Comparándola con sus predecesoras (sobre todo con la segunda), Spider-man ha abierto un camino en el mundo de las sagas, más especialmente el de superhéroes, más parecido a las colecciones de cómic que a las sagas como nos han acostumbrado. Esto le viene bien a este tipo de películas, para poder explotar la gran cantidad de personajes que posee toda la serie. Sin embargo, este es el fallo que tiene la película, que los nuevos personajes podrían estar mejor definidos.
Ligeramente inferior a sus dos precedentes, esta película tiene a su favor todo el contenido dramático. Con mucha menos acción (y peor), lo mejor es ese drama (o comedia, muy divertida, según como se mire), la lucha entre spider-man y su traje, y su relación con Mary Jane, con Harry o con Gwen Stacy (aunque es una pena que no salga más).
Sin embargo, los malos están bien definidos, pero salen muy poco. Tiene pocas escenas de acción, y ninguna llega al nivel de espectacularidad de la escena del metro de “Spider-man 2”. Es una pena que no veamos más a Venom. Habría sido mejor una película solo con él y con Masacre.

Buena película, pero la cuarta puede ser mejor.

PD: La mejor música del siempre mediocre Christopher Young es un legado de Danny Elfman. Lo compuesto por él no pasa de lo correcto.