Haz click aquí para copiar la URL
España España · Cáceres
Voto de Tiggy:
8
Drama Frankie Machine, un hombre con talento musical, sale de la cárcel y, además, consigue dejar la heroína. Su principal problema será encontrar un medio de vida honrado y evitar las drogas y el juego. (FILMAFFINITY)
9 de mayo de 2020
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Frankie Machine, el hombre del brazo de oro, se cuela directamente entre uno de mis personajes favoritos de la historia del cine. La historia tiene como protagonista al susodicho que, tras salir de la cárcel con la pretensión de rehacer su vida como músico de jazz, sus antiguos compañeros y los culpables de su entrada en prisión, un corredor de apuestas y un traficante de heroína, se las arreglarán para cambiar el futuro del protagonista volviendo a las andadas con sus actividades delictivas, teniendo también una esposa con diversidad física a la que debe cuidar. Formando varias líneas argumentales en las que se tratan tantos personajes de especial relevancia para el desarrollo de la trama de Frankie, Otto Preminger se desenvuelve bien en la narración empleando tan solo unos cuantos escenarios, un guión muy solvente y ágil (a veces prematuro en los cambios de arcos) y una perfecta dirección de actores donde exprime al máximo al actor principal, Frank Sinatra (y su personaje queriendo ser un músico de jazz), el cual ofrece una interpretación excepcional haciendo de adicto a la heroína, manejando todas las expresiones necesarias para representar el torbellino de sentimientos negativos por los que pasa un drogadicto, acompañado de una forma física escuálida rozando lo cadáverico que tan bien le viene a esta clase de personajes, y, también muy importante, cómo el director consigue hacer transmitir esa angustia al espectador empleando recursos estéticos tan simples como un vestuario desatendido, un barba desaliñada y sudor facial, así como la apuesta por primeros primerísimos planos e incluso planos detalle empleados exclusivamente en los momentos más críticos de la narración para enfatizar en ese sufrimiento sin requerir a diálogos. La compostura mantenida por La Voz a lo largo de la película es digna de mención; comenzando con una postura erguida y elegante al comienzo de la película, con su reinserción, perdiéndola poco a poco con el transcurso de la película haciendo un andar encorvado, desacompasado y falto de vida, algo que también será enlazado con la subtrama de la música de una manera indirecta. Los planos cortos denotan mucho manierismo, realizando encuadres especiales sobre las manos de nuestro protagonista, tanto por su habilidad manual para el juego, como el tembleque que tan bien escenifica el síndrome de abstinencia. Dejando de lado la fabulosa interpretación de El Jefe del Negocio, otras muy reivindicables son la de Arnold Stang haciendo de Sparrow, fiel amigo de Frankie, y Eleanor Parker representando la esposa ciega de amor Sophia Machine. El elemento romántico también cubre una gran importancia en la construcción de los personajes, ya que no es otra cosa sino el amor lo que funciona como móvil del protagonista hasta cierto punto, degenerando poco a poco en una relación tan tóxica como vesánica. La música corrida por el veterano Elmer Bernstein, compositor de gran trayectoria que trabajó en películas del calibre de Mi pie izquierdo (Jim Sheridan, 1989) o Valor de ley (Henry Hathaway, 1969), hace una labor fundamental auxiliada por un montaje de escándalo en los que la música adquiere un protagonismo elevado en cuanto a los personajes y el argumento, ofreciendo una gran personalidad dando toques auditivos según las acciones de los personajes ofreciendo una impresión más grande en el espectador. Me he llevado una muy buena sorpresa con este film, descubriendo una gran actuación por parte de Sinatra, un gran director por parte de Preminger y una gran historia que forman en conjunto. '¿Nervioso? ¿A qué esperas?'
Tiggy
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow