma la libertad de eliminar prácticamente a Ulises, de cambiar los destinos de los personajes, eliminar cualquier rastro mitológico, y esquematizar la mayor parte de los roles. ¿Con qué finalidad? La de llevar a cabo una superproducción cargada de ínfulas épicas acompañada por una despreocupación total por la tensión dramática, la construcción de personajes y el respeto a la base literaria. Ni siquiera la inconexa y abusiva sucesión de secuencias diseñada para ajetrear las hormonas le sirve para conseguir las resoluciones más acertadas, vibrantes y emocionantes que ya mostraran Braveheart y Gladiator. Deambulan los arquetipos por la pantalla, los conflictos personales son previsibles y simplistas, y la factura técnica no posee un resultado deslumbrante. No aburre, dada su corrección, pero no tiene ninguna sor presa con la que conmover, porque su mediocre guión no consigue mostrar ni un ápice de los atormentados vínculos de los personajes.
A pesar del buen trabajo de secundarios como Peter O´Toole, y la fuerza y credibilidad con la que Eric Bana dota a su Héctor, Brad Pitt (sólo convincente en la parte física) y Orlando Bloom (tiene que recurrir a las flechas de Légolas para salvarse del ridículo), estos últimos son mal dirigidos, y están maniatados por la galería de poses, musculatura y lucimiento personal que la película les brinda. Con un desarrollo irregular y desconcertante, del que poco cabe rescatar (el desembarco, la primera batalla de masas, la pelea entre Héctor y Aquiles, el momento en el que Príamo suplica la devolución del cuerpo de su hijo), los retazos y bandazos de cámara construyen una apoteósica ausencia de talento cinematográfico.
La Maga
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow